Reciclar es una actividad cada vez más conocida y puesta en práctica en muchas viviendas a fin de paliar los problemas ambientales que afectan al planeta tierra actualmente. Esta tarea es sencilla y supone un mínimo esfuerzo, el único inconveniente que presenta y que puede dificultar el tratamiento de residuos en las plantas de reciclaje es la incorrecta separación de los residuos ya sea por despreocupación, desconocimiento o error. Uno de los errores más comunes son las equivocaciones a la hora de diferenciar la porcelana, del vidrio o el cristal, lo que conlleva que, en muchos casos, residuos de porcelana acaben en el contenedor incorrecto. En EcologíaVerde queremos ayudarte a resolver este tipo de dudas, por eso, en este artículo te contamos dónde se recicla la porcelana.
Qué es la porcelana
Para comprender en qué contenedor se recicla la porcelana en primer lugar será necesario conocer su composición. Así pues, la porcelana está compuesta principalmente por una mezcla de caolín, cuarzo y feldespato, minerales que se encuentran y obtienen de la naturaleza.
En el proceso de fabricación se realiza la mezcla de estos tres minerales con agua y se amasa, posteriormente se moldea la pieza y se cuece a una temperatura de 900°C a fin de eliminar las moléculas de agua y posibles sustancias orgánicas. A continuación se realiza el esmaltado, cubriendo la mezcla de porcelana con una película vítrea y por último se vuelve a cocer a una temperatura de 1.400°C. El resultado del proceso es la obtención de un material duro, translúcido y frágil conocido como porcelana, que se utiliza para fabricar vajillas lámparas, jarrones y otros muchos elementos de decoración.
¿Por qué no se elimina junto con el cristal o el vidrio?
El error más común debido a la similitud entre algunas de sus características y propiedades es confundir este material con el vidrio o el cristal. El cristal se compone de sílice, hidróxido de potasio y óxido de plomo. Este último elemento es el que lo diferencia de la composición del vidrio, el cual está formado por sílice, carbonato de sodio y caliza principalmente.
No obstante, el principal motivo por el que estos materiales no se pueden mezclar ni tirar en un mismo contenedor no radica en su composición sino en que la fabricación del vidrio se produce a una temperatura diferente a la de la porcelana y el cristal por lo que no se puede fundir en el mismo horno. De hecho, la mezcla de estos tres materiales en un mismo contenedor complicaría la producción del vidrio dando lugar a resultados deficientes, lo cual es una lástima dado que, actualmente el vidrio es uno de los materiales que se recicla de forma íntegra y permite el ahorro de materia prima y energía.
Dónde se tira la porcelana: gestión y tratamiento
De este modo, mientras el vidrio se tira en el contenedor verde en forma de iglú, la porcelana y el cristal (salvo ciertas excepciones) se deben depositar en el contenedor destinado al resto de desechos, el cual, suele ser de color gris. Este contenedor se utiliza para aquellos residuos que no se pueden reciclar, incluyendo desde pañales, papel sucio, polvo y compresas hasta restos de cerámica y cristales generalmente provenientes de platos, copas, vasos o bombillas.
El tratamiento que se aplica a los residuos almacenados en este contenedor consiste básicamente en su transporte a vertederos autorizados en los que, aunque los residuos no son aprovechados ni se les proporciona una segunda vida, al menos se consigue la degradación de la materia orgánica, lo que garantiza y posibilita la futura restauración y recuperación de la zona.
La porcelana es triturada junto con el resto de los residuos dispuestos en el contenedor gris a fin de conseguir una masa homogénea y reducir así el volumen de la basura. Además un tamaño pequeño puede beneficiar el proceso de descomposición anaerobia debido a que la entrada de oxigeno es prácticamente imposible. Por otro lado, también se puede aplicar la degradación aerobia, extendiendo los fragmentos triturados en capas muy extensas.
Es necesario mencionar que, la disposición de la basura en vertederos es el método más indeseable e irrespetuoso con el medio ambiente, ya que presenta muchos inconvenientes como son:
- Las emisiones de biogás.
- Malos olores.
- Filtración de lixiviados.
- Ocupación de grandes superficies de territorio.
- Impacto visual.
- Ruido y contaminación acústica.
- Deterioro de los espacios cercanos a la instalación.
- Proliferación de bacterias y animales propios de estos lugares.
Por lo que, a la hora de comprar un producto, es preferible elegir aquellos que son reciclables y por tanto, respetuosos con el medio ambiente.
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