Cultivo de tomate de árbol

Cultivo de tomate de árbol

Todos estamos acostumbrados al aspecto y sabor de la mayoría de variedades de tomate pero, si hablamos de los tomates de árbol o tamarillos, puede que algunos no hayáis oído hablar tanto de él.

El tamarillo, que también es conocido por muchos otros nombres como tomate de yuca, mango nórdico o tomate andino, es un tipo de tomate que crece en arbustos de hasta 4 metros de altura. Es originario de América del sur, aunque a día de hoy está mucho más extendido y su sabor es característico por su toque amargo y ácido, siendo muy popular el cultivo de tomate de árbol en Sudamérica y cada vez más en Europa.

En este artículo de EcologíaVerde vamos a enseñarte a cultivar tomates de árbol orgánicos en casa, para que puedas disfrutar de tus propios tomates ecológicos sin moverte de tu jardín o huerto.

Cómo sembrar semillas de tomate de árbol

Puedes plantar directamente las semillas de los tamarillos o tomates que compres. Sin embargo, si quieres maximizar sus posibilidades de germinar, es mejor plantarlo en primavera y seguir los siguientes pasos:

  1. Corta el tamarillo entero en vertical, y separa cada semilla con algo de pulpa junto a ella.
  2. Guarda las semillas y los restos de pulpa en un recipiente durante unos tres días. Remueve la mezcla dos veces al día.
  3. Lava las semillas y déjalas separadas y sobre un trapo o servilleta húmeda, a la sombra, hasta que empiecen a germinar.
  4. Prepara una maceta profunda con un sustrato con un buen drenaje. Se aconseja usar abono orgánico o humus. Evita los suelos arcillosos.
  5. Siembra la semilla germinada a una profundidad de entre 1 y 2 centímetros. Cúbrela con la mezcla y riégala. Deja la maceta en una ubicación de semisombra, en una zona con luz natural no directa.

Cultivo de tomate de árbol: cuidados básicos

El tomate de árbol no es un arbusto especialmente delicado, pero tiene algunos enemigos con los que debes ser especialmente cuidadoso. Estos son los cuidados básicos para el cultivo del tomate de árbol:

Temperatura

El tamarillo es un arbusto muy sensible a las heladas y las bajas temperaturas. De hecho, a temperaturas por debajo de los 10º C es muy probable que no sobreviva, por lo que se cultiva mejor en zonas templadas. El exceso de calor tampoco le favorece, y temperaturas por encima de los 24ºC también resultarán perjudiciales para la planta.

Riego

La sequía es el otro gran punto débil del tomate de árbol. Como la mayoría de plantas que requieren de humedad, es importante que el sustrato o tierra del tomate de árbol estén siempre húmedos, pero nunca encharcados, ya que esto provocará que las raíces se pudran y la planta enferme o sufra el ataque de hongos y plagas.

Abono para el tomate de árbol

Se recomienda abonar el tamarillo de forma anual, en otoño o primavera. Puedes servirte para ello de abonos orgánicos como el compost o el humus, y así mantener tu cultivo completamente orgánico y ecológico.

Poda del tomate de árbol

La poda debe realizarse una vez al año, ya sea a principios de primavera, antes de que empiece a producir flores, o a finales de otoño, cuando ya ha terminado de dar frutos. Limpiando el arbusto de ramas improductivas o enfermas ayudaremos a nuestra planta a destinar su energía y nutrientes a las partes más indicadas.

Luz

Esta planta agradecerá una zona en que reciba luz durante la mañana y las horas más suaves del día, pero no durante la tarde.

Como detalle final, cabe añadir que a veces los tamarillos pueden precisar de tutorado, debido al gran peso de sus ramas.

Trasplantar una tomatera de tomates de árbol: cómo y cuándo hacerlo

Cuando el plantel lleva aproximadamente un mes en la maceta en que lo plantamos, es un momento adecuado para trasplantarlo a su ubicación definitiva, que puede ser tanto el jardín como otra maceta de mayor tamaño, adecuada para un arbusto del tamaño que el tomate de árbol puede alcanzar.

Para el trasplante del tomate de árbol sigue estos pasos:

  1. Prepara un agujero de unos 30 centímetros de profundidad, ya sea en tierra o maceta grande.
  2. Coloca en él el plantel, que debes extraer junto con el sustrato cercano a sus raíces, y añade algo de abono a la mezcla.
  3. Finalmente, tapa el resto con tierra, y riégalo.
  4. Recuerda que es bueno elegir una ubicación donde no le dé directamente la luz del sol todo el día.

Aprende más en este otro post sobre Trasplantar una planta: cuándo y cómo hacerlo correctamente.

Enfermedades y plagas comunes del tomate de árbol

El arbusto del tomate de árbol es bastante susceptible de sufrir el ataque de hongos por exceso de riego o humedad. Por ello, debes ser especialmente cuidadoso al regarlo, y aunque es importante mantener su tierra o sustrato húmedos, no permitas nunca que se encharque. Si lo tienes plantado en maceta, retira inmediatamente el agua sobrante del plato tras el riego.

También puede sufrir de antracnosis, una enfermedad que hace que sus frutos se oscurezcan y sequen. Conviene retirar los frutos afectados y podar las ramas atacadas en cuanto los síntomas se detecten.

Hay otras plagas y enfermedades que pueden afectar a este cultivo, pero por lo general se pueden combatir con un abonado orgánico adecuado y con la revisión constante del estado de nuestros tamarillos.

Aprende más con este otro artículo de EcologíaVerde sobre Cómo combatir las plagas del tomate ecológicamente.

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