El arce japonés es una de las indiscutibles estrellas de jardines, zonas verdes e incluso balcones a lo largo de todo el mundo. Sus características hojas palmeadas, que se tornan de cálidos y llamativos tonos rojos en otoño, son su firma más conocida y también la más apreciada, motivo por el que a menudo se elige también para dar vida y encanto a calles y avenidas. De hecho, no es complicado de tener en casa si se conocen los cuidados del arce japonés y sus variedades.
Si quieres aprender más acerca de uno de los más bonitos árboles para jardines, acompáñanos en este artículo de EcologíaVerde en que veremos cómo cuidar el arce japonés o arce rojo.
Características del arce japonés
El Acer palmatum es un árbol de hoja caduca que soporta muy bien la poda, por lo que puede cultivarse tanto en suelo como en maceta. De hecho, el Acer palmatum bonsái es uno de los más populares, y es que los aficionados a esta técnica encuentran en él una planta especialmente hermosa y que tolera los exigentes procesos que supone conseguir un arce japonés bonsái.
¿Cuánto tarda en crecer un arce y cuánto crece un arce japonés? El Acer palmatum crece una media de hasta 10 metros de altura, aunque existen variedades que llegan a superar los 15. También es cierto que cultivado en maceta su crecimiento será muy inferior, rara vez superando los 3 o 4 metros. Respecto a cuánto tarda en crecer, a un arce japonés le llevará entre 7 y 10 años alcanzar su madurez.
¿Y cuándo florece el arce japonés o arce rojo? Habitualmente su floración se da en primavera, aunque esta no es tan llamativa desde el punto de vista ornamental como lo son sus hojas, En otoño, podemos ver que este arce se llena de hojas rojas, que pueden ir desde un tono rojo claro hasta uno oscuro, parecido al morado.
Ubicación y clima del arce japonés
Las necesidades y tolerancias de luz de este árbol dependen en gran medida del clima en que se encuentre. En climas fríos, el Acer palmatum tolera y agradece exposiciones a pleno sol, mientras que en clima mediterráneo es mejor ubicarlo en semisombra o incluso en sombra si se trata de zonas particularmente cálidas.
El árbol puede soportar heladas y climas subtropicales, manteniéndose sus temperaturas tolerables entre los 30 ºC y los -18 ºC. Por encima de los 30 ºC, incluso las exposiciones cortas a este sol y temperatura pueden provocarle problemas.
Riego del arce japonés
Esta especie necesita de un riego bastante regular. En los meses fríos bastará con regarlo cada 48-72 horas, mientras que en los meses cálidos, la necesidad de agua del árbol podría demandar hasta 4 riegos semanales. Como es habitual con todas las plantas, un arce japonés en maceta requerirá de riegos más frecuentes, al tener su sistema radicular mucho menos extendido.
Aquí te contamos Cuándo regar las plantas y Cómo regar un bonsái, por si decides tener esta variedad en tu hogar.
Suelo o sustrato para el arce japonés
Este es uno de los puntos más importantes a la hora de saber cómo cuidar el arce japonés o arce rojo, ya que necesita de sustratos ligeramente ácidos, con un pH de entre 4 y 6. Para esto, podemos utilizar directamente sustrato preparado para plantas acidófilas. Sin embargo, también podemos preparar el nuestro mezclando dos partes de akadama por cada parte de kiryuzuna, que dan lugar a un suelo ligero, con gran drenaje y buena aireación.
Si plantas tu arce en exterior y no quieres tener que añadir todo el sustrato alrededor de donde irá el árbol, puedes acidificar tú mismo el suelo aportándole regularmente hojas de pino o sulfato de hierro, ambos con la capacidad de bajar el pH. Este método puede funcionar sobre todo en suelos calizos, que por lo demás ofrecen buenas propiedades.
Aquí puedes aprender más sobre las Plantas acidófilas: qué son, ejemplos y cuidados.
Poda del arce japonés
Esta especie no necesita de la poda de forma vital, pero el árbol mantendrá un aspecto y salud notablemente mejores si mantenemos el crecimiento de sus ramas organizado y controlado mediante una poda regular, sobre todo en los casos en que disponga de un espacio limitado.
Se recomienda podarlo siempre en otoño o a finales del invierno, antes de que retome su actividad en primavera. Es necesario retirarle las ramas en mal estado, así como aquellas que se entrecrucen o estorben entre sí al crecer.
Abono del acer palmatum
Solo es necesario durante los meses cálidos, siendo aconsejable utilizar un abono específico para plantas acidófilas, que le aportará los nutrientes necesarios sin alterar el equilibrio de acidez del suelo. Si se utilizan abonos líquidos de acción rápida, se recomienda alternar un mes de aporte con otro sin él.
Aquí puedes aprender más sobre Cómo hacer abono orgánico casero para plantas.
Reproducir el arce japonés
Esta especie puede reproducirse por semillas, que deben pasar tres meses en la nevera antes de ser plantadas en semillero, dando lugar a entre uno y dos meses de germinación.
Si quieres una reproducción más rápida, el esqueje de arce japonés también es una muy buena opción, agradeciendo en este caso el aporte de enraizante, que puedes elaborar en casa de forma orgánica y por muy poco dinero. Aquí te explicamos Cómo hacer enraizante natural.
La reproducción por acodo e injerto también es muy común entre los profesionales y expertos, aunque estas técnicas, pese a su mayor índice de éxito, también son más complejas en su aplicación.
Variedades de arce japonés
El arce japonés cuenta con tres subespecies en realidad. Los tres principales tipos de arce japonés son Matsumure, Palmatum y Amoenum. Además, de ellas se consiguen una enorme variedad de cultivares y variedades. Estas son algunas de las variedades del arce japonés:
- Atropurpureum
- Bloodgood
- Butterfly
- Deshojo
- Dissectum
- Katsura
- Little Princess
- Osakazuki
- Sango Kaku
- Seiryu
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