Por qué el oso pardo está en peligro de extinción

Por qué el oso pardo está en peligro de extinción

El oso pardo o Ursus arctos es el mamífero terrestre más grande del continente europeo. Sin embargo, en la actualidad, se encuentra entre las especies más amenazadas del planeta a pesar de que se trata de un animal que cuenta con numerosos núcleos de población. Si quieres saber por qué el oso pardo está en peligro de extinción y qué medidas se deberían implementar con urgencia para evitar su total desaparición sigue leyendo EcologíaVerde y te lo contamos.

Dónde hay osos pardos

Uno de los problemas que ha presentado el oso pardo desde las últimas décadas es que tiene presencia en Europa, Asia y Norteamérica. Esto, a priori, nos puede hacer pensar que se trata de una especie que goza de una buena situación frente a la posibilidad de su extinción, ya que su presencia en libertad se extiende hasta en tres continentes diferentes. Sin embargo, el problema que hay que tener en cuenta es que, a pesar de que ocupa amplias zonas, el número de ejemplares de cada una de ellas es, en muchas ocasiones, inferior a 50 ejemplares maduros (es decir, en edad reproductiva). Lo que prevé una situación complicada en lo que a su supervivencia se refiere.

En el caso de la península Ibérica, hoy en día existen dos núcleos poblacionales de osos pardos que además representan casi los únicos ubicados en la Europa más occidental, que son la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Además de estos dos núcleos, en Europa también podemos encontrar osos pardos en la región de la península de los Balcanes y en parte de la península Escandinava, así como en parte de los Países Bálticos y Rusia. No obstante, con excepción de Rusia, donde las zonas de población son más extensas, el resto de regiones europeas están completamente aisladas entre sí, lo que no permite que las diferentes poblaciones de osos pardos se puedan relacionar entre sí, limitando con creces la posibilidad de que las poblaciones prosperen.

Cuáles son las amenazas que ponen en peligro al oso pardo

En primer lugar, las ya mencionadas poblaciones aisladas y sin conexión entre sí dificultan el intercambio genético y limita de forma importante la posibilidad de éxito reproductivo. A pesar de ello, las amenazas a las que se enfrenta este gran mamífero son muchas más, y van más allá de una problemática meramente relacionada con la distribución geográfica de las poblaciones. Estas son las principales causas del peligro de extinción del oso pardo:

Período reproductivo lento

Hay que tener en cuenta que el período de gestación de las osas dura doce meses. De él, nacerán entre una y tres crías, que permanecerán con la madre aproximadamente un año y medio. De este modo, el intervalo entre los partos sería, en las mejores condiciones, cada dos años, lo que hace que la reproducción del oso pardo sea lenta, por lo que las poblaciones no pueden crecer de forma rápida en períodos de tiempo cortos.

Destrucción del hábitat del oso pardo

Además de que su proceso reproductivo sea lento, otra de las dificultades que presenta la supervivencia del oso pardo es la destrucción de su hábitat natural como consecuencia de la actividad humana, por ejemplo la tala indiscriminada de los bosques. El oso pardo vive principalmente en los bosques, zonas que cada vez son más difíciles de encontrar debido a la deforestación y edificación consecuentes de la actividad humana. De hecho, cada vez se están dando más casos en los que los osos descienden de las montañas, donde las áreas boscosas todavía son más abundantes, a las zonas rurales en busca de la comida que no encuentran en la naturaleza.

Infraestructuras humanas

Otro de los problemas que se dan en algunas zonas en las que las áreas de presencia de osos pardos son más extensas que en Europa son las infraestructuras que limitan su capacidad de movimiento. En este sentido, una carretera o una autopista pueden llegar a suponer un verdadero impedimento para que las poblaciones de osos pardos puedan llegar a relacionarse entre sí. No obstante, este problema se puede solucionar con cierta facilidad, ya que basta con la construcción de pasos para animales de gran tamaño, algo que ya se está haciendo en países como Canadá.

Caza del oso pardo

Aunque es cierto que cada vez constituye un problema menor debido a las leyes que prohíben su práctica en muchos países y territorios, la realidad es que, todavía a día de hoy, podemos encontrar diferentes zonas del planeta donde la caza constituye una amenaza real para las poblaciones de oso pardo.

Conoce más información sobre el oso pardo en este otro artículo de EcologíaVerde sobre 21 animales en peligro de extinción en España.

Cómo se puede proteger al oso pardo y evitar su extinción

Actualmente, la forma más efectiva de proteger a este animal está en manos de los Gobiernos y Administraciones públicas, así como en su capacidad de delimitar áreas protegidas donde se preserve el hábitat del oso pardo. Además, también es importante destinar recursos económicos que permitan llevar a cabo un seguimiento eficaz de las poblaciones de oso pardo que todavía quedan, así como tomar las medidas adecuadas para garantizar su éxito reproductivo, como la construcción de pasos de animales o la introducción de nuevos ejemplares en las poblaciones más deterioradas.

Un ejemplo que se ha llevado a cabo en esta línea de apoyo a las poblaciones de oso pardo lo encontramos en la población de los Pirineos, donde, en el año 2016, se liberó un nuevo ejemplar de oso pardo macho procedente de Eslovenia. Este oso, bautizado como Goiat, supuso la introducción de nuevo material genético a una población de oso pardo especialmente dañada, donde se calcula que solo quedan unos 20 individuos de edad madura y con capacidad reproductiva, por lo que la introducción de Goiat supuso una nueva esperanza para esta población de oso pardo tan amenazada.

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