Cómo evitar el tráfico ilegal de animales

Cómo evitar el tráfico ilegal de animales

Hoy en día son muchas las organizaciones que luchan por defender los derechos de los animales y garantizar su bienestar. Todo ello es consecuencia de que muchos de ellos son comercializados ilegalmente por diversas causas, como el empleo de sus pieles en peletería, para coleccionistas y exposiciones o su uso en circos y espectáculos, así como porque en países subdesarrollados es un medio de vida con el que muchos logran ir subsistiendo, algo que hay que cambiar a nivel político y social. Parece de nuevo que el ser humano olvida su naturaleza animal para propasarse con otras especies. En EcologíaVerde apoyamos todas las acciones destinadas a la radicación de estas costumbres ilegítimas e informamos sobre cómo evitar el tráfico ilegal de animales, el cual posiciona a muchos de ellos al borde de la extinción, algo que en estos casos es directamente culpa de los humanos.

Qué es el comercio de especies exóticas

En primer lugar, debemos de aclarar que el comercio de animales salvajes en sí comprende el tráfico de estos de manera legal e ilegal, así como de los productos derivados que se pueden obtener de ellos como pieles, huesos y cuernos, como trofeos, decoración o carne para su consumo. Es posible que te suene extraño que en ocasiones pueda considerarse legal, pero en algunos países es así. En este caso, cabe resaltar que este comercio de animales salvajes se encuentra reglamentado por leyes destinadas a la protección de aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción.

Si hablásemos de cifras podríamos hacernos una mejor idea de la magnitud del comercio de animales salvajes. Según WWF (World Wildlife Fund), son asesinados en torno a 30.000 elefantes, más de 1.000 rinocerontes y en torno a 100 tigres para el tráfico de sus pieles, huesos o cuernos.

Sin embargo, las especies animales no son las únicas que sufren el tráfico ilegal. También se comercializan especies vegetales exóticas, por ejemplo, al año se comercializan unas 440.000 toneladas de plantas medicinales y se talan 1.000 toneladas, es decir, 1.000.000 kilos de maderas exóticas como las maderas de palo rosa, como algunas especies de palisandro, empleado en instrumentos musicales o muebles de lujo.

El comercio ilegal de especies

El comercio ilegal de especies constituye una grave amenaza para aquellas que se encuentran catalogadas como amenazadas o en peligro de extinción. Solamente en el año 2014 se estimó que el contrabando de animales generó entre 7.000 y 23.000 millones de dólares, convirtiéndose por tanto el comercio ilegal de especies salvajes en el quinto negocio ilegal más rentable a nivel mundial, por detrás del tráfico de drogas y la trata de personas, entre otros, y por delante del tráfico de armas.

En el caso de animales salvajes, en este comercio se incluyen tanto mascotas como otros animales que se pueden mantener en casa, así como los productos derivados anteriormente comentados. El comercio de especies se vuelve ilegal cuando rompe con el estándar establecido por el Convenio CITES, el cual comentamos en el siguiente apartado, leyes de cuarentena u otras normativas que regulen dicho comercio.

Otro punto importante por el cual no se debe fomentar este comercio ilegal de animales silvestres es que puede suponer un riesgo para la salud, pues pueden ser portadores de enfermedades que transmitan a las personas, como la gripe aviar o el virus del Ébola. Esto ocurre porque, al ser un comercio ilegal, no pasa por controles sanitarios.

El Convenio CITES

Existe a nivel internacional el Convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Dicho convenio establece una red a nivel mundial de controles del comercio internacional de especies silvestres que se encuentran amenazadas. Estas especies, como su propio nombre indica, abarcan especies animales y plantas, tanto vivas como muertas, y sus productos derivados, es decir, que también protegen pieles, marfil, caparazones, semillas, extractos… Todo aquello que provenga de especies amparadas por el Convenio.

Con todo ello, se pretende conservar las especies silvestres amenazadas asegurando que si hay comercio, este sea sostenible, legal y no amenace su supervivencia.

Las licencias y permisos establecidos por el Convenio para la importación, exportación y reexportación de las especies son otorgados por las autoridades nacionales competentes. Los permisos de exportación se administran en el país de origen, mientras que los de importación se administran en el país de destino. Todos estos permisos deben obtenerse y tramitarse de forma previa al intercambio de las especies, de forma que se encuentren documentadas y se conozca su procedencia, destino y la razón por la que se comercializa.

Cómo evitar el tráfico ilegal de animales silvestres

Actualmente muchos gobiernos, organismos y organizaciones trabajan de manera conjunta para acabar con el tráfico ilegal de animales salvajes, así como el de plantas y otros vegetales.

Algunos de los acuerdos creados para este fin son el Convenio CITES, anteriormente citado, la Coalición contra el Tráfico de Fauna Silvestre, creada en 2005 por Estados Unidos, la Red de Aplicación de la Ley de Protección de Fauna Silvestre de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia, en Tailandia, o la Red de Aplicación de la Ley de Protección de la Fauna Silvestre de Asia del Sur, en Nepal.

Todas ellas colaboran estrechamente con las organizaciones que se encargan de aplicar la legislación procedente a través del Consorcio Internacional para Combatir los Delitos contra la Vida Silvestre y con organizaciones de conservación de importancia, tales como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

A nivel de a pie, nosotros también podemos contribuir a controlar el tráfico ilegal de especies con acciones como estas:

  • Denuncia a traficantes o vendedores de fauna salvaje y exótica ante entidades que se encarguen de su regulación como fundaciones, policía ambiental, por ejemplo en España acudiríamos a SEPRONA, u otras organizaciones encargadas de la regulación de estas situaciones de tráfico ilegal de animales.
  • No vayas a circos o espectáculos que utilicen animales para el entretenimiento de las personas a costa de su propio bienestar, físico y mental. No participes en la explotación animal, tanto de especies autóctonas como exóticas, que hay en los circos con animales, si quieres entretenimiento de espectáculo puedes optar por los circos sin animales.
  • Por supuesto, no compres animales silvestres, pues con ello aumentaría su demanda y beneficiaría al mercado negro de donde proceden. Además, estos animales pueden transmitir enfermedades peligrosas.
  • No compres prendas fabricadas de piel de animales pues, en la mayoría de los casos, los métodos que utilizan sus comerciantes para obtener su piel les causan sufrimientos inimaginables hasta que los animales mueren, en vez de retirar la piel cuando ya han muerto, debido a un tema de calidad del producto final. No por vestir prendas animales, aunque sean especies exóticas, va a aumentar tu estatus social ni a mejorar tu nivel económico.

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