Consejos para ser ecológicos en nuestro bar

Si, además, eres el propietario de uno de estos negocios, te interesará saber que el sector ecológico ha crecido muchísimo en volumen, especialmente en países como España. Eso quiere decir, que además de las innumerables ventajas que comportará, es muy posible que ganes en clientela si ellos se dan cuenta de que pones en práctica un compromiso real con el planeta. En un próximo post, te daremos una serie de recomendaciones para montar tu propio negocio ecológico, como bares de tapas ecológicas. Aunque en tu bar o restaurante se sirva comida tradicional, en realidad, es muy poquito lo que tendrás que hacer para implementar la “filosofía verde” en tu bar, muy necesaria, por muy pequeño que sea éste.

En primer lugar, revisa la lista de proveedores. Quizá sea el momento de pensar estas marcas a las que compras ponen en práctica un comportamiento sostenible. Intenta colaborar con las empresas que más miren por la ecología para contribuir asimismo a potenciar este valor. También encontrarás mucha información sobre asociaciones u organizaciones que pueden ofrecerte programas ecológicos de gran interés para tu bar.

Usa siempre que puedas productos autóctonos para ahorrar al medio ambiente el dióxido de carbono derivado de los largos traslados, lo que, además, puede ser un punto extra de atracción para tu negocio. Propónte, comprar alimentos locales, que se produzcan a pocos kilómetros de tu bar. Igualmente, si puedes comprar las bebidas producidas en tu ciudad, muchísimo mejor. Aprovecha las frutas y verduras de temporada para integrar al menú. También es un punto a valorar que entreguen el género con pocos envases en plásticos y vidrios, pues además de reciclar, es mejor si intentamos generar menos residuos.

Al hilo de lo anterior, puedes empezar a integrar en tu menú alimentos que se hayan cultivado con técnicas ecológicas. Si éste contiene carne, infórmate bien de donde viene y no olvides impulsar los alimentos tradicionales.

Revisa la iluminación. Quizá sea hora de instalar lámparas de bajo consumo en el salón del restaurante, en baños, en la entrada, en cocinas, incluso mirar opciones para los letreros luminosos del exterior, si los tuvieras. No olvides apagar la luz cuando no sea necesario tenerla encendida; puedes aprovecharte de la luz natural colocando las mesas de forma estratégica, lo que es además mucho más agradable para el cliente. Si les da el sol directamente, coloca unas persianas o estores para que los clientes estén lo más cómodos posible. Otra opción es hacer uso de placas solares o comprar velas no contaminantes para hacer más especial los ambientes durante las noches y ahorrar un poco en electricidad, lo cual, además, tu factura agradecerá inmensamente.

Otra forma de ahorrar energía es a través de los electrodomésticos de la cocina. Si tienes que adquirir algunos nuevos, asegúrate de que tengan certificado ecológico y apaga siempre los equipos en el momento que no se están utilizando, incluso cuando están en modo stand-by. En el caso de las zonas que apenas se utilicen, como el pasillo que va al baño, sería buena idea instalar luces con detectores de movimiento para evitar que estén siempre encendidas; igual que en los servicios.

Ahora que llega el verano, intenta reducir el consumo de aire acondicionado, que además no es bueno ni para tu salud, ni para de tus trabajadores o clientes. Puedes aprovechar las temperaturas más bajas del final del día para ventilar y refrescar tu local y ayudarte de elementos auxiliares, como sombrillas o ventiladores para usar menos el sistema de aire acondicionado. Apágalo cuando la sala esté suficientemente fría, intentando que la temperatura sea fresca, pero sin abusar.

En invierno, intenta controlar igualmente el uso de la calefacción con elementos como alfombras, gruesas cortinas o lámparas de calor solar. Asegúrate de que todas las ventanas están bien aisladas y que no entra frío ni aire por ellas.

Otra idea, al igual que lo hacemos en casa, es intentar aprovechar el agua al máximo. Es conveniente controlar que no tenemos ninguna fuga (grifos que gotean, etcétera) y que no estamos desperdiciando agua. Igualmente, instala un sistema eficiente en los servicios para que no se consuma tanta agua cada vez que los clientes tiren de la cadena, al igual que los grifos, que pueden tener un sensor para evitar que alguno se quede abierto y pierda grandes cantidades de agua. Pon el lavavajillas sólo cuando esté lleno y asegúrate de que los trabajadores no dejan el grifo abierto durante más tiempo que el necesario.

Una educación correcta a los empleados es asimismo muy necesaria. Puedes dedicar algunas horas al mes a impartir interesantes cursillos ecológicos durante los cuales aprenderán muchísimo, instalar pósters y carteles en los espacios de trabajo con prácticas ecológicas y también en zonas como pasillos y baños.

Recicla siempre. Asegúrate de que todos saben perfectamente cómo reciclar de forma correcta y que los contenedores están bien señalizados y visibles para separar los materiales. En un bar o restaurante se producen muchos más desechos que en una vivienda, por lo que es aún más importante no saltarse nunca esta práctica.

Aunque no seas tú quien se ocupa de las decisiones principales, en realidad puedes hacer mucho trabajando en la hostelería. En primer lugar, puedes proponer a tu jefe/a o superior una serie de cambios para llevar un comportamiento más ecológico, exponiendo las enormes ventajas que esto conlleva. Tú mismo puedes prestar más atención y evitar llevar a cabo prácticas anti-ecológicas, como dejar el grifo corriendo, olvidar apagar una luz o un electrodoméstico, derrochar materiales o materias primas, etcétera.

Igual que es preciso tener un comportamiento sostenible desde casa, también lo es cuando salimos a cenar o a tomar algo. Es muy sencillo tener cuidado con el agua cuando vayamos al baño, pedir que quiten el aire acondicionado si está demasiado fuerte o no derrochar servilletas de papel. Además, podemos pedir que no nos cambien el plato si no es necesario o usar el mismo vaso para tomar otro vino u otra cerveza, así como conservar los mismos cubiertos. Por otra parte, no está de más saber qué bares y restaurantes de nuestra zona llevan a cabo prácticas ecológicas o se preocupan más por el medio ambiente para acudir a divertirnos en ellos más a menudo.

Si necesitas muebles o materiales nuevos (incluso electrodomésticos) pon en práctica la tercera “R” y reutiliza. Encontrarás grandes gangas y estarás contribuyendo a que no se construyan tantas, ya que aprovecharás lo que ya han usado otros, pudiendo ahorrar además muchísimo dinero. En el caso de que tengas que adquirir mesas y sillas nuevas y te preguntes qué materiales son más ecológicos, puedes usar estos:

• Bambú. Muy elegante y resistente, podrás usarlo sobre mesas y sillas.
• Cáñamo. Renovable, reciclable y biodegradable, además ¡crece muy rápido!
• Algodón orgánico. Puedes optar por este material en el uniforme de los empleados, en manteles, toallas o servilletas.
• Corcho. Como sabes, para obtener corcho no se daña al árbol en sí, así que será genial para usar en diversos utensilios de cocina.
• Los platos y vajilla puedes adquirirlos de vidrio o madera recicladas.
• Si necesitas algún mueble o artículo en plástico, asegúrate que éste sea reciclado.
• Sé original y construye algunos muebles con palets para recortar, además, en costes.

En el caso de que aún no hayas empezado a montar tu bar o restaurante o que quieras renovarlo, sería una idea fantástica informarte a través de una asociación porque hay muchísimas formas de ayudar al planeta desde tu bar: por ejemplo, adquiriendo suelos de madera certificada, ventanas de eficiencia energética, algunos equipos que usen energía solar, techos refractantes y un largo etcétera.

Propónte destinar un porcentaje del dinero que ganes a alguna asociación o misión ecológica. No tiene por qué ser mucho, especialmente si tienes un negocio modesto, pero fijarte un porcentaje simbólico puede hacer mucho por el medio ambiente.

Fíjate retos ecológicos, algunos de ellos pueden ser compartidos por tus empleados. Apuntad el gasto de agua, de energía, los residuos, etcétera y reuniros para ver cómo podéis hacer para disminuirlos. Si sigues esta lista, estarás cambiando una serie de cosas muy importantes en tu local de cara a la sostenibilidad.

Usa papel reciclado en el papel higiénico, libretas para los empleados, carta del menú... los árboles del Planeta te lo agradecerán.

No estaría de más imprimir una nota o frase ecológica en tu menú para ayudar a concienciar a los clientes. Muchos ya lo tendrán en cuenta en su vida, otros lo ignorarán, pero en un restaurante o bar en el que pasa mucha gente, concienciar a una sola persona puede llegar a ser importantísimo.

Realiza eventos de concienciación ecológica para divertir y "educar" a tus clientes. Por ejemplo, puedes hacer "la noche de los cocktails con ingredientes 100% ecológicos", o una cena que use sólo materiales y alimentos “verdes”. También puedes organizar un concurso de pintura con temática ecológica y medioambiental para decorar con el cuadro del ganador una de las paredes de tu bar o restaurante y una infinidad de ideas que no sólo darán vidilla a tu negocio y te situarán por encima de la competencia, sino que tendrás la satisfacción de estar poniendo tu granito de arena con tu comportamiento responsable.

Si usas gran cantidad de aceite, no olvides reciclarlo una vez usado. Hay muchas compañías que sabrán utilizarlo y sobre todo, ¡no lo tires por el fregadero! Puede ser muy contaminante.

En caso de que sirvas ensaladas o verduras en tu menú, puedes cultivar tus propios productos. Sería todo un honor para tus clientes poder comer algo tan natural -¡y libre de pesticidas!- y seguro que estarían encantados de pagar por ello. Esta práctica, si te has organizado bien, apenas te costará un esfuerzo o dinero extra.

Intenta usar cada vez menos los manteles y servilletas de papel. Sabemos que, en un negocio como la hostelería, pueden ser muy prácticos, pero para fabricar servilletas o manteles de papel se necesitan muchas lejías y limpiadores químicos. Es mejor no elegir los que son completamente blancos y quizá puede ser una buena idea sustituir tus manteles de papel por unos bonitos de tela -los clientes los encontrarán más agradable, ya que da más sensación de elegancia a la mesa-, así como servilletas. Si tu restaurante no es muy grande, con una lavadora al día podrás lavarlo todo y no te costará una gran dosis de trabajo extra, además ahorrarás en costes porque, tras la compra inicial, puedes usarlos muchísimas veces.

Aunque todos sabemos que, para un bar o restaurante, los hielos son muy necesarios, intenta ser responsable con su uso y no derrocharlos. Piensa que hacer hielos nos cuesta energía y agua y es una pena que todo eso se acabe tirando por haber calculado mal.

Es el truco más viejo del mundo, pero funciona: poner un ladrillo o cualquier cosa en la cisterna de cada baño para que ocupe espacio y ésta no se llene hasta el fondo cuando necesite recargarse. Con esta simple astucia, estás ahorrando muchísima agua al cabo de una semana desde tu restaurante.

Es importante limpiar bien al final de la jornada para que tus equipos te duren mucho más, pero no siempre es necesario usar productos químicos para eliminar la grasa acumulada durante todo el día. Limón, bicarbonato y vinagre son tres productos naturales económicos que pueden hacer mucho en la limpieza de tu local. Ve eliminando poco a poco todos los productos tóxicos.

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