Qué es el mindfulness y para qué sirve

El mindfulness, también conocido con atención plena o mente plena, es una teoría y práctica psicológica que hace hincapié en la importancia de ser consciente del momento presente. Es decir, se trata de un método que nos permite evitar que la mente divague y, por el contrario, que esté presente de manera consciente en el ahora y en cada acción que realizamos o nos rodea.

En términos coloquiales, se podría asimilar a la expresión "vivir el presente". Sin embargo, el mindfulness es mucho más que eso. De hecho, el mindfulness consiste, principalmente, en evitar pensar en el pasado y el futuro, obligando a la mente a estar presente en el ahora y evitando cualquier sentimiento de culpa por las acciones ha realizadas y miedos por los acontecimientos futuros. De este modo, se consigue que la atención plena se centre en todo lo que nos rodea, sin juzgarlo ni aportar un valor positivo o negativo de ningún tipo. Únicamente, consiste en controlar nuestra mente para que los pensamientos no nos controlen a nosotros, lo que parece fácil de decir pero, en la práctica, resulta más complejo de realizar.

El objetivo del mindfulness o atención plena consiste en calmar la mente para poder calmar a la persona en su conjunto. De este modo, se crea una relación sana entre la persona y el entorno que lo rodea, sin que este entorno, o situación vital, conlleve juicios de valor de ningún tipo. Es decir, permite centrar la atención en lo que se está haciendo, con el objetivo de ser perfectamente conscientes de la naturaleza de los actos y de las tesituras en las que nos desenvolvemos en nuestro día a día.

Esto sirve para conseguir equilibrar la mente, lo que afecta igualmente a la dimensión física de la persona. Además, consigue que los acontecimientos no desencadenen un torrente de sensaciones incontrolables o, más bien, que cuando dichas sensaciones vayan a ser desencadenadas por un estímulo, el practicante del mindfulness pueda controlar dichas sensaciones y apagarlas como si se tratase de un fuego interior. Esto, al mismo tiempo, conlleva una mayor paz interior y salud mental, ya que se desarrolla un sentido por el presente y por la vacuidad de los acontecimientos que nos ayuda a eliminar una gran parte del sufrimiento innecesario que padecemos en nuestro día a día.

El origen del mindfulness lo encontramos en Jon Kabat-Zinn, un médico estadounidense nacido en 1944 y que es el responsable de la popularización del término y de la práctica en sí misma. Sin embargo, aunque el concepto de mindfulness nace con Jon Kabat-Zinn, la inspiración de este método es mucho más antigua, para lo cual, hay que retraerse a las religiones orientales del hinduismo y del budismo.

Uno de los factores que hay que tener en cuenta a la hora de que se popularizase el mindfulness es que el propio Jon Kabat-Zinn es un estudioso de las culturas orientales, así como de las prácticas de la meditación y del yoga. En estas culturas, está presente el concepto de "sati", una palabra procedente de la lengua pali y que se traduciría como atención o conciencia plenas. El concepto de sati hace referencia al estado mental que se debe buscar en la meditación, ya que es la manera en que se consigue desarrollar un estado de conciencia ampliado y, en consecuencia, poder llegar a alcanzar la iluminación, que sería el objetivo final de la práctica meditativa en religiones como el budismo.

Sin embargo, lo que hizo el doctor Jon Kabat-Zinn es adaptar este concepto a la mentalidad occidental, permitiendo, de este modo, que el sati evolucionara en el denominado mindfulness o atención plena, más enfocado a la salud mental que al desarrollo espiritual, aunque ambos conceptos tengan grandes elementos en común.

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