Tipos de claveles

Este clavel recibe el nombre de la especie en honor a los monjes Cartujos de los Alpes franceses, que lo usaban para tratar reumatismo y dolor muscular. Cada monje tenía su propio espacio en el jardín y en él cultivaban estos claveles. Se distribuyen desde España hasta Francia, Polonia, Eslovaquia, Italia, Grecia y Turquía, pero en algunos lugares hay más abundancia que en otros por la presencia, o ausencia, de las mariposas que las polinizan de especie Satyrus ferula y Melanargia galathea.

La planta mide 60 centímetros de alto, las cabezas florales son densas y las hojas son similares a pastos. Pueden ser de color rosa, magenta o blanco, con los característicos pétalos dentados de los claveles, pero aplanadas y abiertas. Es usado como ornamental y para restauración, porque tolera metales pesados acumulados en el suelo.

Esta es la especie más común del clavel y a partir del que se han creado muchas variedades en colores rojo, amarillo, blanco, rosa, o incluso de bicolores, así como también cultivares de pétalos dobles. Tienen un aroma particular muy similar al del clavo de olor. Produce hojas lineales de valor ornamental de color verde grisáceo o azuláceo muy llamativo. Conforme madura desarrolla base leñosa. Llegan a medir hasta 60 centímetros de altura y al final de estos tallos se desarrollan las flores.

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Son claveles endémicos de la península ibérica y tiene un aspecto peculiar. Los pétalos están muy ramificados en los márgenes y de aspecto despeinado. Pueden ser blancos o rosas, con puntos y el interior amarillo. La floración se da desde marzo hasta julio, y los tallos son perennes. Se encuentra en matorrales calcáreos y pastizales abiertos, asociada a climas secos.

Es endémico de la Sierra de Gredos, España, y se distribuye a alturas superiores a los 1.800 metros. Produce claveles rosas muy pequeñitos, de apenas 1 centímetro de largo y tallos cortos de 10 centímetros de largo, manteniéndose cerca del suelo y por lo que suelen ser pasadas por alto.

Imagen: ARBA Bajo Jarama

Los hay de muchos colores como violeta, blanco, rosa o rojo, aunque algunas variedades pueden exhibir márgenes de diferentes tonalidades. Despiden un aroma especiado y destacan por tener una corola abierta y aplanada. Estas flores se aprietan en ramilletes de hasta 30 flores por tallo, siendo una gran planta ornamental. En su hábitat natural crece en montañas del sur de Europa y hasta el noreste de Asia.

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Este clavel es originario de China, Rusia, Corea y Mongolia. Crece a 50 centímetros de altura y la corola es abierta, con 5 pétalos aserrados en los márgenes. Pueden ser de color rojo, magenta, blanco, o bicolores, de 3 a 4 centímetros de diámetro. Si te gustaría llenar tu jardín con este tipo de claveles, aquí encontrarás sus semillas.

Produce flores de corola abierta y aplanada de color rosa. Los tallos crecen de 30 a 60 centímetros de alto, y es originario de Alemania, Eslovenia, Croacia, Italia y el Reino Unido. La floración es prolongada y se extiende de primavera a verano.

Como ejemplo de los cultivares hechos por el hombre tenemos a este también llamado clavel Merlín o Raspberry swirl. Es una variedad enana de tallos cortos de 10 centímetros de largo y 20 centímetros de ancho que crece de forma compacta y con un tiempo de floración considerablemente alargado que comienza en abril y termina en octubre. Además, la variedad fue modificada para obtener un color magenta profundo con manchas blanquecinas. Fue creada en 1997 en el Reino Unido, obtenida de cruzar 100 plántulas diferentes para dar con las especiales características mencionadas.

• Luz: requieren exposición solar completa, con luz de alta intensidad y días largos. Un indicador de qué falta luz serán tallos caídos o doblados.
• Riego: es moderado. Te puede interesar este artículo sobre Las mejores regaderas para plantas.
• Suelo: debe tener buen drenaje por la demanda considerable de agua que tiene, además de ser necesaria una buena estructura. Para tales fines se prepara una mezcla de sustrato universal a base de turba y humus de lombriz a partes iguales, agregando vermiculita o tepojal en menor cantidad. También se necesita un pH en el sustrato. Si midiendo el pH resulta ser demasiado ácido, se puede adicionar un poco de cal para remediarlo.
• Abono: por producir flores necesita ser abonado a menudo, especialmente en verano y primavera a una vez por semana, y una vez al mes en otoño e invierno.

Ahora que ya conoces los distintos tipos de claveles, no te pierdas este artículo sobre Las flores más bonitas del mundo.

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