Comunidad ecológica: definición y características
Uno de los términos que mejor definen y ejemplifican la importancia que tiene la conservación del medio ambiente y el impacto que esta protección tiene en todas las especies es el de "comunidad ecológica". No obstante, aunque todos nos podemos hacer una idea de qué significa este término, es importante que se profundice en comprenderlo bien para saber identificarlo correctamente y conocer los detalles que lo rodean. Si quieres aprender un poco más sobre qué es una comunidad ecológica, su definición y sus características, continúa leyendo EcologíaVerde y te lo contamos.
Qué es una comunidad ecológica y sus características
Cuando hablamos de comunidad ecológica,o biocenosis, comunidad biótica o comunidad biológica, nos estamos refiriendo al conjunto de seres vivos que habitan en un mismo lugar. Este lugar se denomina biotopo (literalmente, lugar para la vida) y constituye el espacio y el soporte más primario de la comunidad ecológica.
De este modo, cuando hablamos de comunidad ecológica estamos hablando de algo que tiene la definición de un grupo de seres vivos de muchas especies y tipos biológicos (microorganismos, vegetales y animales) que viven de forma relacionada entre sí en un mismo espacio. Se trata de una estructura que debe ser entendida en conjunto, y no como una mera suma de seres individuales, ya que es justamente en esa visión de conjunto, o visión holística, donde la comunidad ecológica encuentra su valor más elevado.
Qué importancia tiene una comunidad ecológica
Tradicionalmente, estamos acostumbrados a estudiar y a comprender a los individuos como un todo cerrados y definidos completamente por sí mismos. Pero, cuando hablamos de comunidad ecológica, el aspecto que requiere una mayor atención no es el individuo como ser vivo, sino precisamente las relaciones que establece el individuo con los demás individuos de su biotopo, o lugar en el que habita. De hecho, el valor que se deriva de entender qué es una comunidad ecológica viene determinado por la comprensión de que los individuos de una misma comunidad sobreviven en su conjunto, ya que establecen diferentes relaciones entre sí y que permite, en conjunto, que la vida sobreviva y prospere en el biotopo en el que se encuentra.
La comunidad ecológica pone de manifiesto la relación que existe entre las diferentes especies de seres vivos que conviven en un mismo hábitat. Estas relaciones se establecen en todos los ámbitos, desde la cadena trófica (la cadena alimenticia), a aspectos mucho más sutiles, como puedan ser las relaciones de simbiosis que se establecen entre algunas bacterias y algunos animales, entre vegetales que sirven de refugio para algunos animales, o la manera en que algunos carnívoros evitan la sobrepoblación de especies herbívoras que afectarían a la vida vegetal.
Como se puede ver, la palabra que mejor describe y ejemplifica el gran valor de las comunidades ecológicas es "equilibrio". El equilibrio ecológico hace referencia a un estado en el que, habiendo movimiento y dinamismo, el conjunto se mantiene ordenado. Eso es exactamente lo que sucede con las comunidades ecológicas. Son espacios llenos de vida y de actividad biológica pero que, gracias a que todas las especies actúan en equilibrio las unas con las otras y con el biotopo que sirve de soporte a toda la estructura, no se desarrollan de forma autodestructiva o invasiva. Esto permite un desarrollo continuado y sostenible, que garantiza la riqueza biológica y el éxito de todas las especies que se integran en la comunidad ecológica, sin que su actividad individual conlleve la destrucción de otras especies.
Cómo se pueden conservar las comunidades ecológicas
Naturalmente, la especie que más daño causa a las comunidades ecológicas es el ser humano, ya que su actividad tiende a desestabilizar el equilibrio que caracteriza este tipo de comunidades. Sin embargo, si se cambia la manera de relacionarse con la comunidad ecológica, así como estableciendo una serie de pautas a la hora de llevar a cabo las actividades que como especie realizamos, podremos minimizar el impacto negativo del ser humano en las comunidades ecológicas de cualquier tipo:
Evitar la sobrexplotación
La sobreexplotación se define por una explotación de los recursos naturales por encima de la cantidad que el ecosistema está capacitado para soportar. Llevando a cabo una explotación responsable de los recursos se protege a la comunidad ecológica que depende de los mismos.
Evitar la sobrepoblación
En un sentido más profundo, cualquier sobreexplotación suele tener un trasfondo de exceso de población y, en eso, el ser humano es experto. Es importante asumir que los recursos naturales de cualquier ecosistema son limitados y, en consecuencia, es importante evitar situaciones de sobrepoblación que, necesariamente, llevarán a un agotamiento de recursos naturales no renovables.
Evitar la introducción de especies invasoras
Cada comunidad ecológica se ha formado a partir de miles, e incluso millones, de años de evolución que han llevado al equilibrio actual. La introducción de nuevos agentes biológicos (microbios, vegetales, animales, etc.) tiende a desestabilizar cualquier comunidad ecológica, por lo que es importante evitar la introducción de las especies invasoras en otras comunidades ecológicas.
Crear zonas protegidas de alto valor biológico
No todas las comunidades ecológicas son iguales. Se considera que aquellas que tienen un mayor número de especies son más importantes que aquellas que tienen menos, así como aquellas que cuentan con especies autóctonas que no se encuentran en otros lugares. Estas comunidades requieren una protección mayor que aquellas en las que la riqueza biológica no es tan especial y particular. De este modo, la mejor forma de proteger estas comunidades biológicas pasa por aislarlas de ciertas acciones humanas, lo que se consigue mediante la determinación de áreas protegidas.
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