Planta de orégano: cuidados y para qué sirve

El orégano, de nombre científico Origanum vulgare, es una planta que tiene su origen en la región mediterránea y en el suroeste de Eurasia. Es una hierba de hoja perenne que crece formando arbustos de unos 50 cm de altura, con tallos que frecuentemente adoptan tonos rojizos y que acumulan sus hojas en la parte superior. Produce flores de pequeño tamaño, de colores blancos o rosados, que aparecen formadas en inflorescencias protegidas por pequeñas hojas de tonos rojizos. Hay una gran cantidad de variedades de orégano, pero la más común y cultivada es el orégano de hoja verde. Otras, sin embargo, pueden tener las hojas amarillas o verdes o bien, disponen de brácteas de llamativos rosas.

Si te gustan las plantas aromáticas para usar en la cocina y para mejorar la salud, como el orégano, te ofrecemos esta guía sobre los Tipos de plantas aromáticas y te aconsejamos la lectura de este otro artículo acerca de Cómo cultivar hierbas aromáticas en casa.

Pese a que se trata de una planta bastante resistente que requiere de pocos cuidados, si conoces bien todas sus necesidades tu planta de orégano crecerá más rápidamente y fuerte. Veamos cuáles son los principales cuidados de la planta de orégano:

Sustrato

Respecto a la tierra o el sustrato, no requiere de suelos muy específicos, pero se desarrolla mejor en suelos calizos, debido sobre todo al buen drenaje que ofrecen. No le conviene tampoco que sean suelos excesivamente ácidos o alcalinos. Para el cultivo en maceta el sustrato universal tiende a ser una buena opción, aunque nosotros recomendamos usar una mezcla propia con una parte de humus de lombriz, otra de turba y otra de fibra de coco, a la que añadiremos algo de perlita y vermiculita.

Abono para la planta de orégano

En lo que al abono respecta, el orégano no lo necesita, pero se desarrollará mejor en suelos enriquecidos con materia orgánica, siempre que no se abuse de ello. Recomendamos la utilización puntual de abono orgánico ecológico, como el humus de lombriz, que proporciona una gran cantidad de beneficios. Esto ayudará a que los tallos de la planta se recuperen antes tras su cosecha, ya que solo se recolecta la parte superior.

Clima y riego del orégano

Si hablamos de climas, el orégano prefiere los climas levemente húmedos, con un clima suave de tipo mediterráneo, o incluso un tanto cálido. Terminamos los cuidados del orégano con el riego. Además de no precisar mucha agua, se trata de una planta que no soporta bien los excesos de humedad o encharcamientos. Teniendo esto en cuenta, es preferible llevar a cabo riegos regulares y poco abundantes, de forma que el sustrato o la tierra se mantengan ligeramente húmedos y esperando a que se sequen un poco antes de regar de nuevo. Eso sí, tras la plantación y la cosecha es conveniente aumentar un poco el riego.

En este otro artículo de EcologíaVerde te explicamos Cuándo y cómo plantar orégano, por si compras plantones o reproduces la planta que ya tienes y necesitas una guía para plantar las nuevas plantas de forma que asegures su crecimiento.

El orégano es una planta medicinal que cuenta con una gran cantidad de propiedades beneficiosas para el organismo humano. Habitualmente se usa seco para hacer infusiones, aunque su aceite es el que contiene una mayor concentración de principios activos. Entre estos destacan: aceite esencial con timol, borneol, carvacrol y caryophylleno, ácidos rosmarínico y clorogénico, taninos y flavonoides.

Gracia a esta composición, estas son las principales propiedades del orégano:

• Digestivo: el orégano es muy bueno para la práctica totalidad del sistema digestivo, ayudando a tratar la pesadez de estómago o malas digestiones, las gastritis o los problemas de acidez.
• Antiinflamatorio: también tiene unas excelentes propiedades antiinflamatorias, por lo que a menudo se usa sobre musculatura inflamada o contusiones sin heridas abiertas.
• Antiséptico, antifúngico y antibiótico: se considera que el orégano es uno de los mejores antibióticos naturales que existen, así como antimicótico natural y antiséptico, gracias a sus aceites esenciales y a sus ácidos. Esto, por ejemplo, lo hace muy adecuado para las limpiezas de piel y para tratar algunas de sus afecciones, como la caspa y el acné.
• Analgésico: principalmente gracias a los aceites que contiene tiene propiedades que calman los dolores.

Además, se le atribuyen más propiedades beneficiosas para la salud, como que se trata de una planta colerética, carminativa, aperitiva, antiespasmódica, diaforética, cicatrizante, diurética y expectorante.

En general, y teniendo en cuenta las propiedades del orégano y todos los beneficios mencionados, se puede decir que las infusiones de orégano y las friegas con su aceite se pueden utilizar para tratar principalmente:

• Problemas digestivos.
• Problemas de piel.
• Dolores menstruales.
• Dolores musculares.
• Dolores de muelas.
• Dolores de cabeza.

Aquí abajo te dejamos un vídeo sobre el aceite de orégano para que aprendas sobre este.

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