En los laboratorios de muchas empresas que distribuyen cosméticos, alimentación, medicamentos y otros materiales se realizan test para poder probar su seguridad y para mejorarlos. El gran problema de esta práctica se da en que no solo se realizan pruebas con personas voluntarias en experimentos inocuos, como probar los distintos sabores de chicles, sino que para poder demostrar que un producto no va a dañar la salud o a causar otros problemas, con pruebas que no suelen ser inocuas, se usan animales. Como ya se ha demostrado en infinidad de informes y documentales, los animales son sometidos a pruebas en las que sufren daños, por lo que son conocidas como pruebas con crueldad animal.
Como estos animales no pueden decidir si participar en este proceso y son maltratados, cada vez hay más conciencia a nivel mundial y la gente busca alternativas. Por este motivo, en EcologíaVerde te contamos cómo saber si un producto está testado en animales o no, así podrás elegir.
Cómo se realiza el testeo en animales
¿Cómo se prueban los cosméticos y los medicamentos o cualquier producto que se comercialice? Los hay que deben ser testados por ley, ya que están directamente relacionados con la salud pública, en cambio otros son probados sencillamente por mejorarlos.
Aunque sí hay productos que los prueban directamente personas voluntarias, por ejemplo para mejorar el sabor de determinado alimento como las patatas en bolsa o los chicles que son pruebas que no producen daños, la mayoría de productos son testados en animales. Principalmente son probados en animales fáciles de manejar, como las cobayas o conejillos de indias, los perros, los gatos, las gallinas o los conejos, así como en los que además son muy semejantes a los humanos, como los cerdos y los monos.
Las pruebas en estos animales se realizan en laboratorios y se observan las distintas reacciones en la piel, en el pelo, en el funcionamiento de los órganos, en el comportamiento, etcétera, al ser aplicados los químicos o productos a testar de forma directa en la piel, en gotas en los ojos u oídos o por vía intravenosa o intramuscular, entre muchas otras formas de experimentación.
Muchas personas consideran que las pruebas relacionadas con asegurar la salud de personas y otros animales pueden entenderse, pero que los relacionados con las mejoras, sobre todo las estéticas o de sabores, no son comprensibles pues escapan de lo ético, mientras que hay quienes consideran que cualquier práctica de este tipo no puede justificarse de ningún modo, aunque sea por salud.
Qué hacer para acabar con los productos testados en animales
Los problemas de esta práctica son muchos, sobre todo a nivel ético y moral. Por ejemplo, según las últimas encuestas realizadas por la UE, en todo el mundo hay unos 15 millones de animales al año que sufren crueles pruebas para demostrar la seguridad de productos cosméticos. Estas cifras son solo de la industria cosmética, por lo que habría que añadir la farmacéutica, la alimentaria, etcétera.
Lo cierto es que debido a la polémica de este tema, ya que desde hace años se reconoce esta práctica como maltrato animal y este es un tema que ha aumentado en importancia para la sociedad gracias a la conciencia que se ha ido adquiriendo, la UE comenzó a prohibir esta práctica en la industria de los cosméticos. En el año 2009 se implantó la ley que hizo ilegal experimentar con cosméticos en animales en toda la Unión Europea o la venta o la importación de ingredientes para cosméticos que hayan sido testados en animales. Más adelante, en 2013, se incluyó a los productos que se tuvieran que probar por posible toxicidad.
No obstante, para que se implante debidamente, hay 10 años de prórroga hasta que se puedan realizar todos los cambios necesarios en las empresas, durante los que se pueden seguir realizando pruebas de este tipo. Además, las marcas que demuestren que no pueden tener otro sistema fiable que garantice la salud del público podrán seguir realizando estos test. Por tanto, aunque la UE está trabajando en este asunto, todavía queda mucho por hacer y más aún a nivel mundial.
Por suerte, los ciudadanos de a pie podemos poner de nuestra parte para ayudar a reducir estas prácticas en todo el mundo. Además de colaborar con asociaciones y plataformas diversas que luchan para lograrlo, podemos identificar las marcas que realizan estas pruebas y evitar consumirlas, optando por productos marcados como cruelty free, lo que indica que están libres de crueldad hacia los animales.
Cómo saber si un producto ha sido testado en animales o no
Conocer qué productos se testan en animales y cuales no te ayudará a poder realizar más gestos cotidianos para respetar la vida de los animales. La forma más fiable de saber si un producto está testado en animales o no es identificar los que seguro que no lo están. Concretamente, los distintos gobiernos en todo el mundo ofrecen garantías en ciertos productos, otorgándoles un sello de libre de crueldad animal. Estos logos o sellos cambian según el país y, por supuesto, hay lugares en los que todavía no existen.
Así, se puede identificar un producto libre de crueldad animal o no testado en animales porque en el envase, ya sea debajo, detrás o en un lateral, hay un logo o símbolo de "no testado en animales". Este sello puede ser como los de la imagen de abajo o similar, pero no solo los que indican "cruelty free" o "not tested in animals" son libres de estas prácticas, ya que también los productos con sello vegano están libres de crueldad hacia los animales en todo su proceso de fabricación, hasta llegar al usuario.
Además, como contamos más adelante, hoy en día existen aplicaciones para móviles que te permitirán reconocer estos productos que respetan la vida animal.
En cambio, los productos que no llevan estos símbolos, mayormente pero está claro que no todos, han sido fabricados con la experimentación en animales como parte de su proceso o, al menos, algunos de sus materiales o ingredientes han tenido este tipo de pruebas en su fabricación. Así, que si ves un producto sin sello de alguno de estos tipos, puedes sospechar su relación con este tipo de experimentación. Aunque, hay que tener en cuenta que no es 100% seguro, pues en algunos países los gobiernos otorgan estos símbolos a marcas que cumplen las normas pero que, además, pagan tasas extras por recibirlos y algunas empresas optan por no pagarlos y, por tanto, no obtenerlos.
Apps de productos cruelty free
Actualmente, tenemos la suerte de contar además con aplicaciones para smartphones, tanto iOS como Android, que nos indican qué productos son cruelty free o libres de crueldad animal, para que podamos optar por aquellos productos que no hacen pruebas en animales, ya sea en compras online como en tiendas físicas. Puedes probarlas y ver cuál es la que encaja mejor contigo, pero ten presente que algunas de estas apps son gratuitas, al menos en algunos países, mientras que otras son de pago.
Las mejores apps de productos no testados en animales
- Cruelty cutter (gratuita).
- Bunny free (gratuita).
- Choose crulety free (gratuita).
- Cruelty-free.
- Happy Bunny: Shop Cruelty-free.
- SAFEshopper Cruelty-free NZ.
Todas ellas cuentan con diferentes sistemas para detectar los productos de este tipo, pues se puede buscar por marcas, por categorías de productos, escanear el código de barras, etcétera.
Qué marcas experimentan con animales y cuáles no
Como realmente es más fiable identificar las marcas y empresas que no realizan estos test en animales, la asociación sin ánimo de lucro AnimaNaturalis ha creado unas listas de productos NO probados en animales en España y en México que te ayudarán a conocer las marcas en las que puedes confiar en este sentido. Puedes ver las listas en su web ConsumÉtico.
Además, otros organismos como la American Anti Vivisection Society ofrecen listas de productos cruelty free en América, como la que puedes encontrar en este enlace. También hay disponible gracias a Animal Friends Croatia una lista de productos no testados en animales en Croacia.
Respecto a conocer qué marcas sí experimentan con animales, son muchas ya las denunciadas por diversas plataformas, como grandes grupos empresariales y empresas de cosméticos, productos para el hogar, la higiene personal, como pañales para niños, champús y pastas dentales, etcétera.
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