Cómo reducir la huella ecológica

Cómo reducir la huella ecológica

La huella ecológica se define como la forma de medir la dependencia que tenemos de los recursos naturales, es un indicador del impacto que tienen nuestras actividades en el medio ambiente. Para reducir la ecológica puedes usar transporte y vivienda sostenible, tener una alimentación sostenible, entre más acciones.

En la actualidad, los seres humanos consumimos una mayor cantidad de recursos naturales al año de los que el planeta es capaz de producir en ese periodo de tiempo, lo cual conlleva un impacto ambiental que viene reflejado en la llamada "huella ecológica". Cada día más personas se preocupan por conocer su impacto o huella ecológica y si descubren que es elevada de forma negativa, entonces buscan las mejores formas para reducirla.

Si te interesa conocer algunas formas de mejorar en este aspecto tu día a día, en este artículo de EcologíaVerde explicamos cómo reducir la huella ecológica con unos sencillos consejos que podrás adoptar en vida diaria.

Qué es la huella ecológica y por qué reducirla

La huella ecológica es la forma de medir la dependencia que tienen los seres humanos de los recursos naturales de la Tierra, mediante el cálculo de la cantidad de servicios de la naturaleza que son necesarios para mantener un determinado estilo de vida. Es decir, la huella ecológica es un indicador del impacto que tienen nuestras actividades y elecciones en términos del terreno requerido para sostener el uso de recursos naturales asociados a dichas actividades. La unidad de medida utilizada para calcular la huella ecológica son las hectáreas globales, que miden la cantidad terreno biológicamente productivo (con una productividad igual que la media del planeta) o de agua necesarios para mantener nuestro estilo de vida.

La huella ecológica se puede medir para distintos grupos humanos, ya sea un país, una ciudad, un individuo o el planeta entero. Es una forma de comprobar la sostenibilidad de ese grupo humano, es decir, de si se puede mantener su estilo de vida y hábitos en el tiempo de manera indefinida sin comprometer dicha capacidad para las generaciones venideras o no. La sostenibilidad se da cuando ese estilo de vida se puede mantener en el tiempo, de manera que la demanda humana y la capacidad de cubrir esa necesidad por parte de la naturaleza coinciden (o si la segunda es mayor que la primera). En el caso contrario en que la huella ecológica superase la biocapacidad del sistema (esto es, que la demanda humana sobrepasase la oferta de la Tierra), estos hábitos no podrían ser mantenidos indefinidamente en el tiempo.

Te recomendamos este otro artículo de EcologíaVerde para profundizar en este tema de la Huella ecológica: definición sencilla. A continuación se expone una serie de medidas sobre cómo reducir la huella ecológica, atendiendo a diferentes aspectos, tales como los medios de transporte, la vivienda, los alimentos y bienes que consumimos y los hábitos de uso energético que tenemos.

Transporte sostenible

Se pueden utilizar alternativas sostenibles a los medios de transporte más contaminantes (motos y coches), como son la bicicleta, el transporte público, los patines o caminar. No conducir vehículos contaminantes puede llegar a reducir la huella ecológica de una persona hasta en un 20%. Además, la reducción del uso del transporte privado también lleva asociados beneficios como la disminución de los atascos y de la contaminación del aire. A su vez, a la hora de realizar viajes de distancia corta, es preferible utilizar medios como el tren o el autobús a un avión, ya que estos últimos emiten vapor de agua y óxido nitroso a elevadas altitudes, lo cual conlleva un impacto de entre 2 y 4 veces mayor magnitud que la emisión de CO2.

Aprende más sobre ello con este otro artículo acerca de Qué es el transporte sostenible.

Vivienda sostenible

Entre las medidas de fácil implantación se encuentran el uso de bombillas de bajo consumo, la instalación de paredes y techos aislantes y ventanas de doble cristal, así como la utilización de aparatos energéticamente eficientes (como grifos, inodoros o cabezales de ducha), muebles reciclados (de segunda mano o producidos de manera sostenible) y productos de limpieza que no sean tóxicos para el medio ambiente o la salud de las personas.

Hábitos de consumo y del uso de energías

Algunas acciones simples para reducir la huella ecológica mejorando los hábitos de consumo son:

  • Mantener el termostato relativamente bajo durante los meses de invierno y disminuir el uso de aire acondicionado en la época calurosa, además de preocuparse de mantener los filtros del aire acondicionado limpios para que este funcione con la mayor eficiencia posible, pueden ayudar a reducir la huella ecológica. En este post puedes conocer Cómo refrescar la casa sin aire acondicionado.
  • Desenchufar los dispositivos eléctricos cuando no están en uso, ya que en "stand by" siguen consumiendo energía.
  • Otras acciones dirigidas a la reducción de la huella ecológica pueden ser dejar secar la ropa de manera natural cuando sea posible, en vez de usar secadora, así como descongelar tanto el frigorífico como el congelador de manera regular.
  • En cuanto a los hábitos de consumo, se recomienda comprar bienes de segunda mano cuando sea posible, así como evitar los productos de un solo uso. Relacionado con este aspecto, es importante reducir o eliminar el consumo de plásticos de un solo uso (por ejemplo, bolsas, vasos de café o pajitas o cañas), utilizando alternativas como la tela o recipientes de metal.
  • Reducir el nivel de consumo tratando de dar una segunda vida a objetos que ya poseemos, reparar aquellos que no funcionen en lugar de comprar otro nuevo y, en general, consumir productos de calidad que tengan largas esperanzas de vida útil.
  • También es clave reciclar los desechos de cartón, papel, plástico, vidrio...
  • Reducir el consumo de agua dándose duchas más cortas y espaciadas en el tiempo y utilizando la lavadora y el lavavajillas exclusivamente cuando estén llenos. En este enlace puedes conocer Consejos para ahorrar agua en casa.

Alimentación sostenible

Se pueden implantar medidas como:

  • La compra de alimentos locales y de temporada, que no hayan sido transportados largas distancias hasta llegar a nosotros, reduciendo así la huella de carbono asociada a su producción y comercialización.
  • Comprar alimentos de producción ecológica que garanticen el mínimo uso posible de insecticidas y fertilizantes en su producción, los cuales son fuentes contaminantes para el medio y los organismos vivos.
  • En caso de ser posible, también resulta beneficioso para reducir el impacto negativo en el planeta el hecho de cultivar tu propia comida, como frutas y verduras, reduciendo así tanto la energía empleada como los desechos asociados a la producción de comida derivados de su transporte, su refrigeración y su embalaje.
  • Reducción del consumo de carne, ya que la industria cárnica es responsable de una cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero mayor que todo el sector de transportes. Se estima que la huella ecológica de las personas vegetarianas es la mitad que la de las personas que llevan una dieta omnívora con alto contenido en carnes y pescados.

Te animamos a leer este otro post acerca de la Alimentación sostenible: qué es y cómo lograrla.

Cómo calcular la huella ecológica

Para calcular la huella ecológica hay que tener en consideración diversas variables, lo cual puede complicar el proceso. Es por esta razón que existen varias páginas en Internet que ofrecen este servicio gratuito mediante una calculadora de la huella ecológica a nivel individual según los hábitos de la persona en cuestión. Para ello, se basa en las respuestas del usuario a unas preguntas en relación a:

  • La alimentación: cantidad de productos de origen animal que se consume normalmente, si los alimentos son procesados, si son de origen local o si vienen empaquetados.
  • El tipo de vivienda: cuántas personas conviven, las dimensiones del hogar, con qué acomodaciones cuenta, si es energéticamente sostenible o sus materiales de construcción.
  • Otros aspectos: el porcentaje del suministro eléctrico proveniente de fuentes de energía renovable, la cantidad media de basura que genera y los hábitos de transporte (número de kilómetros semanales de traslado en moto o coche, número de horas anuales de transporte en avión...).

Las respuestas a estas preguntas se ponderan, dando lugar a resultado numérico sobre cuántos planetas serían necesarios para proporcionar los recursos naturales que cubran esas necesidades si todas las personas llevasen ese mismo estilo de vida.

Otra forma de calcular la huella ecológica es mediante una de las numerosas ecuaciones existentes: una representada en la ecuación como EF por las siglas del término en inglés "Ecological Footprint", a nivel de nación, como la propuesta por Tiezzi y colaboradores en su artículo científico, la cual es:

EF = ΣTi/Yw x EQFi

En este cálculo de la huella ecológica, Ti es la cantidad de cada producto i que se consume en el país (medido en toneladas al año), Yw es la media de producción anual de cada producto i, y EQFi es el factor de equivalencia para cada producto i, esto es un factor que sirve para convertir un determinado área de terreno en las unidades de hectáreas globales en las que se mide la huella ecológica. Estos factores no son estáticos, sino que varían según el año y el uso del suelo. Existen, a su vez, factores de la cosecha que tienen en cuenta los mayores o menores impactos que tienen diferentes tipos de terrenos en el cálculo de la huella ecológica. La ecuación de Tiezzi compara la cantidad de bienes consumidos por un país en relación a la producción mundial media de dichos bienes.

En el vídeo de aquí abajo puedes encontrar más información sobre qué es la huella ecológica y cómo se calcula.

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