Qué es simbiosis en ecología con ejemplos

Qué es simbiosis en ecología con ejemplos

La gran biodiversidad de seres que presenta nuestro planeta es, sin duda, extraordinaria. Sin embargo, toda la vida en la Tierra va mucho más allá, pues toda ella se desarrolla gracias a la interacción que se da entre el ambiente y todos los seres vivos, así como las relaciones que se establecen entre las diferentes especies. Desde EcologíaVerde queremos presentarte una de estas relaciones: la simbiosis, que es responsable de muchas formas de vida en el planeta. Si quieres saber más, aquí te contamos qué es la simbiosis en ecología y te ponemos algunos ejemplos que te resultarán muy útiles para entender mejor este tema.

Qué es la simbiosis en ecología y biología

Podemos definir la simbiosis como la estrecha relación de convivencia que se establece a nivel ecológico entre dos individuos de diferentes especies que se encuentran en contacto directo entre ellas con el objetivo de obtener un beneficio de dicha unión.

Estos dos organismos implicados se denominan “simbiontes” o, si son de distinto tamaño el que es más grande se denomina huésped y el más pequeño simbionte. Estas relaciones fueron denominadas como tales por primera vez por el botánico alemán Heinrich Anton de Bary en 1879.

Tipos de simbiosis

Las relaciones simbióticas se pueden clasificar en función de varios factores, como, por ejemplo, por cómo sea la relación de simbiosis que se produce entre los dos individuos, la cual a veces es imprescindible para la vida. Con ello queremos decir que no en todos los casos las dos especies salen beneficiadas. Hay relaciones en las que sale beneficiado solo uno de ellos, pudiendo resultar perjudicial para el otro. Te lo contamos a continuación.

En función de los costes y los beneficios que obtienen las especies implicadas podemos distinguir entre:

  • Mutualismo: se suele utilizar como sinónimo de simbiosis, aunque no es exactamente lo mismo. Las relaciones mutualistas son aquellas en las que los dos organismos implicados obtienen beneficios.
  • Comensalismo: poco habitual en la naturaleza, una de las especies se beneficia de la otra, aunque no llegan a perjudicarse pues no supone ningún problema a la especie “huésped”.
  • Parasitismo: una de las especies, denominada parásita, se beneficia a costa de la otra, la especie huésped, pero, en este caso, sí le perjudica. Un ejemplo es el de los parásitos que afectan a las plantas.

Atendiendo a cómo es la relación espacial entre los dos organismos simbiontes, es decir, de si uno de los simbiontes vive en el interior o no del otro, podemos distinguir entre:

  • Endosimbiosis: si el organismo vive en el interior de las células del otro simbionte o en los huecos que quedan entre ellas.
  • Ectosimbiosis: si el simbionte puede sobrevivir en el exterior del otro, es decir, fuera de sus células, pudiendo encontrarse en la superficie del tubo digestivo, glándulas exocrinas o externamente sobre su cuerpo.

Como comentábamos, algunas de estas relaciones son indispensables para la vida. Por ello, de nuevo pueden clasificarse en función de si son relaciones temporales (facultativas) o permanentes (obligatorias).

Por último, según la forma en la que se haya establecido esta relación se puede distinguir entre las relaciones simbióticas de transmisión vertical, cuando los simbiontes se transmiten a la descendencia, o las relaciones simbióticas de transmisión horizontal, cuando el organismo anfitrión obtiene su simbionte del medio ambiente generación tras generación.

Importancia de la simbiosis y ejemplos

Como quedará más claro a través de los ejemplos, las relaciones de simbiosis son muy importantes en el medio ambiente, pues posibilitan que muchas especies puedan sobrevivir. Es por ello por lo que consideramos que la simbiosis funciona como un potenciador de la evolución de estas especies, las cuales consiguen mejorar su modo de vida estableciendo relaciones con otros organismos y especies.

Los ejemplos son muy numerosos y variados. A continuación, te presentamos algunos ejemplos de simbiosis en ecología y biología para que, de esta forma, quede más clara la importancia que estos tipos de relación suponen para la supervivencia de estos organismos.

  • Hormigas y pulgones: algunas especies de hormigas, como la hormiga negra (Lasius niger) protegen rebaños de pulgones que a cambio les facilitan comida y melaza, una sustancia azucarada que producen rica en hidratos de carbono. En la imagen principal de este artículo podemos ver este mismo ejemplo.
  • Hormigas y acacias: otras especies de hormigas como Pseudomyrmex feruginea protegen las acacias de otros parásitos o herbívoros. A cambio el árbol proporciona refugio y alimento.
  • Cocodrilos y chorlitos: es por todos conocida la gran potencia que poseen los cocodrilos en las mandíbulas. Estos presentan nada más y nada menos que 80 dientes, los cuales sustituyen 2 o 3 veces al año y los restos de comida pueden ocasionarles serios problemas como infecciones. Surge así la relación con los chorlitos egipcios. Estos obtienen su alimento limpiando los restos que encuentran entre los dientes de los cocodrilos y estos así evitan problemas bucales permitiendo que se muevan dentro de sus bocas.
  • Tiburones y rémoras: este es el caso más claro de comensalismo. Seguramente hayas visto que bajo los tiburones otros peces que los acompañan. Estos se adhieren a los tiburones y obtienen de ellos protección y alimento de los restos de comida que no ingieren éstos. Para los tiburones la presencia de las rémoras les resulta prácticamente indiferente.
  • Pez gobio y gamba ciega: la gamba, a pesar de su falta de visión, excava la madriguera que mantiene limpia y permite que el pez comparta para que actúe como su lazarillo para la búsqueda de comida y, además, le avise de los peligros que acechan a través de movimientos de su cola que crean vibraciones que la gamba es capaz de detectar, momento en el que ambos pueden esconderse en la madriguera.
  • El pez payaso y la anémona: estos peces realizan toda su vida en el interior de las anémonas, las cuales resultan muy venenosas. Establecen una relación mutualista en la que el pez payaso atrae a otros peces depredadores que al entrar en contacto con la anémona quedan paralizados y les sirven de alimento, cuyos restos aprovecha el pez payaso.
  • Los líquenes: son asociaciones simbióticas entre un hongo y un alga. El hongo protege al alga de deshidratarse y le proporciona una estructura sobre la que crecer, y el alga fabrica hidratos de carbono que el hongo puede utilizar como alimento. Hay una gran variedad de líquenes ya que son muy resistentes y capaces de colonizar ambientes muy diversos.
  • Micorrizas: las micorrizas son hongos que establecen relaciones simbióticas con múltiples especies vegetales de plantas vasculares. ¿Cómo? Las raíces de estas plantas segregan sustancias útiles para estos hongos y éstos a cambio hacen que materiales que se encuentran en el suelo como minerales y otros materiales en descomposición sean más asimilables por las plantas.
  • Flora intestinal y microbiota: en nuestro intestino, así como en muchas otras partes de nuestro cuerpo, existe una gran cantidad de bacterias y otros microorganismos que viven en simbiosis con nuestras células y que son de gran importancia para nuestra salud hasta tal punto que variaciones en esta microbiota pueden provocar alteraciones en nuestro organismo.

Ahora que ya conoces bien qué es la simbiosis en ecología y en biología y has visto diversos ejemplos, puede que también te interese conocer con este otro artículo de EcologíaVerde las Relaciones interespecíficas: tipos y ejemplos. Aquí abajo puedes ver este resumen de la simbiosis en vídeo.

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