Molinos de viento: cómo hacer energía eólica casera

Molinos de viento: cómo hacer energía eólica casera

Las turbinas de viento que normalmente se emplean para obtener energía renovable son tecnología de vanguardia, qué duda cabe, pero no por ello hemos de abandonar la idea de hacer nosotros mismos un molino de viento para aprovechar sus grandes ventajas en nuestras casas. Es más, actualmente es posible hacer tu propio aerogenerador con materia prima fácil de conseguir y a un precio asequible.

Aunque una turbina eólica pequeña no bastará para darnos la energía que suele gastar un hogar medio, sí puede reducir los costos si la conectamos al sistema eléctrico del hogar, al tiempo que haremos un gesto eco-amigable en favor del planeta. Si te interesa conocer más, en EcologíaVerde te contamos los detalles sobre los molinos de viento: cómo hacer energía eólica casera.

Materiales para producir energía eólica casera

Para comenzar, hay que tener en cuenta qué materiales se necesitan para hacer energía eólica casera. Así, toma nota de los siguientes materiales para hacerte con ellos, ya sea aprovechándolos de algunos aparatos o electrodomésticos que ya no uses o comprándolos:

  • Generador
  • Turbina
  • Motor
  • Aspas
  • Timón o veleta
  • Torre o base
  • Baterías
  • Herramientas adecuadas

Cómo hacer un molino de viento casero para producir energía eólica

Los molinos de viento para producir energía eólica son un tipo de turbina que nos resultará relativamente sencillo construir. Su uso como fuente de energía se remonta a la noche de los tiempos, pues fueron utilizados durante siglos, y actualmente sirven para generar electricidad. A continuación, te indicamos cómo hacer un molino de viento, aunque justo es advertir que requiere ser ducho en bricolaje, sobre todo en carpintería, metal y electricidad.

Para construirlo necesitaremos un generador, diseñar las aspas, un timón que nos oriente hacia el viento, una torre o base y baterías. Quizá la parte más complicada será el diseño de las aspas, no solo porque han de ser durables, sino sobre todo porque su forma será la que permitirá extraer más o menos energía del viento. Para obtener la máxima energía, es decir, para que resulten aerodinámicas y factibles, si no queremos complicarnos tallando palas de madera o con tubos de PVC, podemos probar con tuberías ABS. Cortarlas y limar los bordes, simplemente, hasta conseguir tres palas.

A continuación, hemos de unir las palas al motor, fijándolas a un disco de aluminio con pernos (una especie de tornillos sujetos con tuercas), pues para generar electricidad hemos de unir la turbina a un generador eléctrico. Una solución de andar por casa es hacerte tu propio generador, por ejemplo, con un viejo motor de corriente continua (reciclado de una impresora, por ejemplo), que incluya bobinas e imanes, y lo adaptamos a un soporte de metal o madera, uniendo el eje del motor al del dispositivo mediante un simple tubo de plástico.

Básicamente, hagamos nosotros el generador o lo adquiramos (los hay muy económicos, por ejemplo los de marca Ametek) este ha de ser un motor con pocas revoluciones pero que nos dé mucha tensión, alrededor de 12 vatios de tensión útil.

A la hora de montarlo en una torre base de madera podemos añadir una veleta para dirigirlo hacia el viento, al tiempo que hemos de encontrar el modo de que la turbina pueda girar libremente según la dirección del viento. Para ello, coloquemos una barra de metal introducida en un tubo de acero y unos anclajes para el suelo.

Además, podemos cargar la energía acumulada en baterías (será de gran utilidad colocar un díodo de bloqueo para no perder la energía almacenada) o, como ya apuntamos, conectarlo a la distribución eléctrica de nuestro hogar, para lo que tendremos que recurrir a un electricista.

Más consejos prácticos para hacer molinos de viento caseros

Las turbinas con base muy ligera no son adecuadas si la velocidad del viento no es muy alta, algo que podemos prever o comprobar durante la fase de pruebas. Por el contrario, el diseño de madera puede ser perfecto si el viento no alcanza demasiada velocidad, y lo mismo ocurre con el tamaño. Si la turbina va a ser grande, el aerogenerador deberá ser metálico para que sea más durable y evitar posibles incendios.

Sea como fuere, una vez realizada la turbina debes comprobar que funciona correctamente, tanto su mecanismo como su estabilidad. Lo ideal es probarla con un viento potente y, por supuesto, estar atentos a su funcionamiento durante los primeros días.

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