Clasificación de los insectos

Clasificación de los insectos
Imagen: Ejemplos.net

Los insectos son, sin lugar a dudas, uno de los grupos de invertebrados más diversos y sorprendentes de la naturaleza. Su biodiversidad resulta incalculable, ya que aún quedan numerosas especies por descubrir y estudiar, sobre todo en los ecosistemas de selvas tropicales de regiones húmedas, donde los insectos conviven y se multiplican. Se estima que el número de especies de insectos descubiertas hasta nuestros días supera en número a la cantidad de seres humanos que habitamos la Tierra, es decir, existen más de 8.000 millones de especies de insectos.

Como podemos imaginarnos, la clasificación de todos ellos, así como el estudio de sus características anatómicas y sus principales funciones dentro de los ecosistemas en los que habitan, resulta realmente complejo y fascinante. La entomología es la ciencia que se encarga de ello, pero no hace falta ser entomólogos expertos para tener unas nociones básicas sobre los insectos que nos rodean, siempre podemos aprender sobre ellos leyendo algún artículo sobre la temática, como éste que publicamos desde EcologíaVerde, sobre la clasificación de los insectos.

Taxonomía o clasificación de los insectos

La taxonomía o clasificación de los insectos nos permite conocer mejor los diferentes grupos y clases de insectos que existen según sus principales características. La clasificación de este tipo de animales invertebrados es muy amplia, pero en este artículo conoceremos los grupos más comunes:

  • Odonata (odontos, diente): insectos de cuerpo alargado con grandes ojos y antenas pequeñas. Como su propio nombre indica, los odonatos se caracterizan por tener fuertes piezas bucales dentadas, que usan para alimentarse y devorar insectos de diferentes clases. Tienen dos pares de alas membranosas con numerosas venas transversales. Las conocidas libélulas y los caballitos del diablo pertenecen a este orden de insectos.
  • Blattodea: ampliamente distribuidas por todo el planeta, las cucarachas (orden Blattodea), son uno de los insectos omnívoros más conocidos. Sus alas anteriores endurecidas, sus largas antenas filiformes y sus fuertes piezas bucales masticadoras, les confiere una de las apariencias menos apreciadas por los seres humanos.
  • Orthoptera (ortho, recto; pteron, ala): a estos insectos se les conoce comúnmente como saltadores, ya que son capaces (con mayor o menor fuerza) de saltar activamente empleando los músculos de su tercer par de patas. Los grillos y los saltamontes son sin lugar a dudas los insectos más conocidos de este grupo.
  • Phthiraptera: a este grupo pertenecen aquellos insectos sin alas, caracterizados por su modo de vida de ectoparásitos de aves y mamíferos. Son de pequeño tamaño, algunos no presentan ojos y sus piezas bucales están modificadas para perforar la piel y chupar la sangre del animal al que parasitan. Los piojos son quizás los insectos más representativos de este orden.
  • Coleoptera: los comúnmente conocidos como escarabajos y mariquitas, son solo algunas de las más de 370.000 especies de coleópteros que existen en la naturaleza. Presentan su primer par de alas modificado en forma de resistentes élitros, bajo los que se esconde su segundo par de alas membranosas con las que vuelan.
  • Diptera: moscas y mosquitos constituyen el grupo de los dípteros. Su tamaño puede ser moderado o muy pequeño, y presentan un solo par de alas membranosas. Sus piezas bucales están claramente diferenciadas y adaptadas para chupar o picar, formando generalmente una estructura a modo de probóscide.
  • Lepidoptera: las majestuosas y sorprendentes mariposas, así como las nocturnas polillas,se incluyen dentro de este orden de insectos. Caracterizadas por su larga lengua enrollada en espiral, transformada en una probóscide o espiritrompa, así como por la cubierta de escamas con diferentes colores y geometrías que presentan sus alas.
Imagen: Ccnn2010

Características físicas de los insectos - anatomía externa

La anatomía externa de los insectos es una de las más complejas y fascinantes del reino animal. Su estructura se caracteriza por:

Exoesqueleto

Constituido por una resistente cutícula, el exoesqueleto recubre y protege tanto los intestinos, como las tráqueas y otros órganos vulnerables frente a golpes y daños. Este exoesqueleto de gran importancia para el desarrollo y supervivencia de los insectos, se adapta a la anatomía segmentada de estos organismos, la cual presenta tres regiones corporales bien diferenciadas: cabeza, tórax y abdomen.

Cabeza

El exterior de la cabeza de los insectos se denomina cápsula cefálica. En ella aparecen tanto los ojos como las mandíbulas, así como diferentes apéndices a modo de antenas y otros como piezas bucales (maxilas y labio).

Tórax

El tórax se divide a su vez en 3 segmentos torácicos bien diferenciados, en los que se encuentran las patas y las alas de los insectos. Varían en número, morfología y función.

Abdomen

Finalmente, el abdomen completa la compleja anatomía externa de los insectos. Está formado por un número variable de segmentos según la especie (entre 7 u 11 segmentos), entre los que destacan los segmentos genitales (octavo y noveno segmento en las hembras; noveno en los machos).

Imagen: Bioucm

Más características de los insectos: qué comen y su reproducción

En cuanto a la alimentación de los insectos, cabe destacar la gran variedad de dietas y hábitos que presentan. Existen insectos comedores de hojas de plantas terrestres o acuáticas, depredadores de otros insectos, parasitoides, ectoparásitos, chupadores de sangre de mamíferos y aves; así como aquellos que se alimentan del néctar y/o el polen de las flores de las plantas con flor (angiospermas), contribuyendo así al maravilloso proceso de la polinización de las plantas. Aquí puedes conocer Cuáles son los insectos polinizadores.

No obstante, otro de los asombrosos procesos que caracterizan a los insectos es, sin lugar a dudas, la metamorfosis. A través de ella, los insectos cambian su aspecto y estructura en varios estadíos, desde que nacen hasta que se convierten en adultos. Para ello, los individuos sufren la muda de la parte más externa de su "piel" (cutícula), permitiendo así el crecimiento de los tejidos del insecto que no habían madurado. Se diferencian además varios órganos característicos exclusivamente de los adultos (como el sistema reproductor).

De esta forma, los individuos adultos serán reproductivamente activos y estarán preparados para llevar a cabo la copulación entre individuos adultos de sexos opuestos, siendo éste el método reproductivo más común. Posteriormente, las hembras depositan os huevos y tras un periodo de incubación mas o menos largo, de cada huevo nacerá un insecto inmaduro. No obstante, existen otros procesos de reproducción de los insectos, como la partenogénesis (los huevos se desarrollan completamente sin llegar a ser fecundados), poliembrionía (se producen dos o más embriones a partir de un solo huevo), y la viviparidad (cuando el desarrollo embrionario se completa e el interior del cuerpo de la madre, la cual produce jóvenes larvas en lugar de poner huevos).

Nombres de insectos sin alas

Los insectos sin alas se agrupan dentro de los ápteros, en el que se incluyen especies como:

  • Pececillos de plata (Lepisma saccharina).
  • Piojos del cuero cabelludo humano (Pediculus humanus capitis) y en el ganado bovino (Haematopinus eurysternus).
  • Pulgas comunes (familia Pulicidae).
  • Campodea maestrazgoensis (especie endémica del norte de España, habita en cuevas).
  • Anurida maritima.
  • Papirius saundersi.

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Bibliografía
  • Arroyo, M. & Viñuela, E. (1991) Introducción a la entomología. Ediciones Mundi-Prensa, pp: 13-129.