Planta de manzanilla: cuidados y para qué sirve

Planta de manzanilla: cuidados y para qué sirve

La manzanilla o camomila común, de nombre científico Chamaemelum nobile, es una asterácea que tiene su origen en Europa. Es una hierba muy conocida por su fragancia, sus propiedades medicinales y su valor en infusiones, además de ser una planta muy bonita.

Si quieres aprender para qué sirve y los cuidados de la planta de manzanilla para tenerla en casa, sigue leyéndonos en este artículo de EcologíaVerde y descubre esta práctica guía

Cómo es la planta de manzanilla – características

Entre las principales características de la planta de manzanilla, podemos destacar que se trata de una hierba perenne de no más de 30 o 40 cm de altura, forma tallos delgados y esbeltos que terminan en flores de pétalos blancos y pequeños con un botón amarillo en el centro. Es una planta de aspecto tan sencillo como bonito, que habitualmente se asocia con imágenes de pureza o virtud. Además, la camomila es también una planta muy aromática, con un aroma agradable y muy característico y también es una planta medicinal, pues está llena de propiedades buenas para el organismo.

Conoce más Tipos de plantas aromáticas y medicinales en este otro artículo.

Para qué sirve la planta de manzanilla - beneficios y usos

La manzanilla tiene una gran cantidad de propiedades que la hacen muy apreciada. Estas son las principales propiedades medicinales de la manzanilla:

  • Unas de las más conocidas y usadas son sus propiedades digestivas. La infusión de manzanilla tiene la capacidad de aliviar la pesadez y el dolor de estómago, por lo que facilita las digestiones.
  • Tiene propiedades relajantes al aumentar los niveles de serotonina, por lo que se usa para tratar el estrés, la ansiedad y el insomnio.
  • También es un conocido antiinflamatorio y un apoyo al sistema inmunitario cuando combate contra infecciones.
  • Las infusiones de camomila ayudan también a regular el índice glucémico y a reducir el colesterol.
  • Aplicada sobre la piel, es muy útil para ayudar a curar heridas y acelerar la cicatrización.
  • Otro de los muchos usos que se le dan es para calmar los dolores menstruales, gracias a esas propiedades analgésicas y antiinflamatorias.

Planta de manzanilla: cuidados básicos

Si quieres cultivar manzanilla en casa, sigue esta guía que damos a continuación para que tus plantas crezcan fuertes y sanas:

Sustrato para la camomila

La camomila necesita de suelos o sustratos con un muy buen drenaje, de forma que al regar no llegue nunca a encharcarse. No precisa, en cambio, de tierra excesivamente rica en materia orgánica, pero sí necesita un aporte anual de compost o humus de lombriz; con uno al año tu planta de manzanilla tendrá más que suficiente. Si decides plantar y cultivar manzanilla en una maceta, usa recipientes de al menos 20 o 25 cm de profundidad.

Ubicación

Esta planta agradece la iluminación directa y se aconseja ubicarla en una zona en que reciba un buen aporte de luz, incluso de forma directa si es posible. En exterior, aguanta sin problemas a pleno sol, excepto en zonas excepcionalmente calurosas, en que es mejor colocarla en semisombra.

Riego de la planta de manzanilla

La manzanilla soporta mejor la sequía que el exceso de humedad. Por ello, se aconseja usar el riego por goteo o, incluso, por bandeja en la base de la maceta, renovando el agua cuando el sustrato parezca demasiado seco.

En este otro artículo de EcologíaVerde te mostramos Cómo hacer un sistema de riego por goteo casero.

Plagas en la manzanilla

En cuanto a plagas, las más comunes en esta aromática son los trips y los pulgones, con los que se debe tener especial cuidado en los meses cálidos. Si los descubres, rocía la planta con agua con jabón (mejor si es potásico) con cuidado de no encharcarla.

Aquí te contamos más Remedios caseros para eliminar el pulgón en las plantas.

Cómo tomar manzanilla

Preparar una infusión de manzanilla es muy sencillo. Lo ideal es usar flores secadas de la planta, aunque también puede utilizarse frescas, si aún no se ha tenido tiempo de dejarlas secar, y seguir estas indicaciones, ya sea para prepararla para beber un té de manzanilla o para aplicarla de forma externa.

  1. Usa una cucharadita de flores, o un poco más si son frescas, y añade agua muy caliente (cerca del punto de ebullición) a la taza o vaso en la que hayas puesto la manzanilla.
  2. Deja reposar unos minutos para que la manzanilla enriquezca el agua.
  3. Cuela la infusión de manzanilla y ya se puede tomar. Eso sí, ¡cuidado no la tomes demasiado caliente!

También puedes aplicar la infusión de manzanilla para la piel y el cabello. Por ejemplo, puedes aplicarla con cuidado con una gasa para limpiar zonas grasas, ya que ayuda a tratar problemas de acné. También es una muy buena ayuda para limpiar y cicatrizar heridas y sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a aliviar hemorroides. Además, aplicada como un enjuague en el cabello o añadida en el champú, puede ayudar a fortalecerlo y a aclararlo unos tonos, especialmente en verano y con la ayuda del sol.

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Bibliografía
  • Cebrián, J., (2012), Diccionario de plantas medicinales, Barcelona, España, Integral RBA Libros.