Cómo limpiar las hojas de las plantas

Evidentemente, a nadie le gusta ver sus plantas con las hojas grises o llenas de marcas de cal o de suciedad: pueden llegar a dar una impresión aún peor que la de un suelo o unos muebles algo sucios. Sin embargo, esta no es siquiera la principal razón por la que cuidar y mantener limpias las hojas de tus plantas.

En las hojas se encuentran los estomas, que son los poros por los que la planta respira. Aquí puedes conocer mejor Qué son los estomas de una planta. La suciedad puede taponar estos poros, complicando a la planta el proceso de fotosíntesis. Una capa de polvo o cal acumulada, además, reduce la insolación que la hoja recibe, de nuevo perjudicando el vital proceso de la fotosíntesis que permite a la planta fabricar sus nutrientes.

Limpiar las hojas regularmente mantendrá tus plantas en su mejor estado, pero cuidado, no pueden limpiarse de cualquier forma, y una limpieza inadecuada puede hacer más mal que bien, dañando la planta o provocando la aparición de enfermedades en esta.

¿Quieres conocer algunos trucos para que brillen las hojas de las plantas sin poner en riesgo su salud y mejorándola? Estos son algunos de los métodos más utilizados.

Estas son las más sencillas de todas, ya que las hojas grandes y lisas tienden a ser fuertes y resistentes y, además, acumulan suciedad muy visible. Sigue estos pasos para limpiar las hojas grandes de las plantas:

1. Prepara una bayeta de microfibra, que son de textura muy suave y no dañarán tu planta. Humedécela en agua sin cal. No utilices la del grifo, que acabaría por dejar manchas en las hojas o incluso dañarlas: el agua destilada o filtrada es mucho mejor, o incluso la recogida de lluvia.
2. Pasa la bayeta con cuidado por la hoja, en dirección de la base al extremo, sujetándola con la mano desde abajo, sin hacer presión.
3. Deja la planta en una zona iluminada y sin sol directo para que las hojas húmedas se sequen sin quemarse.

A continuación, indicamos algunos productos para limpiar las hojas de las plantas que puedes usar en lugar del agua.

El agua no es la única opción para limpiar las hojas de las plantas y, de hecho, ni siquiera es la mejor para conseguir un buen acabado. Aquí te explicamos cómo usar la leche para limpiar las hojas sucias de las plantas, pues esta les dará un acabado brillante, y además tiene una acción antifúngica que las protegerá contra el ataque de hongos.

1. Humedece la bayeta en leche (no importa el tipo).
2. Frota las hojas con suavidad con ella.
3. Deja que se seque al aire, es decir, no es necesario que pases otro paño seco ni nada.

Como ocurre con la leche, la cerveza también puede utilizarse para limpiar las plantas además de fortalecerlas. La cebada de la cerveza actúa como abono foliar, con lo que además de dejarlas brillantes les estarás aportando nutrientes muy beneficiosos. Aplica la cerveza para limpiar las hojas de las plantas así:

1. Moja la bayeta o paño en la cerveza y escúrrelo para que quede quede solo humedecido.
2. Pasa el paño por las hojas con suavidad, retirando la suciedad y dejándolas brillantes.
3. Deja que la cerveza se seque al aire de la superficie de las hojas.

Otro método muy utilizado para limpiar las hojas de plantas de hoja grande es usar una piel de plátano. Sigue estos sencillos pasos:

1. Puedes utilizar la piel de cualquier plátano que te hayas comido hace poco, simplemente sepárala y coge una sola tira.
2. Frota la cara interna de la cáscara de plátano con cuidado contra la superficie de la hoja.
3. No es necesario que limpies después, tan solo retira con cuidado algún residuo de plátano que haya podido quedar pegado. Puedes hacerlo con un paño humedecido con agua.

Esto no solo no atrae insectos ni plagas de ningún tipo, sino que también deja la hoja muy brillante y le aporta gran cantidad de nutrientes, actuando como abono foliar, como la cerveza.

Ante hojas menudas o delicadas, lo mejor es utilizar un pequeño cepillo de cerdas suaves. Sigue estos pasos para limpiar las plantas de hojas pequeñas:

1. Humedece el pincel o cepillo solo en función de las necesidades de humedad de la planta. Si es una planta que no agradece la humedad ambiental, mejor usa el cepillo en seco o muy poco humedecido para retirar la suciedad.
2. Cepilla las hojas suavemente siempre de la base a la punta.
3. Recuerda no frotar nunca las flores, que son muy delicadas y podemos dañarlas sin querer. Eso sí, las brácteas no son pétalos, y estas sí pueden ser limpiadas normalmente.

Los cactus y las plantas crasas son doblemente difíciles de limpiar porque, no solo pueden ser muy delicados, sino que además algunos tienen espinas que dificultan la labor. Sin embargo, no limpiarlos no debería ser nunca una opción. Aprende cómo limpiar los cactus y otras plantas parecidas con estos pasos:

1. Utiliza cepillos o pinceles suaves, que te permitan mantener tus dedos alejados de las espinas y llegar a sus pequeños recovecos sin dañar la textura carnosa de estas plantas.
2. Humedece muy poco con agua el pincel o cepillo y pásalo por todos los recovecos que puedas, pero hazlo con mucho cuidado para no dañarla parte carnosa pero también para no romper las espinas que protegen a la planta.
3. Deja que la poca agua que has usado se seque del todo y así podrás ver el resultado y repasar algunos recovecos si es necesario.

Las plantas colgantes se pueden limpiar como hemos explicado en los anteriores casos, pero a veces así no es suficiente o bien, tienen muchísimas hojas pequeñas y la tarea es muy larga. Así, también hay un método ideal para limpiar las hojas de las plantas colgantes:

1. Llena un recipiente lo bastante grande o el fregadero con agua tibia.
2. Coge la maceta de tu planta colgante y, con mucho cuidado, dale la vuelta sujetando el sustrato para que no se caiga.
3. Sumerge las hojas de la planta suavemente, y déjalas así unos segundos antes de retirarlas, dejando que gotee la mayor parte del agua.
4. Ponla a secar después en alguna zona en que no se queme ni acumule demasiada humedad.

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