Plantígrados: qué son y ejemplos

Plantígrados: qué son y ejemplos

En la naturaleza existe una enorme variedad de animales, de los que se derivan diferentes tipos de alimentación, reproducción y locomoción. Habrás notado que algunos animales caminan de puntillas, como los perros y gatos, o las cerdos que caminan sobre sus uñas. Pero hay otros que apoyan completamente las palmas o plantas de sus extremidades sobre el suelo. En este artículo de EcologíaVerde abordamos a este último grupo: los plantígrados. Te invitamos a seguir leyendo para conocer más sobre qué son los plantígrados y ejemplos de animales, entre otros aspectos.

Qué son los animales plantígrados

El término plantígrado hace referencia a un tipo de apoyo corporal y de locomoción, a partir del que se permite el desarrollo de particulares habilidades. Esta es la definición de plantígrados:

  • Los animales plantígrados son aquellos que tienen la palma o planta de sus patas completamente apoyada en el suelo, junto con sus respectivas uñas o garras, para poder desplazarse.
  • Pueden ser cuadrúpedos, es decir caminar en cuatro patas, o bípedos, que solamente se sostienen sobre dos patas o extremidades.
  • Los animales plantígrados son mamíferos, por lo tanto, no existen plantígrados microscópicos. Este último tipo de organismos tienden a tener otros tipos de locomoción independiente a las extremidades, como el uso de cilios, por ejemplo.
  • Todos los plantígrados dependen de sus extremidades, y de otras características puntuales en su estructura ósea, que veremos a continuación.

Características de plantígrados

Todos los animales tienen características únicas de su grupo, pero todos los plantígrados tienen puntos en común. Tales son:

  • Solamente ocurre en animales mamíferos.
  • La pierna de un plantígrado se compone de los huesos de la parte alta fémur y húmero, y de la parte baja, tibia, cúbito, fíbula y radio.
  • Tienen una distribución eficiente de peso sobre una plataforma amplia y segura, tanto como para desplazarse como para alimentarse o para relacionarse con otros animales de su especie.
  • Tienen una gran cantidad de huesos y tendones, a comparación de otros animales.
  • Son más lentos que los digitígrados o ungulados por tener más estructuras en las extremidades plantígradas.
  • La superficie que se apoya sobre el suelo puede ser la palmar, cuando se trata de manos, o la plantar, cuando son las patas o piernas.
  • Estas superficies, sean plantas o palmas, carecen de pelo.
  • Las patas tienen cinco dedos, que sirven para distribuir el peso equitativamente.
  • Pueden levantarse en las extremidades traseras.
  • El pie se posiciona vertical en relación a las extremidades.

Ejemplos de plantígrados

Para que comprendas bien el concepto de animales plantígrados, te presentamos algunos ejemplos.

Osos (Ursidae)

Los osos se desplazan de un lado a otro en cuatro patas, pero también tienen la capacidad de levantarse sobre las dos posteriores para caminar trayectorias cortas. Esto se debe a su postura plantígrada, que le permite un soporte con el que puede levantarse y sostener el peso. Tienen cinco garras no retráctiles que también les ayudan como soporte y agarre en el suelo. Esta condición plantígrada le ayuda a tener una alimentación variada y especializada, como lo es la captura de peces o la habilidad de hurgar dentro de panales para encontrar larvas.

Aquí te mostramos los Tipos de osos.

Mapaches (Procyon spp.)

Los mapaches son carnívoros que tienen patas traseras plantígradas. Gracias a que pueden recargar todo su peso sobre las patas traseras, han desarrollado la habilidad de usar sus manos. Además, pueden sentarse de cuclillas gracias a sus patas plantígradas. Se les conoce también como ositos lavadores, aunque cabe recalcar que no son osos. Se ganaron este nombre porque usan sus manos para lavar su alimento y tienen una capacidad táctil sensorial muy aguda. Este es su sentido más fuerte gracias a que tienen una membrana interdigital en las manos delanteras que cuando se moja es todavía más aguda. Su cerebro está adaptado a interpretar estos impulsos nerviosos táctiles para interpretar su entorno.

En este otro post hablamos sobre ¿Los mapaches son agresivos?

Coatí (Nasua spp.)

Emparentado con el mapache tenemos al coatí, otro prociónido de aspecto muy similar. Puede trepar árboles con ayuda de sus patas plantígradas y de su larga cola, que le sirve como soporte. Además, tienen la peculiaridad de rotar sus tobillos 180° mientras descienden, y desafiando la gravedad sin caer.

Glotón (Gulo gulo)

El glotón también está entre los musteloideos, así como el mapache y el coatí, pero físicamente parece más un oso. Son plantígrados con patas de cinco dedos, gracias a las que tiene una buena habilidad para escalar desde árboles hasta montes cubiertos de nieve típicos de su hábitat. Son pequeños, de 45 centímetros de altura desde sus pies hasta sus hombros cuando se paran en posición bípeda, pero a pesar de esto son sumamente feroces. Son capaces de matar presas mucho más grandes que ellos, como venados o cabras, aunque también cazan animales más pequeños.

El hombre (Homo sapiens sapiens)

Recordemos que el hombre es un primate, y como tales, somos animales plantígrados. Solamente apoyamos las extremidades traseras. En el hombre, la superficie del pie plantígrado se conoce como arco, y en la mano se llama palma. La condición plantígrada fue determinante en el hombre moderno. Gracias a que el hombre primitivo pudo balancear su peso sobre las extremidades traseras, sus manos se liberaron y pudo emprender tareas de mayor dificultad. A la par de esto, su cerebro comenzó a sobredesarrollarse, dando paso al habla y la creatividad, por mencionar algunas cualidades que nos han llevado a construir civilizaciones.

Ahora que conoces mejor a los animales plantígrados, te recomendamos leer este otro artículo sobre los Tipos de mamíferos, sus características y ejemplos.

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Bibliografía
  • Milne, E., Comte, A. (1843) Elementos de Zoología: Historia natural de los animales. Madrid: Compañía general de Impresores y Libreros del reino.
  • Encyclopaedia Britannica (2012) Gran Atlas de la Ciencia. Barcelona: Editorial Sol90.