El ozono es un gas que no se emite directamente, pero las emisiones de contaminantes por los tubos de escape de los vehículos, principalmente diésel, en ciertas condiciones ambientales (como la insolación) reaccionan entre sí para dar lugar a gases, como el ozono, que pueden difundir a distancias importantes de los focos emisores. Según datos de la OMS, el ozono está afectando de forma negativa hasta a un 82% de la población española y disminuye la productividad de los cultivos.
En este artículo de EcologíaVerde hablamos sobre qué es el ozono troposférico y qué efectos produce.
Qué es el ozono troposférico y cómo se forma
La molécula de ozono está constituida por tres átomos de oxígeno (O3) y se trata de un gas incoloro y de aroma ocre. El ozono que hay en los niveles más altos de la atmósfera se denomina ozono estratosférico y es un filtro de protección frente a las radiaciones solares que entran a nuestro planeta y el ozono existente en la superficie se llama ozono troposférico y es un contaminante, por ello también se le conoce como ozono contaminante, pues ocasiona efectos negativos sobre la salud humana y el ecosistema.
El ozono troposférico constituye un contaminante secundario, no se emite de forma directa a la atmósfera, sino que se forma a través de complejas reacciones fotoquímicas, parecido a cuando se da el smog fotoquímico, en presencia de una elevada intensidad solar. Estas reacciones tienen lugar entre contaminantes primarios como son algunos compuestos orgánicos volátiles (COV) o los óxidos de nitrógeno (NO, NO2). Los óxidos de nitrógeno se producen durante los procesos de combustión, principalmente en el tráfico de vehículos, mientras que los compuestos orgánicos volátiles se producen a partir de diversas fuentes como refinerías, limpieza en seco, pinturas, tráfico y demás actividades que utilizan productos disolventes.
Otros compuestos que intervienen en la formación del ozono son el monóxido de carbono (CO) y el metano (CH4). El metano es un compuesto orgánico volátil producido en la extracción y distribución de gas natural, combustión de biomasa, aguas residuales, vertederos, minería de carbón o ganadería. Por lo general, la presencia de ozono en el centro de las ciudades es inferior a los cinturones metropolitanos y áreas rurales, debido a que suele descomponerse en zonas con elevadas concentraciones de NO.
En las siguientes líneas, entramos en detalle en el tema de qué efectos produce el ozono troposférico en la salud humana y en los ecosistemas o, en sí, en el medio ambiente.
Ozono troposférico: impacto en la salud humana
El ozono troposférico es un importante oxidante capaz de producir efectos indeseables en la salud. Los estudios demuestran que la exposición al ozono puede causar los siguientes efectos negativos en la salud a corto plazo (principalmente en verano):
- Inflamación pulmonar.
- Insuficiencia respiratoria.
- Problemas de asma.
- Enfermedades broncopulmonares.
- Tos.
- Irritación de la faringe y la garganta.
- Irritación en los ojos.
- Disminución de la función pulmonar.
- Malestar general.
Las diferentes investigaciones han demostrado que la mortalidad aumenta con la exposición al ozono. También existen evidencias que relacionan la exposición al ozono con empeoramiento de la función reproductiva a largo plazo. Desde el año 2005, se han publicado algunos estudios de cohortes sobre exposición al ozono y mortalidad respiratoria. Además, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer clasifica la contaminación ambiental como un carcinógeno del primer grupo (el más elevado).
El ozono también puede interaccionar con otros elementos como acetaldehído, formaldehído o ácidos orgánicos y generar contaminantes de poca duración, pero que pueden ser irritantes y tener efectos en la salud.
Efectos del ozono troposférico o contaminante en la vegetación y los ecosistemas
Niveles elevados de ozono también pueden producir daños en la vegetación y perjudicar a la reproducción y desarrollo de las plantas. Todo esto lleva a la disminución de la biodiversidad, del crecimiento de los bosques y la disminución de los rendimientos en los cultivos. El ozono también reduce la absorción de dióxido de carbono por los vegetales, perjudicando así al proceso de fotosíntesis.
Los daños a los cultivos en el sur de Europa pueden representar un gran problema para el sector. Estos contaminantes pueden disminuir la calidad, rendimiento y valor de los cultivos. Pero no todos los cultivos son igual de sensibles a la contaminación por ozono, así existen cultivos más sensibles como el tomate, la lechuga o el algodón. También influyen la edad de los cultivos, niveles de luz, condiciones del suelo o grado de humedad. Sin embargo, los factores más importantes son los niveles de ozono y el tiempo de exposición a él. Las nuevas investigaciones sugieren que el nitrógeno y el ozono pueden establecer sinergias o antagonizar en sus efectos sobre la vegetación y los ecosistemas, por lo que pueden ser impredecibles. El ozono es considerado el tercer gas en importancia en el efecto invernadero, tras el dióxido de carbono y el metano.
Condiciones que favorecen los altos niveles de ozono
Teniendo en cuenta que cualquier día se emiten cantidades de NOx y COV suficientes para generar altos niveles de ozono, la diferencia en sus niveles diarios se encuentra en las diferentes condiciones climáticas. Alguna de las que favorecen son:
- Elevada luz solar.
- Altas temperaturas máximas.
- Elevadas diferencias entre las temperaturas mínimas y máximas diarias.
- Poca humedad.
- Baja velocidad de vientos.
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