Dónde tirar uralita con amianto

El amianto es un término que agrupa a una serie de minerales compuestos por hierro, aluminio y magnesio presentes en la naturaleza en distintas variedades.

Sus características, como la resistencia mecánica y a la abrasión, aislamiento térmico – acústico, baja conductividad eléctrica y resistencia al fuego y a agentes químicos, sumados a su bajo costo, han hecho que este material se utilizase en gran variedad de productos, especialmente en el sector industrial para la composición de fibrocementos.

Sin embargo, cuando se comenzaron a detectar problemas de salud e incluso muertes en trabajadores expuestos a este material, se comenzaron a realizar estudios y a plantear medidas que han ido evolucionando con el paso de los años, de forma que, hoy en día, su uso está prohibido por ley en muchos países.

En el siguiente artículo te explicamos más ejemplos de basura inorgánica como la uralita.

El amianto supone un peligro cuando se produce un contacto prolongado y se manipula el material, ya que, cuando este se fragmenta, sus fibras pueden introducirse en el sistema respiratorio dando lugar a problemas de salud. Además también pueden adherirse a la ropa, siendo capaces de transportarse y afectar a personas que no han estado en contacto con el material.

Existen tres tipos de enfermedades provocadas por el amianto, siendo todas ellas irreversibles:

• Cáncer de pulmón: es la primera causa de la muerte relacionada con los pacientes expuestos. Es una enfermedad con un periodo de latencia prolongado, es decir, la enfermedad se manifiesta tiempo después de la exposición al material.
• Mesotelioma maligno: es el cáncer que afecta a la pleura y el peritoneo, que son membranas situadas en la caja torácica encargadas de separar los órganos. Suele afectar a personas que han realizado trabajos con amianto al menos 30 años antes de su aparición, aunque en algunos casos también se ha desarrollado en personas con exposiciones muy leves.
• Asbestosis: se trata de una enfermedad crónica producida por la inhalación de fibras de amianto. Las fibras penetran en los pulmones e irritan el tejido, inflamándolo y provocando el engrosamiento y cicatrización del tejido pulmonar que dificulta la respiración.

Una vez que conocemos los peligros del amianto podemos comprender la importancia de proceder a una gestión muy meticulosa en aquellos residuos que contengan este componente.

Las pautas para realizar la retirada y gestión del amianto están reguladas por la ley, por lo que, será necesario contactar con empresas especializadas, inscritas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amiento) que garanticen el cumplimiento de las medidas de seguridad vigentes. Entre estas medidas recogidas en las normativas de amianto destacaremos:

• La formación de los trabajadores: estos deben conocer el peligro al que se enfrentan, los medios de prevención para minimizar la exposición, las prácticas más seguras y las exigencias en materia de vigilancia de la salud.
• Evaluación del riesgo: en él se incluye la necesidad de garantizar que ningún trabajador se expondrá a una concentración superior a 0,1 fibras de amianto por cm³ en 8 horas.
• Elaboración de un plan de trabajo: este plan define el tratamiento y gestión del residuo, proceso que comprende varias actividades como son la recogida, el almacenamiento, el transporte, el tratamiento final y eliminación, así como la vigilancia de los lugares de depósito. Para desempeñar cualquiera de estas operaciones, el gestor debe estar autorizado por la Comunidad Autónoma correspondiente.

Así es como debería ser el proceso de retirada de la uralita:

• Recogida: la recogida de residuos que contengan amianto se realiza de forma separada e independiente de cualquier otro tipo de residuo.
• Almacenamiento: el residuo debe ser almacenado, envasado en embalajes sellados y etiquetado, siendo el tiempo máximo de almacenamiento temporal de 6 meses.
• Transporte: el transporte se realiza en vehículos habilitados con la mayor rapidez posible, no siendo aconsejable superar un plazo de 24 horas entre la carga y descarga de los mismos. Además es necesaria la señalización tanto del residuo como del medio de transporte. Una vez se haya realizado la descarga, se examinará y limpiará el vehículo de forma adecuada.
• Tratamiento final en vertedero autorizado: son instalaciones para la eliminación de residuos habilitadas para la recepción, control y seguimiento del amianto sin olvidar que todas las operaciones que se desarrollen en el vertedero en el que los trabajadores estén expuestos al material deberán cumplir con los requisitos especificados por ley.

Por último, es necesario mencionar que la eliminación o retirada del amianto en vertederos no autorizados o en la naturaleza se considera un delito ecológico y es penalizado con multas e incluso penas de cárcel.

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