Existen diferentes técnicas de cultivo en el ámbito agrícola que pueden hacer que la producción sea mucho más eficiente. Una de estas técnicas es la rotación de cultivos cada cierto tiempo y las distintas técnicas de barbecho, pero ¿dé que se tratan estas técnicas? ¿Qué modalidades existen? Si te interesa este tema y quieres la mejor información, en el siguiente artículo de Ecología Verde te explicaremos qué es barbecho en agricultura y sus tipos.
Qué es barbecho en la agricultura: el significado
El significado de barbecho es el descanso entre siembras y cultivos que se deja en una superficie o terreno agrícola. Estos periodos de descansos suelen ser cada dos o tres años para que el terreno recupere sus nutrientes y pueda dar los mejores frutos durante la próxima siembra. También es posible organizar un sistema trienal de cultivos, en los que se siembra un cultivo de invierno durante la primera parte del año, uno de primavera en la segunda parte y al final de año de barbecho. En la práctica del barbecho, los cultivos se van rotando para no desgastar el terreno en exceso, que es la base para conseguir una producción agrícola más eficiente.
Los orígenes del barbecho
El barbecho y la rotación de cultivos surgieron a finales de la Edad Media, en un momento en el cual la población europea tenía una creciente demanda de alimentos y las tierras no eran suficientes para producir tal cantidad de materias primas y de tanta calidad. De esta forma, surgió este sistema, el cual asegura que las tierras produzcan materias primas de gran calidad gracias a la rotación de los cultivos (no está recomendado plantar el mismo tipo de cultivos varias veces seguidas) y al descanso bienal o trienal de esas porciones de tierra.
Las técnicas de barbecho actuales se han ido mejorando mucho con respecto a ese periodo y, además de dejarlos descansar, los cultivos también son tratados para que recuperen los nutrientes que poseían y que se han ido desgastando durante los procesos de siembra y cultivo. Por este motivo, también se usan fertilizantes que aceleren el proceso de recuperación, se eliminan las malezas y se controlan las plagas y enfermedades de los cultivos.
Tipos de barbecho en agricultura
En general, se pueden distinguir entre dos tipos de barbecho:
- Barbechos cortos: en este tipo de barbechos, la tierra solo pasa uno o dos años hasta que es cultivada nuevamente, de manera que el terreno no se regenera al cien por cien.
- Barbechos largos: en este tipo de barbechos se contempla un largo periodo de descanso entre cultivos, con lo que el terreno se regenera completamente.
Entre los agricultores también es habitual utilizar los términos barbecho de año y vez cuando se deja descansar el terreno una vez al año o barbecho al tercio, si se contemplan dos años de descanso por año de cultivo.
Sin embargo, no solo importa el tiempo que se deja descansar el terreno, sino también el modo en el que se aplica el barbecho. Así se diferencia:
- Barbecho herbáceo: es el barbecho en el cual se abandona la tierra por completo durante el periodo de descanso, es decir, no se mantiene el terreno durante este tiempo (antiguamente se denominaba rastrojera).
- Barbecho labrado: es justamente lo contrario del herbáceo, puesto que el terreno se mantiene durante el periodo de descanso.
Otra terminología utilizada es el de barbecho semillado, cuando se siembra durante este proceso. Normalmente se siembran especies de leguminosas, ya que enriquecen el suelo. Si no se siembra nada, se habla de barbecho blanco.
Actualmente, en la mayor parte de las explotaciones no se practica el barbecho, ya que el objetivo es obtener beneficios de manera constante sin importar la destrucción del suelo. Una excepción es la agricultura extensiva, en la que se practica el barbecho junto a los sistemas de rotación de cultivo.
Rotación de cultivos: medidas
Para poder conseguir una producción agrícola más eficiente, no solo es necesario practicar la técnica del barbecho, sino también aplicar otros procesos como conservar la humedad del terreno, elegir correctamente los herbicidas a aplicar y los monitoreos.
- Conservar la humedad: este es un proceso fundamental para el suelo. Es especialmente importante conservar la humedad en los primeros centímetros del suelo, donde se ubicará la semilla. Realizando un adecuado control, pueden llegar a retenerse entre 50 y 60 milímetros de agua.
- Elección de herbicidas: para elegir un buen tratamiento debe tenerse en cuenta las condiciones climáticas, la distribución, abundancia y composición de las malezas que crecen, así como el ciclo de su crecimiento y agresividad.
- Monitoreos: es necesario llevar un control de los cultivos y de su crecimiento sobre el terreno, identificando y eliminando las malezas que se desarrollen.
En el siguiente artículo te hablamos de técnicas de cultivo de agricultura ecológica.
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