Los residuos más contaminantes y difíciles de separar del agua

Los residuos más contaminantes y difíciles de separar del agua

La actividad humana produce numerosas residuos y deshechos que de no ser tratados adecuadamente pueden contaminar nuestras aguas. De entre todos los residuos, unos son más fáciles que otros de separar. Aquellos más difíciles de separar y por tanto más contaminantes comparten unas características comunes como que o bien son muy solubles en agua, o bien que al ser de origen humano no existe una manera natural de degradarlos rápidamente y por lo tanto persisten en el medio ambiente o bien que su aparición en el medio es reciente y ni el resto de seres vivos, ni nosotros mismos somos capaces de degradarlos o adaptarnos a su presencia.

A continuación, en EcologíaVerde vamos a hablar de cuáles son los residuos más contaminantes y difíciles de separar del agua.

Cuáles son los residuos más contaminantes y difíciles de separar del agua - lista

A modo de resumen, los residuos más contaminantes y difíciles de separar del agua son los siguientes:

  • Microorganismos patógenos.
  • Antibióticos, fármacos y hormonas.
  • Nitratos y fosfatos.
  • Insecticidas y otros pesticidas.
  • Compuestos orgánicos.
  • Sustancias radiactivas.
  • Contaminación térmica.

Seguidamente, en cada apartado hablamos extensamente de cada uno de los tipos de contaminantes del agua.

Microorganismos patógenos

En el agua como en cualquier ecosistema (incluso dentro de nuestro organismo) habitan numerosos microorganismos. La gran mayoría de ellos son beneficiosos pero, sin embargo, hay otros que pueden causar infecciones e incluso la muerte si bebemos agua contaminada.

Los microorganismos más perjudiciales para la salud y los que más pueden contaminar las aguas son aquellos procedentes de los deshechos fecales como las bacterias gastrointestinales Escherichia coli, Enterococus faecalis, y Clostridium perfringens u otras bacterias como Vibrio cholerae, famosa por ser la causante del cólera. La mayoría de microorganismos pueden eliminarse clorando el agua o a través de luz ultravioleta, pero hoy en día con la cantidad de antibióticos que se liberan al medio es más difícil hacerlo pues se están volviendo más resistentes a estos y otros tratamientos.

Antibióticos, fármacos y hormonas

Antibióticos, fármacos y hormonas son varios ejemplos de los llamados contaminados emergentes y que, además, están muy relacionados con el apartado anterior sobre los microorganismos patógenos. El excesivo consumo que hacemos de estas sustancias está incrementando su aparición en las aguas naturales. Además, los antibióticos también se usan como medida profiláctica para evitar que ganados y cultivos enfermen. Los antibióticos son excretados por nuestros cuerpos y llegan a las plantas de tratamiento de aguas por las redes de saneamiento.

Actualmente, las plantas depuradoras de aguas residuales no tienen la capacidad suficiente como para eliminarlos y se liberan al medio acuático natural en el efluente de las plantas de tratamiento de agua. También pueden llegar al entorno natural por lixiviación o difusión y filtración desde granjas y cultivos. Una vez en el medio, estos fármacos pueden alterar la fisiología y comportamiento de los organismos acuáticos.

Por ejemplo, se ha visto que el exceso de hormonas en el agua hace que los peces cambien de sexo, dificultando así su reproducción y es especialmente preocupante el aumento de la resistencia de los microrganismos.

Nitratos y fosfatos

Ambos son solubles en agua y son los principales nutrientes de los organismos fotosintéticos que habitan las aguas como cianobacterias, algas, diatomeas, etc. Cuando estos aparecen en exceso generan problemas de eutrofización o de enriquecimiento de nutrientes en el agua haciendo que los productores primarios proliferen. Aprende más sobre Qué es la eutrofización con este otro artículo de EcologíaVerde.

Las consecuencias de este crecimiento exponencial son que no dejan pasar la luz y además terminan agotando el oxígeno del agua impidiendo que los animales respiren. Desgraciadamente, el aumento de ambos compuestos está relacionado con la actividad humana, sobre todo de aguas residuales y el uso excesivo de fertilizantes, detergentes y abonos.

Para eliminarlos completamente es necesario una tecnología muy sofisticada y que es muy cara por lo que la mayoría de las plantas de tratamiento de aguas no eliminan ni nitratos ni fosfatos y acaban llegando a los cursos de agua.

Insecticidas y otros pesticidas, grandes contaminantes del agua

Los pesticidas son sustancias que se utilizan para acabar con las plagas de organismos que normalmente perjudican las actividades humanas. Existen pesticidas para matar insectos (insecticidas), plantas (herbicidas), y hongos (fungicidas) entre otros. Los pesticidas se aplican generalmente en la agricultura para evitar que los insectos, hongos o malas hierbas perjudiquen a las plantas cultivadas.

Una vez aplicados en los cultivos estos pueden alcanzar los ecosistemas acuáticos a través de la escorrentía superficial o bien, filtrándose en el suelo y contaminando las aguas subterráneas. En muchos casos los pesticidas se disuelven muy bien en el agua y, por tanto, se vuelven muy difíciles de separar. Aunque hay algunos que se degradan si se exponen a la luz y la temperatura hay otros que pueden permanecer en el medio durante más tiempo e incluso bioacumularse en los organismos, es decir, se van acumulando en los tejidos de plantas y animales. También pueden transmitirse a lo largo de la cadena trófica, esto es lo que se conoce como biomagnificación. Actualmente, la concentración permitida de pesticidas en las aguas europeas está regulada por la Directiva Marco del Agua y además cada país tiene su propio límite. En el caso de España se considera que un agua es segura cuando la concentración total de pesticidas no es mayor de 0.5 microgramos por litro.

Compuestos orgánicos

En esta clase de sustancias se incluyen algunos de los pesticidas nombrados anteriormente, pero también otras como el petróleo, la gasolina y otros hidrocarburos, plásticos, disolventes, detergentes, etc. Estos compuestos han sido creados por el hombre y tienen estructuras moleculares complejas por lo que los microorganismos no los pueden degradar.

En el caso de los plásticos también se añaden conservantes y endurecedores que hacen que estos tengan aún una vida más larga y que, incluso, sean más resistentes a la degradación. Además, debido a la cantidad de residuos plásticos que se generan diariamente es difícil eliminarlos completamente de las aguas como podemos ver, por ejemplo, en las cinco islas de plástico que hay en los océanos. Es igualmente difícil eliminar los microplásticos y nanoplásticos que proceden mayormente de su fragmentación, ya que no existen tecnologías adecuadas y accesibles para hacerlo a día de hoy. Aunque se están haciendo importantes avances en este campo, como es el caso de The Ocean Cleanup.

Por otro lado, los hidrocarburos pueden filtrarse en el subsuelo contaminando las aguas subterráneas, lo cual hace que las aguas sean aún mucho más difíciles y costosas de limpiar.

Sustancias radiactivas, unos de los peores contaminantes

La radiación en el agua se debe a la presencia de isótopos radiactivos solubles en ella. Las fuentes de radiación pueden ser diversas como accidentes o fugas en plantas nucleares, vertidos ilegales de residuos radiactivos o por contaminación natural. Existen aguas radiactivas naturales debido a la presencia de minerales radiactivos procedentes de reacciones nucleares naturales (tritio, radón, uranio, etc.).

Eliminar la contaminación radiactiva del agua puede ser una tarea complicada y costosa, en muchos casos requiere solo de tiempo, aunque el problema es que esta radiación se puede desplazar hacia la tierra o el aire y sobre todo trasmitirse a los seres vivos causándonos numerosos daños e incluso la muerte. La radiación en el agua también se puede eliminar (aunque también depende de qué tipo y de cómo este contaminada) aplicando aire, con ósmosis inversa o filtrándola a través de columnas de zeolitas (mineral aluminisilicato microporoso) impregnadas con óxido de manganeso tal como está investigando un grupo de profesionales del CIESOL (Centro de Investigación en Energía Solar) de la Universidad de Almería.

Aquí puedes aprender más acerca de la Contaminación radiactiva: causas, consecuencias y soluciones.

Contaminación térmica

Para terminar con esta lista de los residuos más contaminantes y difíciles de separar del agua mencionamos la contaminación térmica.

A pesar de no ser una sustancia como tal el aumento de la temperatura del agua supone una amenaza al funcionamiento de los ecosistemas acuáticos. Industrias y plantas nucleares normalmente son las responsables de la liberación de agua caliente al medio ya que la usan como sistema de refrigeración durante la producción de energía y otros productos. El aumento de la temperatura del agua es especialmente preocupante porque impide que el oxígeno se disuelva en el agua y provoca que los seres vivos mueran por su falta. También puede inducir cambios fisiológicos y conductuales en los animales. Aunque se intenta adecuar la temperatura del agua antes de que regrese al ecosistema es muy difícil conseguir que vuelva a la temperatura ambiental y en muchos casos incluso el incremento de uno o dos grados Celsius de la temperatura puede perjudicar el ecosistema receptor.

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