Cuántas lunas tiene Saturno

Saturno tiene muchísimas lunas y presentan muchas variedades. En tamaño, tenemos desde lunas con solo unas pocas decenas de metros, hasta el gigantesco Titán, que representa el 96% de toda la materia que orbita al planeta.

Las lunas de Saturno se clasifican en diferentes grupos en función de la forma en la que orbiten alrededor del planeta (distancia a la que orbitan, sentido, inclinación, etc.). Existen más de 150 pequeñas lunas que están inmersas en sus anillos (llamados satélites de anillo), junto con las piedras y partículas de polvo que los conforman, mientras otras lunas son exteriores a ellos y orbitan a diferentes distancias.

Es complejo establecer con precisión cuántas lunas tiene Saturno actualmente. Se calcula que tiene más de 200 lunas, sin embargo, son 83 las que podríamos considerar realmente como lunas al tener éstas órbitas conocidas y situarse en el exterior de sus anillos. De estas 83, solamente 13 tienen un diámetro relativamente grande (mayor de 50 kilómetros).

Se podrían descubrir más lunas con el paso de los años. Uno de los últimos descubrimientos, en el año 2019, añadió a la lista nada menos que 20 satélites más.

Muchas de las lunas de saturno muestran paisajes que no se parecen en nada a los que tenemos en la Tierra, si bien algunas podrían albergar algún tipo de vida. A continuación, te acercamos más a algunas de las más llamativas.

Titán es una enorme luna helada cuya superficie permanece oculta bajo una atmósfera densa de color dorado. Es mucho más grande que la Luna e incluso que el planeta Mercurio. Se trata de la segunda luna más grande del sistema solar tras una de las lunas de Júpiter, llamada Ganímedes.

Además de por el tamaño, destaca por ser el único cuerpo celeste (a parte de la Tierra) que tiene en su superficie masas de líquido permanente. Titán tiene ríos, lagos, mares y también nubes desde las que precipita metano y etano, constituyendo un ciclo similar al del agua en nuestro planeta.

En los mares más grandes podrían existir formas de vida que usen elementos químicos distintos a los que estamos acostumbrados. Por otra parte, bajo la gran corteza de hielo que posee Titán, encontramos un océano compuesto principalmente por agua que también podría albergar formas de vida a escala microscópica similares a las de la Tierra.

Lo más característico de Encélado es que podemos hallar unos penachos enormes de agua salada que emanan, a través de unas fracturas, del interior del océano subterráneo que hay bajo su corteza helada.

Estos penachos dejan tras de sí un rastro de partículas heladas que consiguen ponerse en órbita formando uno de los anillos de Saturno. El resto cae de nuevo a la superficie en forma de nieve, haciendo posible que este satélite tenga la superficie más blanca y reflectante o brillante (albedo) de todo el sistema solar.

A partir de muestras de dichos penachos, se puede concluir la posible existencia de fumarolas hidrotermales similares a las del lecho marino de la Tierra que también arrojan agua caliente, además de la presencia de elementos químicos necesarios para la vida. Por tanto, Encélado tiene muchas probabilidades de albergar vida.

Rea, Dione y Tetis tienen una composición y un aspecto muy parecido: son cuerpos pequeños, fríos (hasta -220 ºC en zonas a la sombra) y carentes de aire (excepto Rea) que se asemejan a bolas de nieve sucia.

Estas tres lunas hermanas rotan al mismo ritmo que Saturno y siempre le muestran la misma cara. También son muy brillantes, aunque no tanto como Encélado. Se cree que están compuestas en su mayor parte por hielo de agua.

Como comentábamos anteriormente, Rea no está carente de aire: a su alrededor hay una atmósfera muy tenue llena de moléculas de oxígeno y dióxido de carbono (CO2). También sobresale Rea por ser el segundo satélite más grande de Saturno.

Imagen: windows2universe

Jápeto ocupa la tercera posición en tamaño de los satélites de Saturno. Se divide en dos hemisferios muy diferentes: uno claro y otro oscuro, siendo esto uno de los mayores misterios del sistema solar.

También sobresale su "cresta ecuatorial", que consiste en una cadena montañosa de 10 kilómetros de altura que rodea su ecuador.

Imagen: NASA / JPL / Space Science Institute.

La superficie de Mimas está repleta de cráteres de impacto enormes. El más grande, de 130 kilómetros de diámetro, ocupa casi un tercio de una de las caras de la luna, dándole un aspecto muy parecido a la Estrella de la Muerte de Star Wars.

También muestra siempre su misma cara a Saturno y es bastante pequeña (198 kilómetros de diámetro). Está más cerca de los anillos que Encélado.

Imagen: La Neta Neta

A diferencia de la mayor parte de lunas de Saturno, Febe es una luna bastante oscura cuyo origen se remonta a los inicios del sistema solar. Es una de las lunas más distantes de Saturno, orbitando a unos 13 millones de kilómetros del planeta, casi cuatro veces más lejos que su vecina más cercana, Jápeto.

Se desplaza en torno a Saturno en sentido contrario a la mayoría de los demás satélites (y, en general, del resto de los cuerpos del sistema solar). Se dice, por tanto, que su órbita es retrógrada.

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