Tipos de calefacción ecológica

Tipos de calefacción ecológica

Poder conservar tu vivienda u oficina confortable y cálida durante las épocas más frías es una actividad que requiere de un gran consumo energético y que, además, tiene grandes impactos sobre el calentamiento atmosférico por los residuos que producen, además de no ser renovables muchas de ellas. Las empresas que producen estos tipos de energía para calefacción nos insisten sobre el uso de estas energías más sucias y no renovables, pero realmente existen otras alternativas para mantener cálido nuestro espacio. En EcologíaVerde vamos a hablar de diferentes tipos de calefacción ecológica, para que puedas elegir lo que mejor se ajuste a tus necesidades.

Mantener tu espacio cálido

Una de las alternativas para no tener que usar tanta calefacción en tu hogar, es que esté construida de tal forma y materiales que utilicen de una forma más pasiva el calor del entorno durante todo el año, lo que se conoce como arquitectura bioclimática. Sin embargo, eso no ocurre en la mayoría de los hogares, por lo que la alternativa más ecológica, en aquellos climas con frío no extremo, es utilizar una calefacción que proceda de fuentes renovables de energía, como la eólica o la solar.

En aquellos climas con un frío más extremo, el uso de calefacciones que utilizan combustibles menos ecológicos, puede ser más inevitable, ya que son más eficientes, aunque en esto hay que analizar las opciones más económicas.

Energía solar y fotovoltaica, una calefacción totalmente ecológica

Una de las mejores opciones para calentar un hogar es utilizando una calefacción que use la energía solar, algo que se realiza instalando paneles y acumuladores solares en la superficie del hogar (donde capte la energía solar). Es posible calentar una casa unifamiliar utilizando tan solo un sistema autónomo de 15 metros cuadrado de paneles en la superficie. Estos paneles calentarán el agua por encima de 45ºC utilizando la energía solar, pero para usar este calor en calentar la casa, es necesario instalar paredes o suelos radiantes, circuitos de tuberías por las que discurre esta agua caliente. Las paredes o el suelo pueden ser de materiales que transmitan bien el calor, como cerámica o cemento. Una alternativa a las paredes o el suelo, es utilizar un sistema de radiadores y algún acumulador.

Este tipo de calefacción es muy ecológica, ya que no produce residuos y además es una calefacción que se puede fácilmente extender por toda la casa. La instalación de estos sistemas dependerá de las características de la vivienda o el espacio a calentar, pero no es mucho más difícil que la de los sistemas de aire acondicionado.

Calderas de biomasa o pellets

Los pellets son materiales que provienen de trozos de viruta, astillas o serrín sobrantes de serrerías o distintas industrias. Posteriormente, se secan, se trituran y se prensan para hacer materiales muy compactos y de gran poder calorífico. Es decir, serían comparables a algo así como energía solar concentrada. Estos pellets luego se queman en calderas o estufas, utilizándose como calefacción para el hogar. La ventaja de utilizar este tipo de calefacción con respecto a las calefacciones habituales, es que aparte de conseguir calentar todo el hogar de forma rápida, la energía biomasa emite mucha menos cantidad de CO2.

Las calderas en las que se quema solo necesitan unos tubos para la salida de humos y se controlan mediante sistemas electrónicos. Pueden utilizarse conjuntamente con sistemas de paneles solares, lo que permite también obtener agua caliente en el hogar.

Suelo radiante, otro tipo de calefacción ecológica muy efectivo

Otra opción muy eficiente para calentar el hogar es el uso del suelo radiante. El suelo radiante es un sistema eléctrico, de tubos de agua caliente o de hilos radiantes que discurren bajo el suelo, en contacto con la superficie. La instalación de este tipo de suelos no es fácil y hay que hacer una inversión grande, pero dada su eficiencia, esa inversión se amortiza pronto. Además, es un tipo de calefacción que tampoco emite residuos al usarse.

Se puede combinar, a su vez, con otros sistemas de calefacción eficiente, como la energía solar. Es un sistema muy sano y ecológico y recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una variante de este sistema que se base en este mismo principio, es el del techo radiante.

Conclusión

En la actualidad, existen opciones a los sistemas convencionales de calefacción del espacio. Estas opciones resultan mucho más ecológicas porque emiten menos residuos tóxicos para el medio o incluso ninguno. Además, en algunos casos, las calefacciones ecológicas también resultan más eficientes, pues si bien en un primer momento requieren de grandes inversiones en instalación, en el medio-largo plazo, estaremos ahorrando en la factura y ayudando a cuidar del medio ambiente de forma fácil.

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