Desertificación: definición, causas y consecuencias

Desertificación: definición, causas y consecuencias

Aunque al hablar de desertificación lo primero que nos viene a la cabeza sea el desierto, en realidad, se trata de un proceso diferente, que tiene que ver con la productividad del suelo desde una perspectiva agrícola más que con la creación de un ecosistema de desierto, aunque se le llama así porque después de este proceso, tras pasar por su fase o nivel más grave, se acaba formando el ecosistema desértico, pues ahí es cuando empieza la desertización.

En cualquier caso, si quieres aprender y profundizar un poco más en qué es la desertificación, su definición, causas y consecuencias, sigue leyendo EcologíaVerde y te lo explicamos todo con detalle, ejemplos y fotos.

Qué es la desertificación: definición sencilla

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no es lo mismo hablar de desertificación que de desertización. En el caso de la desertificación, estamos hablando del proceso a través del cual un terreno pasa de ser fértil a estéril, es decir, se enfoca desde una perspectiva agrícola. Por el contrario, al hablar de la desertización, a lo que nos estamos refiriendo es al proceso por el cual un territorio pasa a convertirse en un desierto, sin que esto tenga que ver, necesariamente, con los procesos agrarios.

No obstante, hay que entender que, el proceso de desertificación por el que un terreno pasa a ser estéril, es el primer paso antes de la desertización, ya que, al ser un suelo estéril en el que no crece la vegetación, el proceso natural es que el ecosistema termine convirtiéndose en un desierto. Sin embargo, es importante tener en cuenta que son procesos diferentes a pesar de lo parecido de su nombre y de su estrecha relación.

Principales causas de la desertificación

Las causas de la desertificación son varias, aunque, la mayoría de las veces, están relacionadas con la actividad agrícola que el ser humano ejerce en el terreno. Por lo general, el primer elemento que influye de manera directa es la deforestación del territorio, ya que al eliminar la masa de árboles y arbustos, el suelo se empobrece y sufre más la acción de la erosión al destruir la cubierta vegetal que se forma a partir de las hojas de los árboles.

Por otro lado, uno de los elementos que influye de forma directa en la desertificación de los suelos es un mal uso del agua. En este sentido, la sobreexplotación de los acuíferos, así como la sobreirrigación, puede conllevar la destrucción de los suelos fértiles, ya que la falta de agua, o la excesiva salinización de una irrigación elevada y continuada, termina rompiendo el equilibrio hídrico del terreno.

Además, el abuso del uso agrícola de los suelos también puede conllevar la desertificación del terreno. Cuando se practican monocultivos y no se deja tiempo de barbecho suficiente a los suelos, esto termina conllevando la pérdida de minerales y otros elementos necesarios para el correcto crecimiento de las plantas, lo que termina transformado los suelos que antes fueron fértiles en estériles.

Consecuencias de la desertificación

Hay que tener en cuenta que no todos los niveles o grados de desertificación son iguales. Por lo general, se considera que existen 3 tipos de desertificación según su gravedad a la hora de catalogar un suelo como en proceso o riesgo de desertificación:

  • Desertificación moderada: en este caso, se considera que la producción agraria del terreno ha descendido entre un 10% y un 25% de su productividad original.
  • Desertificación severa: la desertificación severa acontece cuando el proceso se sitúa entre una pérdida de la productividad del terreno entre el 25% y el 50%.
  • Desertificación muy severa: finalmente, la desertificación muy severa acontece cuando la pérdida de producción agraria se sitúa en más del 50%, lo que conlleva la manifestación de los primeros signos de desertización (convertir en desierto), tales como la formación de dunas o la presencia de terrenos áridos y completamente secos. Conoce más sobre este tipo de entornos con este otro artículo sobre un concepto muy relacionado, Qué es la sequía, sus causas y consecuencias.

Las consecuencias inmediatas de la desertificación es la incapacidad de poder cultivar nada en los suelos afectados, lo que conlleva problemas a la hora de disponer de alimentos suficientes para la población. Además, otro de los problemas que presentan estos suelos es su gran erosión, lo que hace que, en caso de lluvias copiosas, no sean capaces de retener el agua, lo que en muchas ocasiones termina en forma de torrentes, desprendimientos, corrimientos de tierra, inundaciones y cuantiosas pérdidas personales y materiales.

Posibles soluciones para la desertificación

Existen diferentes maneras de contrarrestar este proceso que se han aplicado con éxito en diferentes lugares. Sin embargo, la medida que se ha mostrado más efectiva ha sido la reforestación, ya que, al recuperar la masa arbórea, se recupera también el proceso de creación de la cubierta vegetal que sirve de sustento al suelo, lo que también permite el crecimiento de plantas de menor tamaño que contribuyen a la riqueza y solidez del suelo frente a la erosión.

Por otro lado, la eliminación de los monocultivos en favor de policultivos, así como ciertas técnicas de agricultura como el barbecho o la fertilización con composts naturales de las zonas afectadas, han conllevado buenos resultados a la hora de frenar el proceso de desertificación. No obstante, este tipo de técnicas, a pesar de sus buenos resultados, se han mostrado como insuficientes a la hora de evitar o revertir el proceso, por lo que, sin duda, la mejor solución posible, sigue siendo la reforestación de los terrenos adyacentes a los campos de cultivo.

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