Valores ambientales: qué son y ejemplos

Valores ambientales: qué son y ejemplos

Tener valores no es otra cosa que aquellos principios o cualidades positivas que nos definen a las personas. La empatía, el compromiso y la humildad son algunos de ellos. Una sociedad sin valores sería un auténtico caos, pues estos son muy importantes para que podamos convivir realmente bien unos con otros. Pero no solo se trata de que nuestros valores vayan enfocados a la forma en la que nos relacionamos con el resto de personas, también es necesario tenerlos con nuestro entorno, con el medio ambiente. Estos valores son los que llamamos valores ambientales. Debido a su gran importancia, en este artículo de EcologíaVerde, vamos a hablar sobre qué son los valores ambientales y ejemplos de estos.

Qué son los valores ambientales - definición

Los valores ambientales hacen referencia a la conducta que tienen las personas con el medio ambiente. Vienen determinados por actuaciones positivas destinadas a hacer uso de los recursos naturales de forma responsable, así como para conservar, mantener y proteger el entorno natural y los seres vivos. Por ello, a los valores ambientales, a veces, también se les conoce como valores ecológicos.

Para conseguir estos valores en las personas es fundamental la educación ambiental, ya que gracias a ella se producirán cambios hacia una sociedad más justa y equitativa basada en una convivencia respetuosa con nosotros y el medio ambiente.

Te recomendamos aprender más sobre Qué es la educación ambiental y sus objetivos y Actividades de educación ambiental para jóvenes.

Cuáles son los valores ambientales

Ahora que ya conocemos la definición de los valores ambientales, pasamos a exponer cuáles son los valores ambientales exactamente:

  • Austeridad: es ser consciente de todo aquello que consumimos y las necesidades reales que tenemos. Este valor se lleva a cabo con la reducción y la reutilización.
  • Respeto: sin este valor no podríamos vivir en paz. Tan importante es respetarnos entre los seres humanos, como con todas las formas de vida que existen y el entorno natural. Piensa que la naturaleza es nuestro hogar y debemos respetarla, ya que sin sus recursos y el buen estado de estos, nuestra vida no sería posible.
  • Solidaridad: busca proteger los recursos naturales sin distinción del hemisferio en el que se encuentren. El hemisferio sur del planeta tierra es explotado desde siempre para abastecer las necesidades de la población que habita en el hemisferio norte, así creándose grandes desigualdades. Otro objetivo que se persigue con la solidaridad es conservar los recursos naturales para las futuras generaciones. Actualmente los jóvenes están creando grandes movilizaciones con el lema “No hay planeta B”.
  • Co-responsabilidad: es ser consciente y asumir nuestra responsabilidad tanto individual, como colectiva frente a la destrucción de la naturaleza. En ocasiones ponemos excusas diciendo “de qué sirve que yo lo haga, si la gran mayoría no lo hace”. Los cambios empiezan en uno mismo y en pequeños grupos, que con el paso del tiempo irán creciendo.
  • Empatía: es un sentimiento de identificación con la naturaleza, es llegar a entender que todo lo que le afecta también nos afecta a nosotros. Seguro que has escuchado muchas veces el lema “Salvemos el planeta”, pero salvar el planeta también es salvarnos a nosotros mismos y a las futuras generaciones.
  • Coherencia: es actuar en consecuencia con las ideas que tenemos o con lo que expresamos. Es decir, si tenemos un pensamiento como el de preservar la naturaleza, debemos actuar con acciones que desarrollen esa idea.

Existe otra clasificación de los valores ambientales que, a modo de resumen, indica los siguientes:

  • El amor ambiental.
  • La conciencia ambiental.
  • El respeto ambiental.
  • La responsabilidad ambiental.
  • La conservación ambiental.
  • La convivencia ambiental.
  • La sensibilidad ambiental.
  • La iniciativa ambiental.
  • La participación ambiental.

Todos estos son todos los valores ambientales que debemos desarrollar en sociedad. El objetivo que se persigue con estos valores es cambiar nuestro estilo de vida por otro más sostenible, ya que el modelo que hemos seguido hasta ahora desde la industrialización perjudica cada vez más el medio natural en el que vivimos. Ahora más que nunca necesitamos que la educación llegue a todos y todas y, así, lograr un desarrollo sostenible de nuestra sociedad.

Del mismo modo que estos son valores ecológicos o ambientales de las personas individuales hacia el medio o entorno natural, también se reflejan como valores ambientales de una empresa, asociación o agrupación de cualquier tipo.

Ejemplos de valores ambientales y cómo cumplirlos

En este apartado se exponen algunos ejemplos de cómo desarrollar cada uno de los valores ambientales que se han mencionado en el apartado anterior.

  • Austeridad: se trata de hacer pequeños gestos cotidianos, como cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes o no dejar las luces encendidas. También podemos buscar productos reutilizables, como botellas de cristal para el agua para sustituir el plástico o usar bolsas de tela para hacer la compra. En este otro post sobre Qué es el consumo responsable podrás aprender muchos más gestos sencillos y efectivos para este fin.
  • Respeto: el ser humano no podría vivir sin agua, si no cuidamos las reservas de agua que existen esta se contamina siendo perjudicial para los seres vivos, incluidas las personas. El agua es solo un ejemplo, pero realmente el ser humano es dependiente de la naturaleza, es por eso que debe respetarla.
  • Solidaridad: una forma de ser solidario podría ser tener un huerto ecológico entre un grupo de personas y repartir entre todos los productos del huerto. Aquí puedes aprende Cómo hacer un huerto urbano de forma ecológica.
  • Co-responsabilidad: la participación en voluntariados, movimientos contra el cambio climático, como los pequeños cambios que hacemos en nuestra vida para proteger la naturaleza, son formas de co-responsabilidad.
  • Empatía: ¿cómo podemos ser empáticos con el medio ambiente? Desplazándonos en bicicleta, que además de ser una actividad beneficiosa para la salud no emite CO2 y así contribuimos a mejorar la calidad del aire que es respirado por todos lo seres vivos. También usando el transporte público, que a veces incluso es más útil y cómodo que usar el coche.
  • Coherencia: como ejemplo, podemos pensar que una persona comprometida con el medio ambiente para poner en practica su compromiso, podría realizar talleres de educación ambiental.

Como reflexión queremos enfatizar que cambiando de zapatos puedes cambiar de calle, cambiando de calle puedes cambiar de ideas y con nuevas ideas puedes cambiar el mundo. Pero la verdadera revolución se da cambiando tus valores hacia unos más justos con el medio que te rodea.

Si te ha gustado conocer los valores ambientales, te aconsejamos descubrir Qué es la bioética y sus principios.

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