Tipos de musgos

Tipos de musgos

Los musgos son una vegetación mucho más variada de lo que se puede pensar en un principio. Estas plantas primitivas son de gran importancia natural, ya que resultan vitales como colonizadores y reguladores en todo tipo de hábitats. Los musgos son un tipo de plantas briófitas que viven en condiciones de humedad abundante.

Si quieres aprender más acerca de los distintos tipos de musgos, acompáñanos en este artículo de EcologíaVerde en el que hablamos de 8 tipos de musgos, sus nombres científicos, características y fotos para que los identifiques con más facilidad.

Qué son los musgos – definición

Los musgos son un tipo de plantas briófitas, junto con las hepáticas y los antoceros. Todas las briófitas son plantas no vasculares, que quiere decir que se trata de un tipo primitivo de vegetación que no cuenta con xilemas ni floemas por los que transportar sus nutrientes y sustancias de forma interna. Conoce más sobre las Plantas briófitas: ejemplos y características en este otro post.

Por lo general, los musgos son plantas de tamaño pequeño, ya que no disponen de órganos de sostén que permitan estructuras grandes, aunque los musgos pueden extenderse cubriendo a modo de alfombra o tapiz grandes superficies, tanto verticales como horizontales.

Se aferran a las superficies con unos órganos denominados rizoides, parecidos a raíces pequeñas, pero con la única función de proporcionar agarre. Generalmente, son de color verde vivo, ya que se trata de plantas clorofílicas, capaces de realizar la fotosíntesis gracias a la clorofila. Necesitan de una abundante humedad ambiental, así que tienden a crecer en zonas húmedas o junto a grandes masas de agua, habitualmente a la sombra.

Amplía esta información con este otro artículo de EcologíaVerde sobre los Musgos: qué son, características y ejemplos.

Tipos de musgos - lista de nombres

De entre todas las plantas briófitas, solo los musgos abarcan alrededor del 70%. Estos, además de numerosos, son muy variados, y son también las únicas plantas briófitas que llegan a formar masas vegetales de tamaño destacable en un entorno. Dada su gran diversidad, los musgos se clasifican en 8 clases distintas:

  • Bryopsida.
  • Sphagnopsida.
  • Andreaeopsida.
  • Polytrichopsida.
  • Takakiopsida.
  • Andreaeobryopsida.
  • Tetraphidopsida.
  • Oedipodiopsida.

Bryopsida

Esta es con mucha diferencia la clase más abundante y representativa de los musgos: el 95% de todos ellos está incluido aquí. Dado su gran número, resulta también bastante variada.

La mayoría de ellos se dividen en musgos acrocarpos, entre los que se encuentran algunos de los musgos más resistentes a la sequía, y los pleurocarpos, de crecimiento mucho más horizontal que los anteriores y que dan lugar a aspectos parecidos al césped. Algunos pleurocarpos son bastante conocidos, como el llamado musgo del belén.

Otros Bryopsida que vale la pena mencionar son los Buxbaumiales, en los que el gametófito, que es la parte predominante en la mayoría de musgos, es drásticamente reducido, llegando incluso a ser microscópico y dejando así a la vista sólo la cápsula del esporófito.

Algunos ejemplos de musgos bryopsida son:

  • Diphyscium foliosum
  • Buxbaumia viridis
  • Pleurochaete squarrosa
  • Pseudoscleropodium purum

Sphagnopsida

Llamados habitualmente esfagnos, los integrantes de esta clase son musgos muy fáciles de reconocer por su particular morfología, que recuerda mucho a la de pequeñas plantas crasas o suculentas.

Son los creadores y un componente vital de todo un ecosistema único: las turberas altas. Además, son unos de los pocos musgos que han llegado a tener impacto económico para el ser humano, ya que en la I Guerra Mundial se usaban para la elaboración de vendajes. Esto se debía a su enorme capacidad de absorción de agua: un esfagno puede llegar a absorber hasta 20 veces su peso en seco en agua.

Andreaeopsida

Estos musgos crecen en climas fríos, normalmente sobre rocas silíceas. Son de coloraciones rojizas u oscuras, y forman vegetación de muy pequeño tamaño. Hay unos 100 tipos de musgos de esta clase y destacan por sus particulares cápsulas, con una forma que recuerda a la de un farolillo chino.

Polytrichopsida

Hay alrededor de 370 musgos de esta clase, entre los que se encuentran los musgos de mayor tamaño, como el australiano Dawsonia superba, de casi 50 centímetros de altura. Son musgos de gran complejidad en su anatomía, con células especializadas para la conducción de agua y azúcares. Otros nombres de musgos de esta clase son el Oligotrichum hercynium y el Pogonatum urginerum.

Takakiopsida

Esta clase de musgos no fue descubierta hasta el siglo XIX, cuando se encontró en las montañas del Himalaya. Son especies con únicamente 4 cromosomas por célula, muy frágiles y con un tamaño por debajo de 1 centímetro.

Andreaeobryopsida

Hasta el año 2000, esta clase se consideraba parte de la Andreaeopsida. Sin embargo, se encontraron diferencias entre ambas clases, ya que los Andreaeobryopsida son dioicos, lo que quiere decir que los órganos sexuales femeninos y masculinos se encuentran en plantas distintas. Además, estos musgos cuentan con setas que soportan las cápsulas.

Tetraphidopsida y Oedipodiopsida

Estas dos clases de musgos son raras y muy poco numerosas. De hecho, los Oedipodiopsida están formados exclusivamente por la especie Oedipodium griffithianum, un musgo que se puede encontrar en las zonas más frías de América y Eurasia, así como en algunas islas del norte del Atlántico.

Los Tetraphidopsida se dividen en dos géneros distintos, los Tetrodontium y los Tetraphis, con solo dos especies cada uno. Son musgos que tienen una gran cantidad de clorofila y se reconocen por sus bases rizoides. Son muy escasos en el hemisferio sur, estando prácticamente todos en el norte.

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