Aceite de neem y jabón potásico para las plantas: cómo hacerlo y usarlo

Aceite de neem y jabón potásico para las plantas: cómo hacerlo y usarlo

En EcologíaVerde apostamos por enseñarte nuevas vías ecológicas para cuidar a tus plantas con productos naturales y, así, a la vez procurar proteger el medio ambiente. Hemos hablado en otras ocasiones sobre el uso de canela o de leche para las plantas. En esta ocasión, te invitamos a que sigas leyendo para aprender a utilizar dos de los productos más usados en agricultura ecológica: el aceite de neem y el jabón potásico, pues son perfectos para tratar y evitar plagas diversas en las plantas. Así que, sigue leyendo para descubrir cómo hacer aceite de neem y jabón potásico y cómo usarlo.

Para qué sirve el aceite de neem y jabón potásico para las plantas

El aceite de neem, de coloración oscura, sabor amargo y aroma intenso, se extrae de las semillas del árbol de neem, originario de la India y tiene múltiples usos. Podrás usarlo como insecticida, acaricida, fungicida y como repelente de insectos.

Además de su amplio campo de acción en cuanto a usos también es eficaz contra:

  • La mosca blanca.
  • La cochinilla.
  • El pulgón.
  • La araña roja.
  • Los trips.
  • Los minadores de hojas.

En cuanto a los hongos, es muy útil contra el mildiu o el oídio, dos de los más comunes y problemáticos en la mayoría de cultivos y plantas de jardín. También se ha probado su eficacia contra nematodos, por lo que podemos decir que el aceite de neem es de uso universal para combatir casi cualquier tipo de plaga. Y es que la composición del aceite de neem es tan compleja que hace prácticamente imposible que los insectos logren adaptarse o crear cierta capacidad resistente.

En cuanto al jabón potásico, hablamos de otro potente insecticida ecológico que mezclado con el aceite de neem es capaz de acelerar y fortalecer todas sus propiedades. Además, el jabón potásico cuenta con un potente efecto limpiador con el que eliminar los residuos de melaza que generan los insectos. Estos residuos que se acumulan en las hojas pueden provocar la aparición de hongos, tan problemáticos para tus plantas como es el caso de la negrilla.

Cómo hacer aceite de neem y jabón potásico

Lo primero que debes saber es que el aceite de neem, como sucede con el resto de aceites, es hidrófobo. Esto quiere decir que necesitarás un surfactante, que no es más que un producto que ayude a eliminar la película protectora que evita que los dos líquidos se mezclen. En este caso, se debe utilizar jabón potásico; ya sea casero o alguna de las marcas recomendadas que puedes encontrar en tiendas. Antes de empezar, te recomendamos que utilices un medidor para facilitarte la tarea.

  1. Debes añadir 5 ml de jabón potásico por cada litro de agua. Es muy probable que el jabón esté condensado, por lo que te recomendamos que viertas el jabón en una olla y lo calientes para que sea mucho más fácil mezclar. Mantenlo a fuego medio hasta que se disuelva.
  2. Añade en la misma proporción el aceite de neem puro, es decir, 5ml por cada litro de agua. Por suerte, como el aceite ya está en formato líquido será mucho más fácil añadirlo al resto de la mezcla.
  3. Como consejo adicional te recomendamos que cuando prepares esta mezcla con aceite de neem y jabón potásico hagas bastante cantidad, como mínimo unos 10 litros para que tengas suficiente para realizar un tratamiento completo.
  4. Además, es posible añadir bicarbonato a la mezcla para mejor los resultados en tratamientos de hongos y para evitar su aparición.

Te recomendamos leer esta otra guía acerca de Cómo hacer jabón potásico.

Cómo usar aceite de neem y jabón potásico para las plantas

El aceite de neem se aplica con un pulverizador sobre los tallos y las hojas, ya sea concentrado o diluido en agua, o dentro del propio riego. Por ello, como te hemos explicado anteriormente, te recomendamos que hagas tu propia mezcla casera para que puedas utilizarlo de manera regular sobre tus plantas de jardín y cultivos.

  • A la hora de aplicarlo es muy importante hacerlo durante el atardecer para evitar que la mezcla se degrade a causa de la radiación solar y para evitar que, en caso de que el sol dé muy directo a la planta y sea fuerte, haya quemaduras en esta. En caso de no poder aplicarlo en ese horario, sencillamente asegúrate de realizar el tratamiento cada 2 o 3 días, en lugar de cada 4 o 5 días si la planta ya está afectada por alguna de las plagas ya mencionadas.
  • En el caso de utilizar el aceite de neem y jabón potásico como método preventivo, te recomendamos que pulverices tus plantas cada 15 o 20 días.
  • Para casos extremos en los que las plantas estén muy afectadas o en estado crítico, recomendamos no solo pulverizar las hojas y tallos con el producto, sino también incluirlo la mezcla en el riego. Asegúrate de regar de manera uniforme todo el suelo para que llegue perfectamente a todas las raíces de la planta.
  • Por último, es posible utilizar una esponja o trapo donde previamente hemos aplicado el producto y limpiar de forma manual las hojas y partes afectadas por hongos u otros insectos. En muchas ocasiones es posible salvar las hojas con este tratamiento antes de decidir eliminar aquellas que estén muy afectadas.

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