Achicoria: qué es, propiedades y contraindicaciones

La achicoria (Cichorium intybus) también conocida en algunos lugares como escarola, es una planta herbácea perenne erecta perteneciente a la familia de las asteráceas. Es originaria del viejo mundo, se encuentra distribuida en Europa, Asia y África y es frecuente de observar en bordes de caminos, cultivos y taludes. Es resistente y es capaz de soportar temperaturas extremas durante sus etapas de crecimiento.

En cuanto a sus características externas podemos mencionar que tiene aproximadamente un metro de altura, es muy ramificada, tiene vellosidades y sus hojas superiores son lanceoladas y las inferiores son sésiles y dentadas. Presentan una inflorescencia ligulada con flores celestes o azuladas que aparecen entre julio y septiembre. Su raíz es pivotante, cónica y gruesa.

Si bien Cichorium intybus ha sido poco investigada en términos fitoquímicos y farmacológicos, gracias a los componentes que presenta tiene numerosas propiedades, entre ellas:

• Antimicrobiana
• Antifúngica
• Antinflamatoria
• Antihelmíntica
• Antipalúdica
• Antidiabética
• Antioxidante
• Antialérgica
• Analgésica
• Diurética
• Laxante suave
• Hepatoprotectora
• Gastroprotectora
• Inhibidora de tumores

En el apartado anterior mencionamos las diversas propiedades de esta hierba medicinal, ¿pero para qué sirve la achicoria exactamente? ¿Cuáles son los beneficios de la achicoria? En el siguiente listado te indicamos cuáles son:

• Ayuda al sistema digestivo: la achicoria estimula las funciones del hígado y la vesícula biliar, ayuda a reparar los efectos de la hepatitis y las intoxicaciones alimenticias. Permite una mejor absorción de los nutrientes y ayuda a devolver el apetito en ciertos pacientes desganados.
• Fortalece el sistema inmunológico: por sus propiedades antimicrobianas, antifúngicas, antialérgicas, y antioxidantes, la achicoria ayuda a fortalecer el sistema inmune y reduce la probabilidad de contraer ciertas enfermedades.
• Ayuda al sistema urinario: la achicoria ayuda a eliminar toxinas del tracto urinario ya que estimula la producción de orina y sirve para el tratamiento de cistitis, uretritis e infecciones urinarias.
• Contribuye a la salud cutánea: la achicoria puede ser empleada a modo de emplasto, una sustancia curativa espesa que puede aliviar irritaciones o heridas en la piel.
• Es utilizada en la industria alimenticia: la achicoria es comúnmente cultivada en distintas partes del mundo ya que o bien sus hojas pueden consumirse tanto crudas como cocidas y además, sus raíces tostadas, picadas y molidas funcionan como sustituto del café. Por otro lado, debido a su alto porcentaje de inulina (un polisacárido similar al almidón) puede sustituir al azúcar y las grasas en la fabricación de ciertos alimentos procesados y puede servir para endulzar bebidas.
• Es fitorremediadora: la achicoria es capaz de absorber y degradar no solo metales pesados, como el cadmio, sino que también puede fitorremediar suelos que posean compuestos persistentes como el DDT (dicloro difenil tricloroetano), un agrotóxico persistente utilizado para el control de insectos que posee efectos nocivos para la biodiversidad y los seres humanos.

La achicoria puede tomarse de diversas formas:

• Infusión: las hojas de achicoria se echan en agua hirviendo, se las deja reposar y luego se filtran. Generalmente suele recomendarse una taza por día y resulta muy eficaz, por ejemplo, para casos de estreñimiento.
• Extracto acuoso: pueden realizarse extractos acuosos a partir de las raíces. Este ha sido durante años un tratamiento utilizado frente al paludismo.
• Decocción: la decocción de la achicoria hace referencia a una preparación que se realiza agregando agua fría al material vegetal que posteriormente se hierve a fuego lento entre 5 a 10 minutos y después se cuela. Las decocciones se realizan tradicionalmente a partir de partes individuales de la hierba y/o de la planta entera.
• A su vez puede ingerirse en tinturas a través de gotas, en polvos o pastillas.

Aunque la achicoria ha sido utilizada ampliamente a lo largo de la historia, presenta elevadas concentraciones de metabolitos secundarios que pueden ocasionar efectos toxicológicos. Sin embargo, a partir de diversos estudios se llegó a la conclusión de que eran seguros para el uso humano.

Cabe destacar que la achicoria puede suponer un riesgo para aquellos pacientes que presenten hipertensión o presión irregular empeorándola y, por esta razón, es recomendable consultar siempre con un especialista antes de decidir consumirla.

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