Cómo hacer germinados de lentejas

Cómo hacer germinados de lentejas

Probablemente ya hayas probado o visto en el supermercado más de una vez frascos con brotes de soja, un producto muy usado en ensaladas y platos de todo tipo. Lo que no es tan común aún, pero gana popularidad cada día, es el consumo de brotes y germinados de todo tipo de semillas.

Acompáñanos en este artículo de EcologíaVerde, en el que vamos a ver cómo hacer germinados de lentejas en casa y verás que son baratos y fáciles de conseguir.

Qué son los germinados comestibles o brotes

Los germinados son, como su propio nombre indica, brotes crecidos a partir de todo tipo de semillas. Recientemente se han popularizado con gran velocidad, ya que aportan toda una serie de ventajas respecto a su consumo en forma de semillas. Por un lado, los brotes germinados tienen un gran valor nutricional y son de muy fácil digestión, por lo que sus propiedades nutritivas se aprovechan mucho mejor que si nos limitamos a ingerir el mismo alimento en forma de semillas. Además, por lo general, son muy ricos en antioxidantes y algunos de ellos contienen concentraciones de proteínas comparables a las encontradas en carne.

Cabe destacar también que el proceso de germinación tiende a reducir la cantidad de gluten en el alimento, por lo que pueden resultar más fáciles de digerir para aquellos con intolerancia leve al mismo. Mucho cuidado, sin embargo, si padecéis intolerancia grave a este, puesto que la germinación no elimina el gluten por completo.

Cómo conseguir las semillas de lentejas

Para preparar tus germinados de lentejas lo primero que vas a necesitar, como ya puedes imaginar, son las semillas de lentejas. Algunas tiendas especializadas venden semillas preparadas para ser germinadas, tratadas de forma que se previene la aparición de bacterias en el proceso de germinación.

Sin embargo, también puedes llevar a cabo tus germinados con lentejas completamente normales, aunque deberás tener especial cuidado en el proceso de germinación de lentejas para evitar que la humedad necesaria provoque la aparición de patógenos no deseados. En el proceso que te explicamos a continuación, tomamos varias medidas de seguridad para evitar esto, pero si en cualquier caso tienes dudas, cocina tus brotes antes de consumirlos y así eliminarás cualquier peligro de contaminación.

Cómo hacer germinados de lentejas – pasos para que broten

Una vez ya tengas las semillas de estas legumbres, sigue estos pasos para hacer germinados de lentejas:

  1. Para elaborar tus germinados de lentejas, primero necesitarás hacerte tu propia germinador de semillas casero. Para hacer esta germinadora, elige un tarro de cristal, el cual no hace falta que sea muy grande, pero sí se aconseja un tamaño suficiente para contener suficientes brotes como para consumirlos varias veces. Vacíalo por completo y lávalo a conciencia con agua caliente y jabón, dedicando especial cuidado al interior. Déjalo secar al terminar.
  2. Añade las lentejas al recipiente de cristal. Ten en cuenta que las lentejas aumentarán mucho el volumen que ocupan cuando germinen, así que no lo llenes más allá de una quinta parte de su capacidad. Cuando hayas llevado a cabo el proceso varias veces irás viendo qué cantidades exactas te convienen más según tu ritmo de consumo.
  3. Añade agua al recipiente hasta sumergir por completo las lentejas. Cierra el frasco con una gasa que transpire, fijándola alrededor de la boca con una goma elástica. Si no dispones de gasa, puedes usar la tapa original de plástico del frasco, pero hazle antes una gran cantidad de agujeros pequeños con unas tijeras, y lávala adecuadamente.
  4. Deja las lentejas reposar en el agua durante toda la noche, y cuando llegue el día, vacía el agua a través de la gasa, dejando el bote inclinado para que las semillas se vayan secando, y déjalo en una zona a oscuras. Al llegar la noche de nuevo, vuelve a llenarlo de agua.
  5. Repite este proceso de sumergir las semillas durante la noche y secarlas durante el día cada día, siempre sin retirar la gasa. Esto permite que mantengan un nivel adecuado de humedad, y a la vez el cambio de agua previene la aparición de bacterias. Cuando los brotes tengan una longitud de 1 cm, puedes sacarlos a una zona donde reciban la luz del sol para que empiecen a sacar hojas. A partir de ahí, ya son brotes germinados comestibles. Todo este proceso debería tardar aproximadamente una semana.

Para este proceso puede que te resulte útil este otro artículo sobre Cómo hacer un germinador.

Consejos para el cultivo de brotes y germinados de lentejas

Cuida la higiene todo lo posible, especialmente si trabajas con semillas comunes. Como ya hemos dicho, el proceso de germinación necesita de una humedad que es también un medio adecuado para el desarrollo de bacterias y hongos, y una higiene lo más escrupulosa posible es el mejor método para combatirla. La compra de semillas especializadas también es una opción, pero resulta notablemente más cara.

Recuerda cocinar tus brotes germinados antes de consumirlos siempre que tengas dudas de su estado, y no conserves los brotes germinados más de 4 o 5 días en la nevera, sobre todo en la temporada cálida. Como el proceso de germinación no es tan prolongado, pronto tendrás los tiempos cogidos para producir tus germinados al mismo ritmo que los consumes.

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