Ideas para reciclar tapones de corcho

Ideas para reciclar tapones de corcho

Los tapones de corcho permiten hacer reciclaje creativo tan práctico como decorativo. Aunque conseguir el número necesario para hacer proyectos impactantes resulta complicado, como contrapartida su dificultad suele ser mínima.

En efecto, ponerse es sinónimo de lograr resultados espectaculares, y también es cierto que podemos hacer proyectos muy atractivos con un solo tapón o reuniendo unos cuantos, sin más complicaciones.

Eso sí, la paciencia es esencial, y para tenerla la ilusión por el proyecto no pude faltar. Con unos tapones de corcho sobre la mesa y la imaginación dispuesta a hacer de las suyas, será fácil forrar superficies, hacer figuritas, llenar contenedores de cristal o vidrio o, por ejemplo, hacer juguetes que encantarán los peques de la casa y a los no tan peques. A continuación, en EcologíaVerde te mostramos varias ideas para reciclar tapones de corcho. ¡Toma nota!

Forrar superficies con corchos

Los tapones de corcho son ideales para forrar bandejas, marcos de fotos, marcos de espejos, plantillas con forma de letras... Sea como fuere, podemos pegar directamente el tapón, tal cual, o cortarlo por la mitad para obtener un resultado menos almohadillado y lograr que nos cunda el doble.

También es divertido y original cortar los tapones a rodajas, dando especial visibilidad a aquellas que llevan impresos dibujos u otros grabados. Como puede verse en la imagen, jugar con corchos cortados y coloreados de forma aleatoria nos permite hacer un moderno corcho de pared para colgar notas y fotos.

Siempre que tengamos una base sobre la que pegar los tapones de corcho la tarea será sencilla. Costará lo suyo, pero si lo tomamos como una actividad relajante el tiempo será nuestro aliado.

Por otra parte, recortemos un patrón con forma circular, rectangular o adoptando cualquier otra forma y tras pegar los corchos obtendremos un salvamantel o posavasos decorativo y al tiempo muy práctico. Serán de gran ayuda en la cocina y en la mesa, pues el corcho es un gran aislante y soporta muy bien las altas temperaturas.

Rellenar espacios con corchos

Los tapones de corcho tienen un color de madera y un aspecto que los convierte en objetos decorativos que transmiten una sensación de confort. Su estética puede servir para rellenar jarrones y otros contenedores de vidrio, tanto al natural como pintados.

Igualmente, son idóneos para rellenar huecos en proyectos de reciclaje creativo. Tenerlos en cuenta como sustitutos de la pintura o de los retales de tela a la hora de animar o forrar superficies puede dar una gran personalidad a nuestras creaciones.

Hacer figuras y muñecos

Los tapones de corcho que suelen utilizarse para las botellas de cava o champagne tienen una forma ligeramente abombada en su parte superior, lo que nos facilita aprovecharla para transformarla en una cabeza, con su cuerpecito entero o su torso, según deseemos.

Unas orejas, ojos, nariz, patitas y rabo minimalistas confeccionados con cartón, alambre y similares los convierten en unos resultones ratoncitos. A partir de esta idea, simplemente echemos la imaginación a volar y vayamos a por el zoo completo...

Los corchos convencionales también se convertirán fácilmente en simpáticos muñecos si usamos nuestra magia personal. Combinados con los de vino espumoso o solos, permiten hacer muñecos increíbles, que cobran vida si añadimos unos ojitos. Y, ya rizando el rizo, por qué no, cojamos las agujas y pongámonos a tricotar para hacerles un indescriptible abriguito, tal y como muestra la imagen superior.

Cortarlos por la mitad y apilarlos formando formas geométricas nos ayudará a convertir un montón de tapones en un cuenco la mar de decorativo o en un contenedor de forma cuadrada o rectangular en el que guardar un sinfín de objetos.

Y, sea como fuere, si queremos pintarlos aprovechemos la porosidad del corcho para tintarlos con tintes naturales, como la henna o cualquier otro colorante natural, incluso con los posos del café.

Además de pintarlos podemos usar la técnica del tapón de corcho para pintar superficies de madera o paredes lisas pongamos por caso. Para conseguir un dibujo moteado, golpearemos suavemente con la base del tapón o lo rodaríamos en filas verticales a intervalos regulares, superponiendo luego en líneas diagonales. O por ejemplo, rodamos el tapón en una sola dirección y vamos formando dibujos según nos plazca.

Un mundo animado

Las agujas y las chinchetas también hacen buenas migas con los tapones de corcho. De este modo, usémoslos para guardar unas y otras en el cajón o en el costurero, a modo de alfiletero. Lo suyo es unir varios tapones, idealmente formando una figura o muñequito, por ejemplo. ¡Nada como lograr objetos funcionales y simpáticos, que nos dibujen una sonrisa y resulten útiles!

Si buscamos dar salida a unos cuantos corchos, convertirlos en muñecos es una opción que no falla. La expresividad es importante. No se trata tanto de ser perfeccionistas, sino de lograr expresiones que transmitan. Ensayemos distintos tipos de ojos expresivos y el éxito será nuestro.

Construcciones con tapones de corcho

Las figuritas pueden convertirse en piezas de ajedrez, damas o, por qué no, en un juego inventado por nosotros y, cómo no, si tenemos ganas de iniciar proyectos que hagan soñar a los niños, aprovechemos cajas de cartón o chapas de madera que nos sobren para crear un reino en el que habiten esos tapones transformados en divertidos personajes.

Con los tapones también será relativamente sencillo hacer casitas, castillos y otras construcciones. Incluso barquitos. En la imagen que abre el post vemos de qué manera tan fácil pueden convertirse tres tapones, dos gomas, un palillo y un trocito de espuma en un gracioso barquito. ¿Y ahora, qué tal si subimos a tan linda embarcación a uno de nuestros muñequitos?

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