Evolución paralela: qué es y ejemplos

La evolución paralela ocurre cuando dos grupos emparentados en un mismo clado, pero considerablemente lejanos, desarrollan un rasgo similar entre ellos ante presiones medioambientales iguales. Sucede en poblaciones diferentes, por lo que la repetición de un genotipo o fenotipo pudiera parecer casi improbable, pero aun así sucede.

El resultado de dicha evolución es el desarrollo de estructuras funcionales y morfológicas, en respuesta a condiciones medioambientales y para adaptarse a las mismas.

La evolución paralela se presenta cuando condiciones medioambientales provocan o demandan que el organismo tenga nuevas estructuras para poder ser funcional en tal medio. Por lo tanto, algunas de las causas que aumentan la probabilidad de la evolución paralela son las siguientes:

• Selección natural: las diferentes presiones medioambientales seleccionarán a aquellos organismos que tienen ventajas adaptativas, mientras que aquellos que no las tienen perecerán. Los genes que serán favorecidos por la selección, tienen adaptaciones menos energéticamente costosas y por eso serán los que prevalecerán. Esta es considerada como la causa menos importante para llegar a la evolución paralela. Descubre Qué es la selección natural y ejemplos.
• Similitud en el entorno: la principal causa para que ocurra la evolución paralela es que dos grupos emparentados vivan en ecosistemas similares, aun cuando están en diferentes puntos geográficos. Esto se debe a que los linajes relacionados tendrán presiones similares que los llevarán a desarrollar modificaciones similares.
• Tamaño poblacional: cuando una población comienza a aumentar, ocurre un proceso de interferencia clonal, que provoca que haya un sesgo que privilegie a las mutaciones que tienen más ventajas selectivas, y que ciertos caracteres se expresen.
• Heterogeneidad mutacional: el material genético de un organismo no se mantiene siempre igual, sino que evoluciona con el tiempo para dar nuevos genotipos y fenotipos.

Existen varios ejemplos de evolución rápida. A continuación te presentamos algunos de ellos.

Patagio en colugos, petauros de azúcar y ardillas planeadoras

Estos animales tienen en común una delgada membrana llamada patagio que se extiende de las patas a los brazos, para formar algo similar a un paracaídas integrado. No sirve para volar propiamente, pero sí para planear. A pesar de que todos son similares y de que son mamíferos, cada uno pertenece a grupos distantes entre ellos. Los colugos pertenecen al orden Dermoptera, los petaruos o mejor conocidos como sugergliders son del orden Diprotodontia, y las ardillas planeadoras al orden Rodentia. El patagio fue desarrollado independientemente por cada grupo para adaptarse a su entorno, que es común a todos estos grupos. Este rasgo es una ventaja que les permite desplazarse de un árbol a otro sin tener que bajar al suelo donde abundan los depredadores.

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Buitres del Viejo y Nuevo Mundo

Podemos distinguir dos grandes grupos de buitres en función de su distribución geográfica. Los del Nuevo Mundo viven en América y los del Viejo Mundo en el viejo continente. A pesar de vivir en lugares diferentes, ambos tienen hábitos alimenticios iguales: son carroñeros que comen animales muertos en descomposición. También tienen caracteres físicos parecidos, donde podemos observar la cabeza desnuda y un estómago muy ácido. Podríamos pensar que se tratan del mismo grupo por lo similares que son, pero no es así.

Si bien, ambos grupos son aves pertenecen al orden de los falconiformes, están muy separados en cuanto a su parentesco cercano. Los buitres del Nuevo mundo son de la familia Cathartidae, a donde pertenecen también los cóndores, y los del Viejo Mundo pertenecen a la familia Accipitridae, grupo bajo el que clasifican las águilas. Pertenecen a un clado superior común, pero a grupos inferiores separados. Estas aves desarrollaron los rasgos similares entre ellos, porque tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo había animales en descomposición que podían ser consumidos, y ambos ocuparon el nicho disponible.

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Hojas de plantas

La evolución también puede observarse en plantas. El mejor ejemplo que podemos observar son las hojas. Por ejemplo, la clásica hoja en forma lanceolada puede verse en el eucalipto, laurel o en el olivo. Todas pertenecen a la clase Magnoliopsida, pero el eucalipto es de la familia Myrtaceae, el laurel de la Lauraceae y el olivo de la familia Oleaceae. Esta forma foliar les provee ventajas para la absorción de luz solar.

Ahora que ya revisamos la evolución paralela, consideremos la convergente. Esta ocurre cuando dos grupos desarrollan estructuras similares a los de otros grupos, por lo que podría confundirse fácilmente con la evolución paralela.

La clave para diferenciar ambas es que la evolución convergente presenta la analogía en grupos no emparentados entre ellos, mientras que la paralela ocurre en grupos lejanos, pero que están bajo el mismo clado, es decir, que son relativamente cercanos. Otra forma de explicarlo es que en la evolución convergente los descendientes son más parecidos entre ellos que con sus ancestros. Por otro lado, en la evolución paralela los descendientes y ancestros tienen siempre similitudes.

Podemos entender mejor ambos términos si nos fijamos en el nombre de cada uno. La evolución paralela consiste en dos grupos “paralelos” o cercanos que evolucionan en un rasgo similar, mientras que en la evolución convergente dos grupos que no son paralelos “convergen” o confluyen en un rasgo similar.

Ahora que ya sabes qué es la evolución paralela y ejemplos, te recomendamos este otro artículo de EcologíaVerde donde hablamos sobre la Evolución rápida: qué es y ejemplos.

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