Violeta africana: cuidados

Violeta africana: cuidados

La violeta africana es una planta de interior que, pese a no ser tan llamativa como otras más vistosas, tiene muchísimo que ofrecer. La mejor prueba de ello es que esta pequeña planta ha sido ampliamente popular desde hace mucho tiempo en los hogares de gran cantidad de países, entre ellos España.

Si quieres aprender cuáles son los cuidados de la violeta africana, sigue leyéndonos en este artículo de EcologíaVerde.

Características de la violeta africana

Su nombre científico es Saintpaulia sp. aunque es mucho más conocida por su nombre común, violeta africana. Estas plantas forman una familia botánica en realidad bastante reducida, con solo 6 especies, aunque la popularidad de la planta ha dado lugar a un sinfín de variedades.

La violeta africana, como su nombre popular nos indica, llegó a Europa desde Tanzania, de manos de un barón alemán que la envió a finales del siglo XIX. Se trata de una planta menuda, que rara vez sobrepasa los 15 cm de altura y de crecimiento más bien lateral, en la que lo que más llama la atención son sin duda sus flores, que la planta produce durante todo el año.

El color original de la flor, y también uno de los más valorados, es un precioso morado muy particular de la planta, aunque las variedades existentes ofrecen todo tipo de tonos y colores diversos. Las hojas son ovaladas y aparecen en roseta, compartiendo con las flores el tacto aterciopelado que caracteriza a la planta.

Ahora que ya hemos visto cuáles son sus características, vamos a detallar los cuidados de las violetas africanas.

Ubicación para la violeta africana

La flor violeta africana, Saintpaulia, es una planta un tanto delicada en cuanto su ubicación, especialmente en lo que respecta a sus flores. Ahora bien, ¿cómo cuidar las violetas africanas en casa? Se cultivan habitualmente como planta de interior debido a que no soporta:

  • La incidencia directa de soles intensos.
  • Las temperaturas por debajo de los 10º C.

Así, a menos que vivas en un clima tropical suave y puedas ubicar tu violeta africana en el jardín en semisombra, se trata de una planta reservada para el interior del hogar. Pese a no querer sol directo, sí necesita de una ubicación muy iluminada, o quizás tenga problemas para dar flores durante todo el año.

De esta manera, es mejor ubicarla junto a ventanas o fuentes de luz natural abundantes, siempre teniendo cuidado con la incidencia directa a las horas más intensas o el efecto lupa de algunos cristales. También hay que mantener la planta protegida de las corrientes de aire, que pueden secarlas y hacerles daño.

Por último, respecto a la temperatura, lo ideal es mantenerla a entre 17 y 21º C durante todo el año excepto el invierno, en que conviene desplazarla a otro lugar ligeramente más frío, a unos 15º C, y rebajar los riegos, para que la planta pueda entrar en reposo vegetativo hasta la primavera y pueda seguir así floreciendo con fuerza.

Riego de la violeta africana

¿Cómo se riegan las violetas africanas? Este cuidado de la violeta africana es otro de los puntos clave. Es muy importante que no mojes las hojas y flores de la planta al regarla, ya que la humedad acumulada puede provocar pudrición y problemas de enfermedades a la planta.

Lo mejor es usar el riego por inmersión, ya que de esta forma aportamos a la planta toda el agua que necesita sin provocarle problemas de excesos de humedad. Consiste en sumergir la maceta dentro de un cubo o balde de agua lo suficientemente grande, o incluso la fregadera. El agua debe llegar a cubrir el sustrato, y debes dejarla ahí hasta que dejen de salir burbujas del mismo, lo que habitualmente no llevará más que unos pocos minutos.

Tras esto, saca la maceta del agua y deja que elimine el agua sobrante (es imprescindible que la maceta tenga agujeros de drenaje). Deja luego la maceta unos 15 minutos más sobre un plato, del que luego debes retirar una vez más el agua sobrante, y listo.

Este es un método muy útil y uno de los mejores para regar todo tipo de plantas, pues son muchas las que sufren si sus hojas se mojan regularmente. En verano, con un riego semanal así será suficiente, y un riego quincenal el resto del año, pero en caso de duda, el propio sustrato te dirá cuándo necesita riego: si está muy seco, pesará poco.

Ahora que ya sabemos cómo cuidar las violetas africanas en cuanto al riego, vamos a centrarnos en el sustrato y abonado que necesitan.

Sustrato y abonado para la violeta africana

El sustrato es uno de los cuidados de la violeta africano que no da problemas: puedes usar cualquier mezcla universal mientras ofrezca buen drenaje. Nosotros recomendamos la mezcla universal para semillero que puedes hacer tú mismo con humus de lombriz, fibra de coco y turba mezclados a partes iguales. Remueve bien, añade un puñado de vermiculita y otro de perlita, y tendrás un sustrato ligero, bien drenado y muy rico en nutrientes.

Para el abonado, apórtale fertilizante orgánico ecológico como humus de lombriz o compost, durante los meses cálidos, cada 15 días. Añade uno o dos centímetros del mismo a la base de la maceta y será suficiente.

Descubre más sobre la Fibra de coco para plantas: propiedades y cómo hacerla, en este post de EcologíaVerde.

Poda de la violeta africana

Puesto que la planta florece durante todo el año, se hace necesario también mantener una poda de mantenimiento constante para evitar enfermedades o malgasto de energía de la planta. Poda, con tijeras bien desinfectadas y afiladas, todas las flores o ramas una se vez marchiten.

Te dejamos el siguiente artículo sobre las Plagas y enfermedades de las plantas: listas y cómo eliminarlas para que tengas más información sobre el tema.

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