Qué es la crianza con apego y sus beneficios


La educación y crianza de los hijos es una de las labores más complejas y sobre las que más libros se han podido escribir a lo largo de la historia. De hecho, desde Freud hasta nuestros días, han surgido diferentes corrientes psicológicas que abogan por distintas formas de afrontar la paternidad y el cuidado de los hijos, algunas de ellas, completamente opuestas a otras, lo que nos sirve, para hacerlos una idea, de lo complejo que puede llegar a ser este tema. Una de las corrientes que en las últimas décadas está tomando más fuerza es la crianza con apego, que, pese a ser frontalmente diferente a los planteamientos freudianos, ofrece una serie de ventajas con respecto a estos. Si quieres profundizar un poco más en el tema y descubrir qué es la crianza con apego y sus beneficios en el cuidado y desarrollo de los hijos, sigue leyendo Ecología Verde y te lo contamos.
Qué es la crianza con apego
La crianza con apego es un sistema de cuidado y crianza de los hijos basados en las ideas del psiquiatra y psicoanalista John Bowlby. De hecho, se trata de una corriente que bebe directamente de los planteamientos de la psicología del desarrollo, que estudia los cambios en el comportamiento de las personas desde su concepción hasta su muerte.
La crianza con apego sostiene que, dado que los bebés son seres naturalmente sociables, es natural que busquen la presencia y el amparo de sus progenitores. De este modo, la crianza con apego afirma que es bueno pasar mucho tiempo con los bebés, así como permitirles el contacto físico con los padres (especialmente con la madre después del parto), y que los bebés y los niños creen lazos afectivos con sus padres sin que ello deba suponer un inconveniente a la hora de dudar si serán adultos independientes en el futuro.

Diferencia entre apego y crianza tradicional
La crianza con apego se opone a los planteamientos tradicionales, en concreto a la visión más tradicional de Freud, que sostiene que, tanto los bebés como los niños, quieren a sus padres porque son el medio para satisfacer sus deseos. De este modo, los niños se convierten en individuos dependientes de sus padres, ya que son el medio que encuentran de forma natural para satisfacer todos sus deseos y necesidades. Siguiendo este planteamiento, es necesario forzar la independencia de los niños respecto de sus progenitores, ya que será la única manera en la que se llegarán a convertir en adultos autosuficientes e independientes.
No obstante, esta teoría ha recibido muchas críticas, ya que, afirmar que los bebés o los niños únicamente quieren a sus padres para satisfacer sus deseos, choca frontalmente con el hecho de que los seres humanos sean seres sociables, es decir, que pueden disfrutar del simple hecho de estar en contacto con otros seres humanos por el hecho de serlo, sin que sea necesario que medie un interés oculto más allá del simple contacto con sus semejantes. En realidad, hoy en día son muy pocos los psicólogos que afirman que la visión freudiana es la única manera de enfrentarse a una cuestión tan compleja y, de hecho, cada vez son más los expertos que enfatizan la importancia que tienen las emociones y la inteligencia emocional a la hora de desarrollar adultos sanos y satisfechos.
Crianza con apego: beneficios
De hecho, aunque sea evidente que los progenitores satisfacen con creces las necesidades de los niños, también es importante tener en cuenta que constituyen un ejemplo para los mismos. Es decir, no se trata únicamente de solucionar las necesidades de los menores, sino que, solucionándolas, también aportan información constantemente a la vida de los pequeños, que toman en sus padres modelos y ejemplos de conducta a imitar que les permiten solucionar sus propias necesidades llegados el momento adecuado.
Además, más allá de la parte meramente práctica relativa a la solución y satisfacción de los deseos infantiles, otro de los aspectos más importantes que tiene en cuenta la crianza con apego es que permite a los niños desarrollar una mayor empatía hacia otros seres humanos. Esto conlleva una mejor comprensión de la realidad del otro, lo que, así mismo, les convierte en adultos mucho más inteligentes emocionalmente, ya que son capaces de comprender mejor situaciones cotidianas del día a día y entablar lazos sociales mucho más sólidos y reales.
En realidad, uno de los efectos más beneficiosos de la crianza con apego la encontramos en la manera de enfocar los problemas que tienen los adultos. Aquellos menores que han sido motivados para ser autosuficientes desde una edad muy temprana, suelen ser muy diestros a la hora de encontrar soluciones a problemas individuales o que solo les afectan en una parte reducida de su esfera vital. Por el contrario, aquellos menores que han crecido en un ambiente en el que se ha practicado la crianza con apego, se convierten en adultos mucho más cooperantes. Es decir, puede ser cierto que no sean tan autosuficientes como los primeros. Sin embargo, tienen una mayor capacidad de cooperación con los demás, lo que les permite desarrollar grupos sociales mucho más sólidos y eficientes a la hora de solucionar los problemas, ya sean los que afecten a un único individuo o a la colectividad en su conjunto. De este modo, aunque exista una mayor dependencia del grupo, los resultados son mejores, puesto que, efectivamente, la pertenencia a un grupo permite que las necesidades individuales también sean satisfechas, y, de hecho, de forma más efectiva que en el caso de aquellos adultos que tienen más a la competición que a la colaboración.

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