Qué es la meditación zen y sus beneficios

Qué es la meditación zen y sus beneficios

Las religiones y filosofías orientales siempre han fascinado a Occidente y, en las últimas décadas, el intercambio cultural fomentado por la globalización ha hecho que sean mucho más accesibles que tiempo atrás. De hecho, uno de los aspectos más interesantes del budismo tradicional japonés es la meditación zen, que, además de tener un trasfondo religioso, también se ha demostrado que tiene beneficios físicos concretos para la salud. Si quieres conocer qué es la meditación zen y sus beneficios, sigue leyendo EcologíaVerde y te lo contamos.

Qué es el zen

El zen es el nombre con el que se conoce a una de las escuelas budistas más importantes de todo el mundo. Para que los occidentales lo entendamos, dentro del budismo, existen diferentes escuelas. Todas tienen como base principal el pensamiento de Buddha. Sin embargo, cada una de ellas muestra sus propias características que la diferencian del resto, lo que hace que, siendo todos budistas, existan diferencias tanto en la teoría como en la práctica de cada uno de los budismos. En concreto, la escuela budista zen, se caracteriza por ser una de las más populares en Japón y, su principal interés, se centra en la meditación, que es considerada como la vía principal para alcanzar la iluminación.

Haciendo un símil con la religión cristiana, se puede hablar de diferentes vertientes (católicos, reformados, ortodoxos, etc.). No obstante, todos ellos son cristianos, aunque existan diferencias en las interpretaciones de los textos sagrados y en algunas de sus prácticas. Esto es lo mismo que sucede con el budismo y sus diversas escuelas, donde ubicaríamos en zen.

Qué es la meditación zen

Hay que tener en cuenta que, en cualquier escuela budista, la meditación es una de las herramientas y prácticas principales, ya que constituye la principal forma de alcanzar la iluminación. Es decir, el estado de plena consciencia en el que desaparece la ignorancia y, en consecuencia, se puede alcanzar el nirvana, un estado de ausencia de deseo y, por ello, también ausencia de sufrimiento. Sin embargo, y aquí es donde entran de nuevo las diferencias entre una escuela budista y otra, la meditación zen tiene sus propias característica.

La meditación zen, así como todo el pensamiento zen, se caracteriza por querer suprimir todo aquello que sea innecesario o superfluo. Esto se hace porque, eliminando el ruido que nos rodea (ya sea ruido acústico, visual, emocional, etc.), la mente se calma y se centra con mayor capacidad en el proceso meditativo. Es decir, se eliminan las distracciones. Esto es lo que hace que la estética zen sea tan parecida al minimalismo, ya que ambas filosofías comprenden la necesidad de eliminar lo superfluo para poder centrarse en lo verdaderamente importante, aunque con enfoques y metas diferentes.

Uno de los elementos más característicos de la meditación zen, más allá de la supresión de los elementos que puedan constituir distracciones, es la búsqueda del satori. Satori es una palabra japonesa que se puede traducir por iluminación. Sin embargo, la concepción del satori es más profunda que la manera de entender la iluminación en otras escuelas budistas. El satori es una verdadera experiencia espiritual que cuesta definir con palabras. Quienes lo han alcanzado, lo describen como un estado de plena consciencia y de iluminación, en el que la ignorancia y las divisiones del mundo físico desaparecen por completo. Alcanzar este estado de consciencia plena puede ser muy costoso. De hecho, existen monjes zen que deben emplear toda una vida en su consecución e, incluso, hay personas que no lo logran a pesar de dedicarse de forma plena a su búsqueda.

Sin embargo, la meditación zen tiene efectos positivos desde el inicio de su práctica, por lo que no es necesario iniciar una vida monacal para beneficiarse de este tipo de meditación.

Qué beneficios tiene la meditación zen

Se ha demostrado que la meditación zen tiene muchos beneficios para la salud que van más allá del plano espiritual del ser humano. Para ello, se han realizado experimentos de diversas índoles pero, en su mayoría, estos experimentos consistían en analizar lo que pasa en el cerebro cuando se accede a estos estados meditativos. Los resultados de estos estudios han llegado a la conclusión de que, practicar meditación zen de forma habitual, contribuye a un mejor estado de salud en general.

Esto se aprecia en elementos psicológicos como una mayor capacidad de concentración, mejor capacidad de gestionar las relaciones humanas y las situaciones de estrés, buenos resultados a la hora de tratar enfermedades como la depresión o, por ejemplo, una mejora importante de las capacidades de autocontrol y gestión de las emociones.

Sin embargo, la práctica habitual de la meditación zen también conlleva beneficios físicos, como pueda ser una mejora importante de la salud cardiovascular, un aumento de la energía, o una mejora significativa de los procesos digestivos. Esto no debería sorprendernos en exceso, ya que el ser humano, pese a sus partes diferenciadas, funciona como un todo unido y en relación consigo mismo. De este modo, la mejora del estado psicológico, actúa de manera directa sobre el estado físico, de modo que los beneficios de la meditación zen se aprecian desde una dimensión holística en la que todas las partes están interconectadas entre sí.

Si estás pensando en iniciarte en la práctica de la meditación zen, aunque es cierto que se trata de una práctica que se puede realizar en solitario, lo más recomendable al principio es hacerlo de la mano de un profesor o maestro. En este sentido, una persona que pueda enseñar y dirigir los primeros pasos ayudará a que los conocimientos más básicos se asienten y, de esta manera, si más adelante deseas practicarla en solitario tendrás las herramientas necesarias para hacerlo de forma efectiva.

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