Cómo regar un bonsái

No hay una regla universal a la hora de establecer la frecuencia de riego del bonsái. En esta decisión intervienen factores tan variados como las necesidades específicas de la planta, el tamaño de la maceta y el clima local.

Debido a esto, el mejor consejo general que podemos darte es que riegues tu bonsái cuando el sustrato haya perdido mucha humedad. Al principio, hasta que aprendas a reconocerlo a simple vista, puedes usar tu propio dedo o un palo de madera. Húndelo en la tierra hasta unos dos centímetros, y comprueba si el sustrato que tocas está seco o húmedo. Si es lo segundo, todo está bien, mientras que si está seco, es hora de regar. No te excedas con los riegos, puesto que, si mantienes el bonsái en un suelo demasiado húmedo, sus raíces pueden acabar por pudrirse o sufrir el ataque de hongos.

Evidentemente, en la estación cálida necesitarás regar tu bonsái mucho más a menudo que en la estación fresca o fría. El mejor momento del día para regar es con la puesta de sol, de forma que evitamos que las gotas de agua puedan hacer efecto lupa y concentrar los rayos del sol, quemando y dañando la planta.

Además, muchas especies de bonsái agradecerán que pulverices sus hojas semanal o quincenalmente, para así limpiarlas de polvo y suciedad depositada, especialmente si están en interior.

Hay dos formas principales de regar el bonsái, con una regadera de forma tradicional o por inmersión.

Cómo regar un bonsái con regadera

Si riegas de forma tradicional, con regadera, elige una que tenga un cabezal con agujeros muy finos, de forma que el agua caiga en chorros lo más finos posible. De esta forma, el agua se oxigena más y no arrastra ni deteriora el sustrato al caer. Además, los bonsái se riegan habitualmente en dos pasos:

1. Haz un primer riego superficial cuyo objetivo es abrir los poros del sustrato y mejorar su absorción.
2. El segundo riego hazlo una vez el agua del primero ha sido absorbida, y esta vez hay que hacer un riego abundante, hasta que toda la tierra se empape y el agua salga por los agujeros de drenaje de la maceta.
3. Si está en una bandeja, el agua sobrante debe ser retirada algunos minutos después del riego.

Riego por inmersión en bonsáis

1. Prepara un recipiente que llenar de agua, en el que sumergirás el bonsái hasta la superficie de la tierra, no más.
2. Déjalo en el agua durante unos 5 minutos, hasta que dejen de salir burbujas de la tierra, que es cuando la tierra se habrá empapado por completo.
3. Pasado ese tiempo, saca la maceta del agua y deja que los agujeros de drenaje eliminen todo el sobrante.

Lo más recomendado es alternar los dos tipos de riego del bonsái, ya que el riego por inmersión es más completo y puede suplir las carencias puntuales de un riego con regadera no del todo bien realizado o ayudar al bonsái a recuperarse si ha estado bastante tiempo sin ser regado.

También es importante usar agua de lluvia u osmotizada, tanto para el riego como para la pulverización de agua en las hojas, ya que el agua del grifo contiene elementos, como cal o cloro, que pueden manchar o perjudicar la planta. Si no tienes acceso a agua de este tipo, la embotellada de manantial de mineralización débil también es una buena opción. En caso de que no te quede más remedio que usar agua común del grifo, déjala reposar en un recipiente entre 12 y 24 horas. De esta forma, los minerales y elementos no deseados se depositarán en el fondo, librando a tu bonsái de buena parte de ellos.

Aparte de la poda, que es el pilar principal en la creación de un bonsái, vale la pena mencionar sus principales cuidados. Como ya hemos hablado del riego, pasaremos a hablar de otros puntos importantes de los cuidados del bonsái:

• Sustrato: debemos elegir uno ligero que no retenga demasiada humedad. Una mezcla muy utilizada es una parte de pomice, una parte de roca volcánica y dos partes de akadama, aunque exige de riegos bastante frecuentes.
• Ubicación y luz: la ubicación y necesidades o no de luz del bonsái dependerán por completo de las características concretas de su especie. Por tanto, es vital que te informes muy bien de las necesidades específicas de la especie del pequeño árbol que escojas al adquirirlo en una tienda especializada.
• Trasplante: de forma parecida a la luz y la ubicación ocurrirá con los trasplantes, ya que dependerá del sistema radicular y velocidad de crecimiento de la planta.

Para ampliar más tus conocimientos sobre los cuidados de los bonsáis, incluyendo cómo regar un bonsái, aquí te dejamos las guías prácticas de cuidados de algunas especies en concreto, las cuales son bastante habituales en los hogares:

• Cuidados del bonsái higuera.
• Bonsái ficus benjamina: cuidados.
• Bonsái ficus ginseng: cuidados.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo regar un bonsái, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Cultivo y cuidados de las plantas.