Clorosis en las plantas: qué es y cómo eliminarla

Clorosis en las plantas: qué es y cómo eliminarla

La clorosis es una de las dolencias que comúnmente afecta a las plantas, ya que puede ser causada por múltiples razones, y produce una reducción de la clorofila. Precisamente por esto, es importante conocerla bien para poder ponerle remedio antes de que resulte fatal.

Si te preguntas qué es la clorosis férrica, clorosis cálcica o, simplemente, clorosis, y cómo puede tratarse, presta atención a esta guía práctica de jardinería que verás en este artículo de EcologíaVerde en el vamos detallar qué es la clorosis en las plantas y cómo eliminarla.

Clorosis en las plantas: qué es y causas

Todas las plantas necesitan clorofila para poder llevar a cabo la fotosíntesis que les aporta energía. Para poder producir clorofila, necesitan tener acceso a hierro como nutriente. Cuando este es insuficiente, la planta empieza a amarillear por su incapacidad de mantener la producción de clorofila, que es lo que les da el color verde a las hojas. Este proceso es lo que se conoce como clorosis o clorosis férrica.

Las causas por las que la planta puede presentar clorosis son muy variadas. Desde la más simple y directa, que es que el suelo sea pobre en hierro o nutrientes, hasta que el pH del sustrato sea demasiado alto, ya que la alcalinidad impide a muchas plantas que puedan absorber el hierro adecuadamente.

Otras causas de la clorosis en las plantas muy comunes son:

  • Las raíces estén dañadas o insuficientemente desarrolladas.
  • Un riego excesivo haya encharcado el suelo, ahogando a la planta.
  • Las temperaturas muy bajas también tienden a producir clorosis, ya que dificultan a la planta la producción de clorofila, y los suelos ricos en caliza o con altos contenidos de manganeso, cinc o cobre (como los presentes en algunos fungicidas) también tienen la capacidad de producir carencias de hierro.

Clorosis en las plantas: síntomas

El primer y más claro síntoma de la clorosis es la pérdida del color verde en las hojas de la planta. Cuando la hoja empieza a amarillear en el espacio entre nervios, pero manteniéndose el nervio principal verde, es muy probable que la planta esté sufriendo de clorosis.

Esta empezará con una pérdida leve de color, haciéndose más claro gradualmente hasta acabar volviendo a las partes afectadas totalmente amarillas o incluso blancas. Cuanto más tiempo lleve la planta afectada por las condiciones que le impiden absorber el hierro, más grave será su clorosis. Lo habitual será que la clorosis empiece a mostrarse en solo algunas partes y, aunque es posible que la afectación no llegue a extenderse a toda la planta, es probable que acabe por matar la planta si no se toman medidas al respecto. Si los nervios de la hoja se muestran también amarillos significa que la clorosis ya es grave. A esto le seguirá la necrosis de la hoja entera, siguiendo luego a la rama y a la planta entera.

Es importante prestar atención a cómo está apareciendo la clorosis, ya que puede darnos pistas de cuál es el problema que la causa:

  • Si la clorosis empieza a manifestarse en el amarilleamiento de las hojas más jóvenes, esto indica una falta de hierro.
  • Si, en cambio, las hojas que amarillean antes son las viejas, es probable que la deficiencia sea más de zinc o manganeso.

Cómo eliminar la clorosis en las plantas

Para eliminar la clorosis en las plantas será necesario poner remedio al factor que esté privando a la planta de la absorción de hierro. Como hemos citado antes, estos son variados, así que vamos a ver los casos de clorosis más comunes y sus causas:

  • Clorosis férrica en la vid: en el caso de las vides la solución a la clorosis pasa por la aplicación de sulfatos o quelatos de hierro al cultivo. El aporte de fertilizante ecológico, es decir, materia orgánica, también ha demostrado ser efectivo si se aplica en las suficientes cantidades.
  • Clorosis en el césped: en el caso del césped, lo más común es que la clorosis se presente o bien porque el suelo es muy calcáreo, en cuyo caso se hace necesaria la aportación de elementos que ajusten el pH del suelo, o por el clima local, especialmente en veranos muy calurosos.
  • Clorosis en rosales: siendo arbustos, la clorosis en los rosales no es distinta de la que puede afectar a cualquier otra planta. En estos casos la causa más probable será o bien un exceso de riego, o un pH poco adecuado en el suelo. Bastará con ajustar la frecuencia de riegos o el nivel de acidez-alcalinidad del suelo.
  • Clorosis en frutales: es también común encontrar casos de clorosis férrica en perales u otros tipos de frutales. El tratamiento para la clorosis férrica en cítricos y otros árboles puede ser más variado, ya que el mayor volumen de la planta permite otros tratamientos, como la aplicación de ampollas o de agujeros en el tronco por los que suministrar a la planta esos nutrientes que necesitan. Eso sí, deben ser aplicados por profesionales para evitar errores.
  • Clorosis en las plantas acuario: las plantas de acuario también necesitan el hierro, y aguas con un contenido muy alto de calcio o con muchos detritus pueden impedir la correcta fijación del hierro por parte de las plantas. Será necesario ajustar los niveles de pH o añadir fertilizantes.

Ahora que ya conoces más sobre la clorosis en las plantas, te recomendamos este otro artículo de EcologíaVerde sobre las Hojas amarillas en las plantas: por qué salen y soluciones.

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