Serpientes de Yucatán

Serpientes de Yucatán

Yucatán cuenta con 58 especies de serpientes y, todas ellas, son de importancia pues mantienen en equilibro la cadena alimenticia. La gran mayoría de serpientes de Yucatán son inofensivas, pues de las 9 familias solamente dos son venenosas, y no por esto deben ser temidas. Incluso ellas son de gran importancia como control biológico y para la síntesis de productos farmacéuticos. En esta ocasión, dentro de EcologíaVerde estaremos presentándote a estos reptiles de Yucatán, para que conozcas sobre la diversidad de este estado al sur de la República mexicana. ¡No te pierdas hasta 9 serpientes de Yucatán!

Cantil yucateco (Agkistrodon russeolus)

Entre las serpientes venenosas de Yucatán está este vipérido, endémico de la península de Yucatán. Tiene una estrategia muy curiosa para cazar: se esconde bajo la hojarasca y usa su cola para atraer a la presa, para después inyectar con sus colmillos el veneno necrosante y hemolítico. El veneno es tan fuerte que en humanos puede llevar a la amputación.

Conoce otras Especies endémicas de Yucatán en el siguiente artículo de EcologíaVerde.

Culebra chicotera (Coluber mentovarius)

La serpiente chicotera, culebra chirriadora o corredora, mide cerca de un metro y medio. Es cazadora activa y se alimenta de serpientes pequeñas, lagartijas y a veces mamíferos pequeños, gracias a que es extremadamente veloz para capturar a los escurridizos reptiles.

No nos encontramos ante un caso de serpientes venenosas de Yucatán, pero sí pueden infringir daño con sus filosos dientes. Se extiende desde Yucatán hasta Centroamérica. Son peculiares porque tienen la cola muy larga con la que lanza latigazos, de aquí su nombre común que hace referencia a los “chicotazos” que da.

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Serpiente índigo (Drymarchon melanurus)

Dentro de las culebras de Yucatán está la serpiente índigo, también llamada culebra azul o prieta. Dicho nombre hace alusión a su cuerpo bicolor: es parda y se torna negra hacia la cola. Se distribuye por toda la costa este y oeste del continente americano, desde Texas hasta el Salvador pasando, claro, por Yucatán. Mide entre dos y tres metros, siendo una de las serpientes de Yucatán más largas. Puede comer huevos, tortugas, otras serpientes, hasta mamíferos.

Serpiente ratonera de Yucatán (Pseudelaphe phaescens)

También llamada culebra ratonera, esta serpiente es endémica de la península yucateca. Su alimentación se basa en roedores, pero también puede incluir murciélagos. Esto tiene sentido si recordamos que estos últimos son mamíferos. Caza principalmente de noche. Es de tamaño grande alcanzando los 2 metros de largo y es peculiar porque tiene ojos hipnotizantes y casi caricaturizados.

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Imagen: iNaturalist

Serpiente alacranera (Stenorrhina freminvillei)

Habita en la zona tropical, desde la península yucateca hasta Costa Rica. Se alimenta principalmente de alacranes y tarántulas, por lo que vive siempre en el suelo. Es de tamaño medio, de entre 50 a 60 centímetros de largo. Suele salir a alimentarse de noche. No es venenosa ni peligrosa, al contrario, ayuda a regular las poblaciones de insectos nocivos.

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Nauyaca real (Bothrops asper)

Es la serpiente venenosa más grande de Yucatán, mide entre 100 a 180 centímetros de largo. También es la serpiente que más mordeduras causa a humanos en este mismo estado, y por lo tanto, la más peligrosa. Una sola mordedura puede inyectar hasta 1.530 miligramos de veneno hemolítico y necrosante. Son de hábitos nocturnos y se esconden entre las hojas con un excelente mimetismo.

Víbora de cascabel yucateca (Crotalus tzabcan)

Dentro de las serpientes de Yucatán venenosas destaca esta especie endémica. Es grande, mide entre 1.3 a 1.6 metros de largo y tiene un patrón muy distintivo de rombos blancos sobre café. Para atacar, se enrosca y levanta la cabeza formando un gancho para lanzar la mordida.

Sus colmillos están llenos de veneno neurotóxico propio de las víboras de cascabel, llamado crototxina, además de ser hemolítico y necrosante. Este veneno lo usan para su dieta carnívora a base de roedores, lagartijas grandes, tlacuaches y ardillas.

Coralillo variable (Micrurus apiatus)

Las serpientes coralillo se identifican por tener colores rojo, amarillo y negro, que anuncian su peligrosidad. En la coralillo variable el patrón no es fijo, de aquí su nombre común. A pesar de que son venenosas, son tímidas. Si se sienten amenazadas se enroscan y levantan su cola para despistar al agresor. Solamente algunas pueden morder.

Es carnívora y se alimenta de otras serpientes, lagartijas y a veces hasta de otras coralillos de su misma especie. Su veneno es neurotóxico y en humanos debe ser atendido inmediatamente en el hospital en caso de ser mordido por ella. Los síntomas graves pueden derivar en coma, paro cardíaco, convulsiones y falla renal.

Imagen: Pinterest

Bejuquilla verde (Oxybelis fulgidus)

Esta serpiente de Yucatán es muy llamativa por ser de un vibrante color verde claro y tener un rostro afilado. Es delgada y larga, de hasta 2 metros. Es ligeramente venenosa, pero sus toxinas son muy buenas para paralizar a sus presas pequeñas que van de pequeñas lagartijas, aves o ratones.

Es de hábitos arborícolas, donde espera pacientemente para caer sobre el animal deseado. La sigue por un momento y asesta la mordida, para levantarlo del suelo, inyectar el veneno y tragarla completamente.

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Bibliografía
  • Díaz, L. F. (2020). Serpientes venenosas en la península de Yucatán: conocerlas para respetarlas. Bioagrociencias, 13(2).
  • Díaz, L., May, D., Gallardo, A., Chiappa, X. (2018). Guía rápida de identificación: Serpientes comunes del estado de Yucatán. Colección Científica Regional de Anfibios y Reptiles de la Universidad Nacional Autónoma de México.