Qué es la degradación del suelo

Qué es la degradación del suelo

La degradación del suelo es una de las problemáticas ambientales más graves y más extendidas a escala global. Prácticamente todos los suelos del mundo han sufrido transformaciones debido a la acción antrópica o del hombre, lo que ha disminuido su calidad y su capacidad de brindar servicios, tanto a nosotros como a los ecosistemas.

Si te preocupa y quieres conocer mejor qué es la degradación del suelo no te pierdas este artículo de EcologíaVerde en el que te damos la definición, las causas, las consecuencias y cómo podemos evitarla.

Qué es la degradación del suelo y tipos

La degradación del suelo es un fenómeno por el cual el suelo de un determinado lugar pierde algunas de sus propiedades más importantes, lo que se traduce en una disminución de su capacidad para brindar servicios ecosistémicos y otro tipo de servicios.

Antes de meternos en profundidad en este proceso, es recomendable hacer un repaso de qué es el suelo. El suelo es la primera capa que nos encontramos en la superficie terrestre. Se divide en capas llamadas horizontes, siendo el primero de ellos una capa rica en materia orgánica, la segunda una capa caracterizada por los lixiviados caen, y una tercera en transición hacia la roca madre. Los suelos son estructuras dinámicas que están en constante formación y degradación.

Aunque es una capa extremadamente delgada en términos geológicos, el suelo tiene una gran importancia para la vida, ya que es donde se asientan una gran parte de las especies vegetales, se dan la mayoría de procesos de conversión de materia orgánica en inorgánica y viven multitud de especies animales, hongos y bacterias. Además, los suelos son imprescindibles para la agricultura o la ganadería.

Una vez vista la tremenda importancia de los suelos, podemos hacernos una idea de los problemas que puede generar su degradación. Además, te recomendamos este otro post de EcologíaVerde para conocer los distintos Tipos de suelo y sus principales características.

Tipos de degradación del suelo

Hay varios tipos de degradación de los suelos, aunque aquí veremos los más comunes:

  • Erosión: la erosión de los suelos se produce siempre de forma natural, debido a distintos factores como el agua o el viento. Hablamos de un problema de erosión cuando ésta es más intensa de lo habitual. En este caso, la capa superior del suelo, la más importante para la vida, se ve muy disminuida o desaparece totalmente. Aprende más sobre Qué es la erosión de los suelos, sus causas y consecuencias aquí.
  • Salinización: se da especialmente en zonas de costa. Ocurre cuando se sobreexplotan las aguas dulces subterráneas cercanas al mar. Cuando desaparece esta corriente, el mar percola hacia tierra, bañándola con agua salada.
  • Contaminación: en la contaminación introducimos algún elemento externo al ecosistema que además resulta perjudicial para el equilibrio ecológico. No sólo puede producirse por residuos sólidos o vertidos de aguas contaminadas, sino también por lluvias que arrastran elementos dañinos. Descubre más sobre la Contaminación del suelo en este otro artículo.
  • Sequías: especialmente importante bajo la óptica del cambio climático. Los suelos necesitan una cierta proporción de agua para poder seguir albergando vida. Cuando se producen sequías se pierde una gran parte de las especies que viven allí. Infórmate más sobre Qué es la sequía, sus causas y consecuencias en este otro post.

El proceso extremo de degradación del suelo se conoce como "desertificación". En este caso, una tierra fértil pasa a transformarse en un desierto yermo de vida.

Causas de la degradación del suelo

Las causas de la degradación del suelo son variadas, pero podemos conocer las más importantes:

Gestión de residuos y vertidos

Cuando se produce una gestión de residuos y de vertidos deficiente (o incluso directamente ilegal), éstos componentes acaban en los suelos, dando lugar a contaminación. Son especialmente perjudiciales los vertidos, dado que al ser líquidos se propagan rápidamente y en grandes extensiones de terreno. Residuos como los metales pesados (como el plomo) son muy difíciles de eliminar.

Además pueden agravar otros problemas. Por ejemplo, los fragmentos de vidrio en climas áridos (especialmente en áreas con plantas herbáceas que se secan en verano) aumentan el riesgo de incendios.

Tala, agricultura extensiva y sobrepastoreo

La tala, la agricultura extensiva (directamente relacionada con la tala en muchos casos) y el sobrepastoreo contribuyen a la eliminación de la cubierta vegetal, cuyas raíces previenen la erosión del suelo. Puede afectar a grandes extensiones. El monocultivo sin rotación degrada el suelo por agotamiento de alguno de los nutrientes. Se agravan con los incendios forestales.

Incendios y sobreexplotación de recursos hídricos

En aquellas zonas donde la vegetación no es xerófila ni pirófila, la falta de agua provoca la muerte de las especies que dan origen al horizonte superficial del suelo, empobreciéndolo. Contribuyen igualmente a la erosión.

Gestión del territorio

La gestión del territorio puede llegar a ser muy dañina, lo que dependerá en gran medida de las características concretas del territorio. Por ejemplo, las grandes presas evitan la distribución de limos y arcillas con alto contenido orgánico en zonas adyacentes al río y modifican el perfil hídrico del territorio.

Consecuencias de la degradación del suelo

Como hemos visto, la degradación del suelo tiene una multitud de causas que determinan varias problemáticas. Sin embargo, las consecuencias son en muchos casos comunes y se relacionan unas con otras.

La principal es la pérdida de la capacidad para brindar soporte a la vida (degradación biológica). Una vez que se ha producido pérdida del suelo, es muy difícil que pueda volver a servir de soporte para las especies que habitaban allí. Igualmente, puede generar pérdidas millonarias en agricultura (paradójicamente, este factor es causa y consecuencia de la degradación).

Las consecuencias exactas dependerán de las características particulares del territorio, del grado de degradación y de si se aplican técnicas tales como biorremediación.

Cómo evitar la degradación del suelo

Evitar la degradación del suelo pasa por adoptar soluciones efectivas para minimizar los incendios, el impacto de la agricultura, la ganadería y las obras civiles y gestionar de manera adecuada los residuos.

Como ciudadanía, podemos cuidar nuestros suelos exigiendo políticas medioambientales adecuadas a nuestras autoridades, siendo conscientes de nuestro consumo y mejorando nuestra propia gestión de residuos (evitar vertidos y otros residuos).

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