Nertera: cuidados

Estas son las principales características de la planta Nertera:

• Las Nertera son en realidad todo un género de plantas con unas 15 especies. Pertenecen a la familia Rubiaceae, como la planta del café, y se trata de especies que tienen su origen en América del Sur y Central.
• Son todas ellas plantas perennes de pequeño tamaño, habitualmente de no más de 10 cm de altura. En su entorno original se desarrollan con porte rastrero, y así lo harán también en tu jardín o macetas si las condiciones son buenas, creciendo a lo ancho para ir ocupando el espacio disponible.
• La más común para su cultivo en todo el mundo es la Nertera granadensis, también llamada coralito, uvita de agua o planta de canicas, aunque también es posible ver la Nertera Balfouriana, un poco más grande que la anterior.
• Lo más llamativo de la planta son sus frutos, unas bayas de color anaranjado y ovaladas que llegan a crecer en un número tan alto que pueden ocupar prácticamente la total superficie de la compacta mata, sin dejar apenas ver las hojas ovaladas. Estos frutos aparecen en otoño y suelen extenderse durante el invierno. Les precede la pequeña floración de la planta, poco vistosa y fácil de pasar por alto.

Como planta original de entornos más bien cálidos, la nertera no tolera las heladas ni las temperaturas muy bajas. Por este motivo, es común cultivarla en interiores o, al menos, trasladarla al interior durante los meses fríos. A menos que vivas en un entorno tropical, tu nertera no debería pasar el invierno fuera de casa, ya que no tolera las temperaturas por debajo de los 7 ºC, siendo recomendable que, de hecho, esté alrededor de 12 ºC durante los meses fríos.

Tampoco tolera el calor muy intenso, siendo su rango alto de temperatura ideal de en torno a los 23 ºC, por lo que si la cultivas en exterior, deberás hacerlo a cubierto de lo peor del sol de verano. En cuanto a luz, la nertera requiere de bastante iluminación, aunque no tolera el sol directo de zonas cálidas. Búscale un lugar con toda la luz indirecta posible, pero protégela de la incidencia directa del sol, especialmente en las horas de mediodía, las más peligrosas.

La planta nertera también puede crecer con poca luz, aunque su desarrollo será menor. En invierno, es importante llevarla a una ubicación más fresca de la casa donde la temperatura sea de unos 12 ºC para que la planta entre en reposo vegetativo y pueda florecer y fructificar también durante la siguiente temporada.

Con esta planta es importante no mojar la parte de las hojas, flores o frutos al regarla, ya que puede provocar problemas de humedades y hongos. Lo mejor por ello, en maceta, es regar por inmersión, sumergiendo la maceta en agua durante unos 5 minutos y sacándola después para dejar que el exceso de agua salga por los agujeros de drenaje de la maceta, completamente necesarios.

Riega cada vez que el sustrato se haya secado más allá de la capa superficial, dejando más tiempo en los meses fríos. No uses agua con mucho contenido de cal, que afectará bastante negativamente a la planta. Si no puedes usar agua mineral o destilada, deja al menos reposar el agua de riego durante 24 horas antes de sumergir la maceta en ella para regar.

Aquí puedes conocer más sobre Cuándo regar las plantas.

La nertera no es demasiado exigente en este aspecto, siendo lo único importante que se trate de tierra ligera y con buen drenaje. Para esto, lo mejor es optar por un sustrato arenoso, aunque también puedes usar la mezcla universal que recomendamos a menudo: turba, fibra de coco y humus de lombriz mezcladas a partes iguales, junto a unos puñados de vermiculita y perlita. Así conseguirás un sustrato ligero, bien drenado y muy rico en nutrientes, además de con microorganismos beneficiosos.

Si quieres que tu nertera dé todas las flores y frutos posibles para lucir espectacular, tendrás que darle un aporte periódico de fertilizante. Lo mejor es usar fertilizantes orgánicos y ecológicos, como el humus de lombriz, el compost o el bokashi, que puedes incluso elaborar en casa si tienes espacio para ello. Apórtale unos dos centímetros de materia orgánica a la base de la planta cada 15 o 20 días desde la primavera hasta el final del verano y verás como tu nertera lo agradece rápidamente.

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