Aunque puede parecer un material que no se recicle con la misma asiduidad que el vidrio o el papel, la madera es uno de los materiales que más se recicla y que más fácilmente puede llevar a cabo dicho proceso. El reciclaje de la madera tiene muchas ventajas y, además, constituye uno de los procesos de reciclado más sencillos que se llevan a cabo, ya que se trata de un proceso físico en el que no es necesario la introducción de materiales químicos que implicarían la contaminación del medio ambiente. Si quieres conocer un poco más sobre este proceso y las ventajas que tiene, así como la importancia del reciclaje de madera en general, sigue leyendo EcologíaVerde y te lo contamos.
Por qué es importante reciclar la madera
El reciclaje de cualquier materia es importante porque, mediante el reciclaje, se reducen las necesidades y la demanda de materias primas de primer uso. De este modo, tanto si se trata de papel como de vidrio, plástico o metal, cualquier proceso de reciclaje conlleva beneficios tanto medioambientales como económicos. Además, en la mayoría de los casos, el proceso de reciclado es más barato que la producción de materia prima inicial. En este sentido, hay que tener en cuenta que ciertos elementos como el transporte o la compensación medioambiental que requiere la extracción de materia prima de primer uso encarecen el proceso de obtener materia prima directamente de la naturaleza. Debido a esto, el reciclaje se presenta como una opción mejor en muchos casos. Si bien es cierto que, algunos materiales, como puede suceder con el papel o la madera, tienen una cantidad de procesos de reciclado limitada (debido a que las fibras se van degradando en cada proceso), el aprovechamiento de estos ciclos hasta agotarlos siempre es más rentable que desechar la basura desde el principio.
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta cuando se trata de la importancia del reciclaje de la madera es que, al reducir la demanda de madera gracias al reciclaje y reutilización de este material, se evita tener que destinar más cantidad de suelo a plantaciones. Actualmente, al menos en teoría, aunque no siempre se cumple, la madera que se usa en la mayor parte de la industria o el menaje procede de plantaciones que son realizadas de manera controlada para producir este material. Al reducir la cantidad de madera demandada al contar con madera reciclada, se evita tener que ampliar estos terrenos, lo que permite que una mayor cantidad de suelos se puedan dedicar a espacios naturales, tales como bosques.
Reciclaje de maderas usadas
Muchas personas piensan que la madera no se recicla o que, si se hace, es a una escala muy pequeña. Esto se debe a que, en nuestra vida diario, no contamos con un "cubo de madera" como sucede con el caso del cubo de basura orgánica, con el cubo de envases, o con los contenedores de vidrio o de papel. Sin embargo, esto se debe a que la madera no se usa abundantemente en las viviendas. No obstante, su uso en la industria es muy común y, precisamente por esto, es de aquí de donde procede la mayor cantidad de madera que se recicla.
Además, también hay que tener en cuenta que, aunque los ciudadanos no cuenten con un "cubo de madera", sí que deben llevar a los puntos limpios los muebles y otros objetos de menaje fabricados en madera. Estos residuos de madera que se recogen los puntos limpios (tanto fijos como móviles) son gestionados de forma que puedan ser reciclados, por lo que, en realidad, el reciclaje de madera es mayor de lo que puede parecer en un principio.
Cómo se recicla la madera
Una de las ventajas que presenta el reciclaje de la madera es que, salvo casos especiales, se trata de un reciclaje bastante sencillo. Lo primero que se hace cuando llegan objetos de madera a la planta de reciclaje es separarlos debidamente. De este modo, se eliminan tornillos, bisagras, láminas de melamina, o cualquier otro elemento que no sea propiamente dicho madera. A continuación, cuando ya se tiene la madera separada, esta se tritura hasta conseguir fabricar serrín o virutas de madera, que será la materia prima con la que se trabajará en la fabricación de madera nueva que pueda ser utilizable en las actividades humanas. Después, este serrín o virutas se mezclan con colas o resinas (se pueden encontrar tanto naturales como sintéticas) y se le da forma a la madera. Finalmente, esta nueva madera se corta en tableros, de forma que se obtienen tableros de conglomerado que pueden ser usados para multitud de funciones, desde actividades industriales a la fabricación de muebles entre otras muchas.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que no toda la madera que llega a las plantas de reciclaje se puede reciclar de forma efectiva. Por lo general, se recicla aproximadamente un 85% del total de la madera que llega a las plantas. El resto, debido a que no es viable para su reciclaje, pasa a ser usado en otras funciones. En la mayor parte de los casos, esta madera no reciclable se usa como combustible en la generación de electricidad mediante plantas de incineración. Así mismo, otra parte más pequeña, también puede ir destinada a la fabricación para compostaje, aunque es un uso mínimo en comparación con la cantidad que se recicla y la que se destina a las plantas de producción energética por incineración.
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