Por qué los árboles atraen la lluvia
Si bien el papel que juegan los árboles en la generación de la lluvia no está claramente identificado, cada vez más investigadores están llegando a la conclusión de que el rol que tienen en este proceso es importante, tanto en la generación de las nubes como en los fenómenos de evaporación y condensación, procesos básicos muy importantes para la generación de lluvias.
En este artículo de EcologíaVerde, damos los motivos de por qué los árboles atraen la lluvia.
Qué importancia tienen los árboles para la formación de lluvia
Parece ser que el papel que juegan los árboles y los bosques en general es un rol importante y, en parte, la presencia de bosques están directamente relacionada con las precipitaciones. Existen diversos mecanismos y procesos implicados en esta relación, de los cuales muchos son aun desconocidos.
Como dato curioso, la relación entre lluvia y árboles ya era reconocida hace bastante tiempo. En la biografía publicada sobre Cristóbal Colón por su hijo, el propio almirante relacionaba el aumento repentino de la velocidad del viento y las tempestades en las zonas próximas a Jamaica con la gran cobertura vegetal, pues el clima, cielo y aire eran iguales a los de otras zonas del mundo. Él mismo ya había observado que este fenómeno ocurría en las Islas Madeira, Canarias y Azores, donde también había una gran cobertura vegetal.
La teoría de la bomba biótica
Esta teoría nos sugiere que las elevadas cantidades de precipitaciones de algunos interiores continentales, como la Amazonia en Sudamérica y el Congo en África, se posibilita gracias a la gran cobertura forestal que se extiende desde la costa al interior. Son los procesos físicos atmosféricos, la condensación y la evaporación, los que portan aire húmedo hacía el interior de los continentes. Según esta teoría, la deforestación también puede cambiar de un continente de elevadas precipitaciones a otro con baja cantidad de lluvias.
La teoría de la bomba biótica fue propuesta por Anastassia Makarieva y Victor Gorshkov y nos propone que las grandes coberturas forestales cambian los gradientes atmosféricos y, por tanto, dan lugar a condiciones de fuertes vientos que desplazan la humedad del océano hacía el interior continental para reemplazar el agua desplazada de los ríos hacía el mar. Por otro lado, las grandes masas forestales evaporan gran cantidad de humedad, mayor incluso que la del océano. Como consecuencia, esta elevada humedad atmosférica desemboca en una intensa condensación, que a su vez genera más flujo de aire del mar hacia el interior. Finalmente, estos procesos dan lugar a grandes tormentas tropicales en los océanos y elevada precipitaciones en el interior del Amazonas.
Relación entre árboles y formación de nubes
La relación existente entre los árboles y la formación de nubes es compleja y actualmente existen investigaciones sobre el tema.
Las nubes se producen cuando el vapor de agua se condensa o congela, pasando de estado gaseoso a líquido o sólido. Esta condensación tiene lugar en el momento en que el aire está saturado de agua. La saturación de una masa de aire depende de su temperatura y de la existencia de núcleos de condensación. El aire saturado de agua y con bastantes núcleos de condensación, se satura a niveles de humedad más bajos.
Una gran parte de partículas atmosféricas que se detectan en la Amazonia, son biológicas (como el polen o las esporas) y tienden a aumentar de tamaño por deposición de compuestos orgánicos volátiles. Cuando estas partículas aumentan de tamaño, se vuelven más eficaces recolectando el agua líquida o hielo, con lo cual sirven como núcleos de condensación. El tipo de partícula también influye en la condensación y formación de nubes. Por ejemplo, una partícula que es típica de los bosques tropicales es el isopreno (estrés por calor) y su concentración atmosférica en los bosques tropicales es mayor que en praderas de herbáceas. El isopreno tiene una gran capacidad de aumentar la cubierta de nubes y los núcleos de condensación y, por tanto, de lluvias durante las épocas de mayor estrés por calor. Además, el viento levanta ciertas partículas del suelo que facilitan la formación de hielo a temperaturas más bajas de las habituales.
Como consecuencia de lo anteriormente tratado, la deforestación de los bosques pueden interrumpir los patrones de lluvias. Debido a la gran importancia de la bomba biótica, la deforestación puede conseguir que una zona se vuelva seca y árida.
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