Cómo se forman los tsunamis

Cómo se forman los tsunamis

Todos recordamos importantes tsunamis que han acontecido en estas últimas décadas, como el que devastó las costas de Sumatra y Sri Lanka, allá por diciembre del 2004 o el de Japón ocurrido en marzo de 2011 que desencadenó el desastre nuclear de Fukushima. Son bien conocidos los devastadores efectos que causan estos fenómenos y nos gustaría estar lo más lejos posible de ellos, pero, ¿a qué se deben? Si tienes la curiosidad de conocerlo, en EcologíaVerde te explicamos cómo se forman los tsunamis. ¡Sigue leyendo!

Qué son los tsunamis

Un tsunami o maremoto es una ola o un grupo de olas gigantes con una gran energía, creadas por movimientos bruscos que se producen en los fondos marinos. El término tsunami es de origen japonés y significa “gran ola en el puerto o bahía”.

Son muchos los que se han formado a lo largo de la Historia, pero no cabe duda que los más recientes han sido desastres naturales realmente terribles. Nos referimos a los mencionados al inicio, el que se dio en Sumatra y Sri Lanka, en diciembre del 2004, y el que se produjo en Japón en marzo de 2011.

Cómo se originan los tsunamis - explicación sencilla

En primer lugar, para explicar cómo se forman los tusnamis, debemos tener en cuenta que la superficie de la Tierra está hecha de inmensas placas, denominadas placas tectónicas. Algunas de ellas forman los continentes y otras el fondo de los océanos. Esas placas se mueven y se deslizan lentamente sobre las rocas blandas del manto, situado bajo la corteza terrestre. Hay ocasiones en las que estas placas debido a su movimiento se separan, y ocasiones en las que se juntan hasta llegar a colisionar. Esos movimientos son los causantes de fenómenos como terremotos, erupciones volcánicas o desprendimientos.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con los tsunamis? Es sencillo, cuando estos movimientos que te comentamos anteriormente son movimientos que se producen en las placas oceánicas, es decir, en el fondo del mar, se pueden formar terremotos marinos y, por tanto, desencadenar un tsunami.

Si quieres conocer el proceso más en detalle te lo describimos a continuación, toma nota.

Las fases de un tsunami

Los tsunamis evolucionan en tres fases generales:

Generación del tsunami

Esta fase hace referencia al apartado anterior en el que se produce la perturbación del fondo marino. La altura que puedan llegar a alcanzar las olas depende de diversos factores, como la magnitud y la duración de la perturbación, la velocidad o la profundidad del mar.

En el caso del tsunami de Sumatra, las placas cedieron provocando que el fondo marino se deformase bruscamente produciendo un levantamiento que empujó el agua hacia arriba formando una columna de 3 metros de altura al momento de formarse.

Propagación

En esta etapa se propaga la energía que se ha generado en el fondo marino a causa de la perturbación hasta la costa. En la superficie las olas del tsunami avanzan a gran velocidad, la cual depende de la profundidad del océano; a mayor profundidad, mayor velocidad. De nuevo tomando como ejemplo el tsunami de Sumatra, como este se originó a 4.000 metros de profundidad, sus olas alcanzaron una velocidad de 700 km/hora.

Algo característico de los tsunamis es que conforme estos se acercan a la costa el mar se hace menos profundo y el agua se retira dejando un hueco delante de la columna de agua. Las olas crecen en altura y grosor, volviéndose olas gigantes.

Inundación

Las olas han alcanzado su tamaño máximo, 20 metros en el tsunami de Sumatra. Estas alcanzan la costa inclinándose hacia ella para posteriormente romper y penetrar hasta varios cientos de metros tierra adentro devastando todo lo que encuentra a su paso. Las olas del tsunami pueden llegar con varios minutos de desfase entre una y otra.

Cómo prevenir los tsunamis y protegerse de ellos

Para nuestra "tranquilidad", y lo resaltamos entre comillas porque ante fenómenos de la naturaleza de este calibre nuestra tranquilidad radica en poder detectarlos a tiempo y ponernos a salvo, puesto que no se pueden evitar; en el océano Pacífico hay instalaciones dedicadas a la detección de estos tsunamis para limitar los efectos que se puedan producir. Estas instalaciones para detectar tsunamis cuentan con:

  • Un detector colocado en el fondo del océano que puede detectar un ascenso de la superficie del océano de pocos centímetros.
  • Boyas emisoras ancladas en el fondo del océano para recoger las señales del detector y enviarlas al satélite.
  • El satélite, que capta la información proporcionada por la boya y las transmite al centro de alerta de tsunamis en Hawái.
  • Un mareógrafo que detecta los cambios de nivel del océano de forma que cuando el agua se retira antes de la llegada del tsunami, hace sonar las sirenas.
  • La estación sismológica: Se trata de un laboratorio equipado con sismógrafos que detectan los terremotos. Todas las estaciones están conectadas con el centro de alerta.
  • El centro de alerta de tsunamis, situado en la isla de Hawái. A este centro llega toda la información recogida por los sismógrafos, los detectores submarinos o los mareógrafos. Al menor indicio de un tsunami se envían partes de alerta a todos los países que estén expuestos al tsunami.
  • Diques: En algunas islas de Japón se han construido estas estructuras para atenuar la energía de las olas de los tsunamis.

Otros dos puntos importantes a la hora de protegerse contra los tsunamis son:

  • Manglares, zonas plantadas de mangles (arbustos o árboles leñosos) que forman una vegetación muy densa junto a la costa y que desempeñan un importante papel cuando rompen las olas, frenando un poco su fuerza.
  • Preparar a la población. En cuanto suenan las sirenas o se notifica la alerta por radio, los habitantes huyen hacia el interior, es decir, lejos de la costa o se dirigen a lugares elevados.

Tras el tsunami de Sumatra, los países decidieron crear un centro de alerta en el océano Índico. Las primeras boyas de detección se colocaron en julio de 2005.

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