Una de las plantas más bonitas que existen y que alegran cualquier espacio son los lirios de agua o calas. Esta planta es original del sur de África, aunque en la actualidad se encuentra extendida tanto en regiones del sur de Europa como en Australia y América. Se trata de una planta que se cultiva como planta ornamental ya que, de hecho, se trataría de una planta tóxica en el caso de que fuera consumida por humanos o animales. Se suelen comercializar en forma de de ramos de flores ya cortadas, aunque también se puede encontrar como planta entera. Si quieres conocer los cuidados del lirio de agua sigue leyendo EcologíaVerde y te lo contamos.
Cuidados del lirio de agua
El lirio de agua, cuyo nombre científico es Zantedeschia aethiopica, y que también es conocida como cala, alcatraz, o planta cuna de Moisés, es una planta que necesita unos cuidados concretos para que esté sana y florezca. Cuando esto no es así, lo más habitual es que la planta no se muera, pero sí que no florezca, lo que hace que pierda gran parte de su atractivo.
Uno de los primeros cuidados que tenemos que tener en cuenta cuando se trata del lirio de agua o cala es que se trata de una planta de sombra. Es decir, es importante evitar la incidencia directa de la luz del sol, tanto sobre sus hojas como sobre sus flores. Lo más adecuado es un lugar con abundante luz ambiental, pero no luz solar directa. Como, por ejemplo, cerca de una ventana orientada de forma que no reciba los rayos solares de manera directa.
Respecto al riego hay que decir que se trata de una planta que necesita abundante agua, por lo que se recomienda regarla al menos un par de veces al día. Es fundamental evitar que el sustrato pueda secarse, ya que es una planta que no tolera la sequía.
La temperatura ideal para el lirio de agua o alcatraz está en torno a los 20 grados centígrados. No obstante, se trata de una planta que tolera sin demasiados problemas temperaturas más bajas. Esto significa que pueden sobrevivir a las temperaturas más bajas, pero no que muestren un aspecto sano, por lo que lo mejor será asegurarse de que siempre cuentan con una temperatura cercana a esta cifra.
Es recomendable abonarla una o dos veces al año con un abono orgánico. Para ello, las mejores fechas son principios de la primavera y finales del verano.
Significado del lirio de agua
El lirio de agua o Zantedeschia aethiopica es una planta que se asocia con diferentes significados, la mayoría de ellos asociados con la pureza y la espiritualidad. De hecho, se trata de una planta cuyas flores son usadas de forma general para adornar las tumbas el Día de los Difuntos en América Latina y otras partes del mundo.
Sin embargo, su significado quizá más conocido es el que está asociado a la historia de Moisés. Según cuenta la tradición, Moisés iba flotando sobre el río Nilo dentro de una canasta impermeabilizada con barro y brea donde su madre lo había depositado para que se salvara de la persecución que el faraón había ordenado contra los hijos de los hebreos. Sin embargo, cuando iba flotando sobre las aguas del Nilo, la cesta quedó encallada en una orilla del río, justo donde la hija del faraón se estaba bañando y lo encontró. A partir de ahí, la princesa egipcia adoptó al bebé y lo crió como si fuera su propio hijo.
Así mismo, según la tradición, las plantas que crecían a las orillas del Nilo y donde justo encalló la cesta del pequeño Moisés serían lirios de agua, lo que más adelante le valdría a esta planta el nombre de planta cuna de Moisés. A partir de esta historia, el lirio de agua o planta cuna de Moisés adoptó el significado de pureza y salvación que todavía conserva hoy en día.
Por qué mi lirio de agua tiene las hojas amarillas
Uno de los problemas más comunes que presenta la planta de cuna de Moisés es que sus hojas se tornen amarillentas. Cuando esto sucede, lo más normal es que el problema se deba a la falta de agua o a un exceso de frío. Como hemos comentado, el lirio de agua es una planta que necesita abundante agua y temperaturas en torno a los 20 grados centígrados. Cuando no se dan estas condiciones, lo más normal es que la planta sobreviva, pero que lo haga en peores condiciones. El primer síntoma de que dichas condiciones no son las adecuadas para el lirio de agua es que sus hojas se vuelven amarillas. En estos casos, lo mejor será cambiarla de sitio a un lugar más cálido y aumentar el riego para asegurarse de que la planta tiene todo lo que necesita para recuperar su vigor natural.
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