Eliminar las malas hierbas

Eliminar las malas hierbas

En el césped, entre las flores del macizo o junto a las hortalizas, las malas hierbas perjudican el crecimiento de las plantas cultivadas. Las malas hierbas son sólo plantas situadas en un lugar equivocado. En otras circunstancias algunas son valiosas, como los dientes de león, las ortigas o la valeriana roja. Sin embargo, en un jardín bien cuidado, además de resultar poco estéticas, compiten con las especies cultivadas por el espacio, la luz, el agua y los nutrientes, por lo que es necesario su control.

Formas de eliminar las malas hierbas

Existen diversos sistemas: la escarda o desherbado manual es la mejor opción para eliminar las que nacen entre otras plantas; cavar resulta ideal cuando se comienza un arriate o parterre nuevos; aplicar mulching es un método preventivo, y rociar herbicidas, lo más adecuado cuando la maleza ha cubierto una superficie importante.

La azada, la horquilla, el escarificador, el binador, el rastrillo o el paletín son herramientas válidas para la escarda manual, práctica cuando se trata de pequeñas zonas. Hay que arrancar todas la raíces para que las plantas no vuelvan a crecer. Repasar el terreno una vez al mes bastará para evitar que invadan los bancales o los macizos. Para no dañar a las plantas cultivadas hay que cavar de forma ligera, rascando 1 ó 2 centímetros. Lo mejor es hacerlo con tiempo seco y soleado. Los hierbajos arrancados pueden echarse al montón de compost pero, especies como la verdolaga, grama o juncia, es preferible destruirlas.

Malas hierbas que surgen a partir de semillas

En el césped las malas hierbas surgen a partir de semillas que llevan los pájaros o el viento y, una vez germinadas, se dispersan. La falta de alimentación regular, la sequía, el compactado del suelo y la siega muy apurada y frecuente pueden ayudar a su desarrollo. Si las hierbas son muy vigorosas será necesario retirar y volver a plantar las placas o zonas afectadas. Rastrillar antes de segar y levantar los tallos reptantes ayuda a frenar la expansión de las malezas. Si ya están presentes, pero poco extendidas, se eliminan con una horca manual. En caso contrario hay que utilizar herbicidas selectivos.

Eliminar las malas hierbas con fungicidas

Eliminar las malas hierbas no solo tiene un sentido estético. Estas plantas compiten con nuestros cultivos por el alimento, la humedad, la luz, el aire y el espacio. Algunas pueden actuar como huéspedes de plagas, virus y enfermedades fúngicas. Pueden reducir la cosecha de hortalizas de germinación y desarrollo lentos, como la cebolla y la zanahoria. También es importante tener en cuenta que provocan un rendimiento escaso de los árboles frutales y un retraso en el desarrollo de todo tipo de especies leñosas.

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