Qué hacer con el aceite usado de cocina

Una de las cosas que más puede sorprender cuando se habla del aceite de cocina es que se trate de un producto contaminante. Hay que tener en cuenta que se trata de un producto que usamos en nuestra alimentación, por lo que, en principio, parece que se trata de un producto natural y que no debería tener efectos negativos sobre el entorno.

A pesar de que el aceite sea un producto natural, también constituye un producto que puede ser muy perjudicial en el medio ambiente. Esto se debe principalmente a que, como todos sabemos, el agua y el aceite no se mezclan. Esto hace que, cuando el aceite llega a los ríos o los mares, se quede flotando en la superficie, lo que conlleva que el agua no se pueda oxigenar correctamente. Esto afecta tanto a la flora como a la fauna de los ecosistemas acuáticos, que terminan muriendo ahogados.

Además, del mismo modo que evita la correcta oxigenación del agua, también impide el paso de los rayos solares, lo que impide que las plantas acuáticas como las algas realicen la fotosíntesis, lo que termina conllevando la muerte de la flora acuática y, en consecuencia, también de la fauna asociada a la misma.

Así mismo, en el caso de que el aceite caiga sobre tierra, los efectos serán similares, ya que impedirá la oxigenación de la misma, así como la libre circulación del agua y, en poco tiempo, esa tierra pasará a ser completamente estéril al no ser apta para el crecimiento de ningún tipo de planta.

Por otra parte, además de suponer un problema para la correcta oxigenación de las aguas y la fertilidad de la tierra, los aceites también son un tipo de sustancias pegajosas que se adhieren con mucha facilidad a cualquier superficie. Esto tiene un efecto negativo en cualquier entorno en el que se vierta el aceite usado de cocina, tanto en ecosistemas terrestres y acuáticos como en las propias tuberías, que terminan bloqueadas a causa del aceite que actúa como pegamento y forma una pasta de desechos y suciedad que permanece pegada a las pareces de las cañerías y que, muchas veces, deben de ser sustituidas por otras nuevas.

Visto todo lo anterior, queda claro que el aceite de cocina usado nunca debe tirarse por el desagüe. Entonces, ¿qué se puede hacer con él?

Convertirlo en sólido

Una opción disponible es comprar un producto formulado específicamente para convertir el aceite usado de cocina en sólido. Estos productos se suelen vender en la mayoría de los supermercados. Se mezcla una cucharada del producto con la porción de aceite sobrante que se indique en el envase y, en unos minutos, se forma una masa seca y sólida que se puede tirar sin problema a la basura.

Llevarlo a un punto limpio para reciclarlo

Por otro lado, una opción más sencilla consistirá en ir almacenando el aceite usado en un recipiente y, cuando tengamos una cantidad considerable, llevarlo a un punto de reciclaje. Estos puntos de reciclaje se pueden encontrar en algunas ciudades junto a los contenedores de reciclaje de vidrio o cartón. No obstante, en caso de no tener un contenedor de reciclaje de aceite cerca, siempre se podrá acudir al punto limpio más cercano, ya se trate de un punto limpio fijo o uno móvil. Si quieres saber dónde encontrar el punto limpio más cercano a tu vivienda, lo más seguro es que en la página web del Ayuntamiento de tu localidad figure toda la información necesaria.

Sin embargo, más allá de estas formas de deshacerse del aceite usado de cocina, también existen otras más creativas y que permiten dar salida a este desecho contaminante dándole una nueva vida útil:

Hacer jabón

Se trata de la forma más tradicional de reutilizar. Para ello bastará con mezclar el aceite usado con una porción de sosa cáustica y un poco de agua según la receta tradicional. Es una sencilla pero efectiva de aprovechar el aceite y, al mismo tiempo, de obtener un jabón natural que nos servirá para lavar la ropa o las manos. En el siguiente artículo de EcologiaVerde te explicamos cómo hacer jabón casero sin sosa cáustica.

Hacer velas de aceite

Otra forma de dar salida al aceite usado consiste en utilizarlo para hacer velas de aceite. En este caso, lo más recomendable es mezclar el aceite de cocina usado con unas gotas de aceite esencial, por ejemplo de lavanda, lo que conseguirá que tome un olor agradable.

Hacer biocombustible

Finalmente, podemos ponernos en contacto con una empresa que fabrique biocombustibles y que pueda estar interesada en recoger este aceite, ya que se puede transformar en un combustible útil para algunos vehículos de transporte.

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