Sucesión ecológica: definición, etapas y ejemplos

Sucesión ecológica: definición, etapas y ejemplos

¿Alguna vez has pensado en cómo es posible que zonas volcánicas como Hawái estén llenos de vida? ¿O cuánto tiempo tarda un bosque en recuperarse tras un gran incendio? ¿O que pasaría si dejáramos de cuidar los cultivos? Al igual que los seres vivos, las comunidades ecológicas también crecen, cambian y se desarrollan. Estos cambios se deben a un proceso natural denominado sucesión ecológica. Si quieres aprender más sobre ello sigue leyendo, pues a continuación, en EcologíaVerde, vamos a hablarte de la sucesión ecológica, su definición, etapas y ejemplos.

Qué es la sucesión ecológica

La sucesión ecológica es un proceso natural en el que se produce una secuencia de cambios en la comunidad ecológica que son observables en el tiempo y en el espacio. Se debe a colonizaciones y extinciones locales de especies.

Durante la sucesión ecológica evoluciona el nivel de complejidad de los ecosistemas. Las primeras etapas representan comunidades con cadenas tróficas sencillas y poca biodiversidad, pero que con el tiempo se van transformando en ecosistemas complejos donde existen más interacciones y una mayor riqueza y diversidad de seres vivos.

El ecosistema formado al final de la sucesión se denomina clímax o comunidad climácica. Esta etapa representa la madurez de la comunidad, o sea, cuando permanece durante muchos años estable y está bien desarrollado. En relación a estos dos conceptos, clímax y madurez, se ha levantado cierta polémica pues hay comunidades inmaduras (en etapas primarias) en clímax, es decir, sin cambios, como la vegetación de las dunas o los desiertos.

Dependiendo del punto de partida de la comunidad ecológica, los ecólogos diferencian dos tipos de sucesión ecológica:

  • Sucesión primaria.
  • Sucesión secundaria.

Sucesión primaria

La sucesión primaria es aquella que se desarrolla en un biotipo virgen, es decir, una zona carente de una comunidad preexistente, como ocurre en las dunas, nuevas islas volcánicas, retroceso de glaciares, etc. Es poco frecuente.

El proceso comienza con la formación del suelo, entendiéndose, como la capa de la superficie terrestre biológicamente activa que contiene raíces, microorganismos, comunidades de invertebrados y nutrientes. Normalmente, la sucesión primaria ocurre en zonas donde la roca madre queda expuesta a la superficie, pero esta no puede ser colonizada directamente. Primero sufre la acción de la erosión y la meteorización, un conjunto de procesos físicos y químicos que fragmentan, degradan y disuelven la roca. De esta manera comienza la colonización del suelo por líquenes y musgos, pues pueden crecer en sustratos con poca profundidad y poca cantidad de materia orgánica. La acción biológica de estos organismos contribuye a la degradación de la roca y la liberación de los nutrientes, también aportan materia orgánica cuando mueren. Así, se favorece la llegada de otras especies como las plantas anuales, hierbas que tienen un año de vida, y posteriormente las anuales perennes que aguantan más tiempo. Si la comunidad sigue evolucionando podrían germinar las semillas de especies arbustivas formando matorrales y finalmente crecerían los árboles dando lugar a los bosques.

Lo mismo ocurre con los animales, pues, los primeros en establecerse serán insectos y otros invertebrados y pequeños reptiles que pueden esconderse entre las rocas y alimentarse de los invertebrados. También podrían llegar pequeñas aves cuya alimentación esté basada en semillas, o incluso en invertebrados y reptiles. A medida que la comunidad vegetal se vuelve más compleja aparecerían pequeños mamíferos, como los roedores y otras aves. Finalmente, llegarían a la comunidad los grandes mamíferos y otros depredadores, pues el ecosistema les proporcionará suficiente alimento y guarida.

Sucesión secundaria

La sucesión secundaria aparece cuando ha habido una sucesión regresiva en el ecosistema. Esto quiere decir que se ha destruido el ecosistema que existía y, por tanto, debe iniciarse el proceso de sucesión ecológica. Dicho ecosistema ha podido ser eliminado por incendios, inundaciones, enfermedades, talas, cultivos, etc.

La sucesión secundaria se da en lugares cuyas características dependen de las comunidades previas o de la situación anterior a la perturbación. Los residuos o legados son aquellos organismos, en ocasiones vivos, que proceden de la comunidad previa. A mayor cantidad de residuos mayor velocidad de sucesión o recuperación.

La presencia y abundancia de residuos amortiguan la diferencia que habrá entre las condiciones previas y posteriores a la perturbación. Funcionan como fuente de nuevas especies, aumentan la heterogeneidad del ambiente y además disminuyen la pérdida de suelo y nutrientes.

Mecanismos de la sucesión ecológica

Los ecólogos han estudiado durante mucho tiempo cómo ocurre la sucesión ecológica y han hallado una serie de mecanismos que favorecen la sucesión de las especies en las comunidades.

Uno de estos mecanismos es la facilitación, por el que las especies con gran capacidad de colonización favorecen la llegada y supervivencia de las especies que aparecen en las etapas más tardías de la sucesión. Es especialmente importante en la sucesión primaria. Si aumenta el estrés en el ambiente físico, aumenta la facilitación. Aunque, si las condiciones ambientales se vuelven extremas se impone la competencia frente a la facilitación, es decir, las especies se vuelven egoístas y luchan por los recursos disponibles para sobrevivir.

La sucesión ecológica ocurre gracias a las especies pioneras, aquellas que llegan primero a los sitios inhóspitos. Tienen una gran capacidad de colonización, pero una baja capacidad de competir cuando los recursos son escasos. Algunas especies pioneras son los líquenes y musgos que se mencionaban antes.

Además, las especies vegetales pioneras tienen tejidos con altas concentraciones de nitrógeno y fósforo, convirtiéndose en el alimento preferido de los herbívoros. De este modo se acelera la sucesión ecológica, pues estas plantas sufrirán una elevada mortalidad y se sustituirán por plantas de etapas más tardías.

Algunos ejemplos de sucesión ecológica

Estos son algunos claros ejemplos de sucesión ecológica.

Las dunas del lago Michigan

Tras finalizar la última glaciación, los glaciares que cubrían los Grandes Lagos se fueron retirando y dejaron al descubierto grandes dunas. Estas dunas son grandes formaciones de arena que se acumulan en las orillas de los lagos.

Con el paso de los años se han ido sucediendo las especies vegetales. Primeramente, se establecieron especies tolerantes a la sequía que, además, permitieron la fijación de las dunas, evitando que el viento las erosionara y transportara. Después de una veintena de años aparecieron las gramíneas, arbustos como el cerezo de las arenas y árboles como los sauces y chopos, que continuaron estabilizando el sustrato. Tras otros 50 o 100 años comenzaron a crecer rápidamente los pinares que finalmente se reemplazaron por los robledales, pudiendo mantenerse durante milenios.

Actualmente, puede observarse esta secuencia de plantas, pues los lagos tienen menor nivel y el proceso continúa en el tiempo.

La colmatación de un lago

Un lago oligotrófico (con poca cantidad de nutrientes) comienza a recibir nutrientes y sedimentos por los arroyos y ríos que desembocan en él. Gracias al incremento de los nutrientes, comienzan a proliferar las algas. Si los nutrientes aumentan aparecen plantas acuáticas flotantes y otras que comienzan a enraizar. La muerte y descomposición de los organismos hacen que se acumulen restos en el fondo del lago y se va creando la turba, a la vez que pierde profundidad. De esta forma el lago empieza a transformarse en una ciénaga. El suelo se acidifica y comienzan a proliferar plantas típicas de las orillas como los juncos. Pueden aparecer animales terrestres como lombrices de tierra y algunos insectos. Sobre las turberas formadas crecen árboles que toleran bien la alta humedad como alisos o abedules. Con el tiempo serán reemplazados por otros árboles que formarán un bosque más maduro. La fauna del lugar también evoluciona, desapareciendo los anfibios por la falta de humedad y apareciendo aves y mamíferos típicos de los bosques. En el caso de que haya mucha turba, crecería mucho musgo que acidificaría tanto los suelos que morirían los árboles.

Este proceso ha originado las actuales turberas del planeta tras las glaciaciones y podría suceder dentro de miles de años en lagos como los de Ginebra o Lemán, el mayor lago de Europa occidental y ubicado en los Alpes, y en el lago Constanza, que hace frontera con Alemania, Suiza y Austria.

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