Por qué no llueve en el desierto de Atacama

Por qué no llueve en el desierto de Atacama

Uno de los fenómenos meteorológicos que puede parecernos más importantes es la lluvia, gracias a la cual es posible el desarrollo de mucha vida en el planeta. Sin embargo, por raro que pueda parecer, hay lugares en que este fenómeno no frecuenta. Es probable que, habiendo leído esto, hayas pensado en los desiertos. Lo cierto es que incluso en estos entornos la lluvia aparece de forma puntual. Pero existe un lugar en el planeta donde esto parece no ocurrir: El desierto de Atacama. ¿Cómo puede no llover allí? Si quieres encontrar la respuesta a esta pregunta en EcologíaVerde te desvelamos el misterio de por qué no llueve en el desierto de Atacama. ¡Sigue leyendo!

Dónde está el desierto de Atacama

El desierto de Atacama, con una longitud de casi 1600 km, se trata del desierto no polar más árido del planeta, puesto que para que llueva tan solo un milímetro de agua pueden pasar entre 10, 20 o 40 años. Se encuentra en el continente Sudamericano al norte de Chile y abarca una superficie de unos 105.000 km2. Está delimitado por el océano Pacífico al oeste y la cordillera de los Andes al este.

Su posición geográfica será una de las responsables de su extrema aridez, junto con los factores climáticos propios de la zona, el hecho de que en el pasado constituyese el fondo marino o las altas concentraciones de sal. Todo ello hace que la apariencia de este desierto nos traslade casi inmediatamente a las películas de ficción sobre otros planetas, como Marte.

Es rico en diversos recursos minerales tanto metálicos, como el cobre, hierro, oro o plata, y no metálicos, como el boro, litio, nitrato de sodio o sales de potasio. Otro recurso destacable obtenido de esta región, concretamente, del salar de Atacama, es la bischofita, una sal de magnesio empleada como agente apelmazante en la construcción de caminos.

Características climáticas del desierto de Atacama

Como anteriormente comentamos, junto con el desierto Antártico, conforman las denominadas zonas hiperáridas, que abarcan el 4% de la superficie de la Tierra y en las cuales puede no llover durante años.

Para que una lluvia se pueda medir, debe de registrar una cantidad de mínimo 1 mm de agua, lo cual en el desierto de Atacama solo ocurre una vez cada 15 o 40 años, habiéndose registrado incluso periodos de hasta 400 años sin precipitaciones en su zona central. Sin embargo, durante los dos primeros meses del año, entre enero y febrero, se produce el denominado "invierno altiplánico", durante el cual puede producirse alguna lluvia puntual junto con abundantes tormentas eléctricas. Además, se suceden temporadas de fuertes vientos que originan tornados y ventiscas que pueden alcanzar fácilmente velocidades de 100 km/h.

En cuanto a sus temperaturas, estas son muy fluctuantes, sobre todo durante la noche, llegando a bajar hasta los -25ºC en la zona de Ollagüe. Durante el día las temperaturas oscilan entre los 25ºC y los 50ºC a la sombra. Debido a su situación próxima al límite del trópico de Capricornio, no hay diferencias entre los periodos de invierno y verano. Además, la radiación solar es muy elevada en la escala del espectro ultravioleta, razón por la cual es indispensable el empleo de gafas de sol, así como protectores solares con protección UV.

La humedad relativa del aire es muy baja en las zonas interiores (apenas un 18%), llegando al 14% a un metro de profundidad bajo el suelo, un valor extremo que no se ha registrado en otro lugar del planeta. Sin embargo, la humedad relativa es elevada en las zonas costeras, alcanzando valores de hasta un 98% durante el invierno.

Por qué llueve tan poco en el desierto de Atacama

Una vez llegados a este punto, debemos encontrar respuesta a esta gran pregunta. Lo cierto es que se debe a factores climáticos y geográficos.

En primer lugar, debemos hacer referencia a la denominada Corriente de Humboldt, una corriente oceánica que se produce en América del Sur que se origina a causa del ascenso de aguas frías y profundas hacia la superficie oceánica. Por la latitud a la que se encuentra este continente, lo normal sería que el clima fuese tropical o subtropical, pero a causa de la baja temperatura del agua la atmósfera y las brisas marinas se enfrían y, por tanto, el clima se vuelve excesivamente árido al no producirse la evaporación de las aguas y, por consiguiente, no se forman nubes de precipitación. Con ello se altera el régimen de lluvias, que se vuelven muy escasas.

En relación con esto, también cabe destacar que, debido a su situación en el trópico de Capricornio, lo que sucede es que el aire que desciende procedente del ecuador llega seco y sin humedad, al haber descargado abundantes lluvias previamente en esta otra zona.

Por otro lado, existe otro gran responsable de la aridez del desierto de Atacama. Se trata del efecto Foehn o Föhn, responsable de que los vientos procedentes del este no puedan penetrar y dejar lluvias. Este fenómeno es típico de regiones montañosas. Lo que ocurre es que cuando una masa de aire cálido y húmedo se ve obligada a ascender para salvar el obstáculo que supone la montaña, el vapor de agua se enfría y se condensa produciendo precipitaciones en la ladera de la montaña, donde se han formado las nubes, en este caso, en la Cordillera de los Andes (barlovento).

Lo que ocurre a continuación es que, en la ladera contraria, la que da al desierto (sotavento), cuando las nubes sobrepasan la montaña no poseen agua suficiente. La temperatura aumenta y el cielo está despejado debido al rápido descenso por la ladera de la montaña del aire seco y cada vez más cálido, como resultado del aumento de la presión al descender en altura y haber una humedad tan escasa. Como resultado, durante la bajada de estas masas de aire seco las nubes se calientan hasta evaporarse y desaparecer. En resumen, en estas laderas de sotavento el efecto Foehn resulta en un viento muy seco y caliente.

Además, al norte de la Cordillera se forma el Altiplano Andino, una extensa planicie elevada que por el sur captura la humedad procedente del océano Pacífico y por el norte impide que las tormentas procedentes del Amazonas lleguen a Chile. Con todo ello el resultado que obtenemos es la aridez total y la ausencia de precipitaciones en el desierto de Atacama.

Lluvia de flores en el desierto de Atacama

Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, existen situaciones puntuales en las que las lluvias superan el rango normal de desierto. Esto ocurre únicamente cuando el fenómeno de El Niño altera el patrón de lluvias.

Durante los meses de primavera en la región del trópico de Capricornio, entre septiembre y noviembre, cuando se producen estas lluvias se produce un fenómeno poco común. Semillas, rizomas, bulbos y tubérculos que se encontraban enterrados en el suelo en estado latente germinan y florecen, cubriendo la superficie del desierto con variedad de flores y llenándolo de color. Se calcula que existen más de 200 especies, la mayoría endémicas de la región, protegidas bajo tierra durante años para protegerse de las condiciones extremadamente áridas del desierto, esperando para emerger en el momento de las lluvias.

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