Agua de arroz para las plantas: beneficios y cómo se prepara

Nadie quiere arriesgarse a dañar sus plantas con un producto que quizás no sea beneficioso, y la gran cantidad de rumores y mitos que corren de forma popular en el mundo de la jardinería, muchos de ellos erróneos e incluso peligrosos para el cultivo, hacen que sea muy normal y sano desconfiar de esas soluciones milagrosas con las que todo el mundo parece predicar.

Sin embargo, en este caso podemos decir sin miedo que el agua de arroz para las plantas no es ningún rumor infundado: sus beneficios están más que probados y no tienen ninguna pega. Regar tus plantas con agua de arroz es una forma excelente de fertilizarlas y darles un aporte extra de nutrientes, aprovechando un producto que ibas a tirar.

Los beneficios del agua de arroz para las plantas son múltiples.

• Es un líquido muy rico en nutrientes, que resulta un fertilizante de primer orden para los cultivos. El agua de arroz es rica en proteínas, fibra, aminoácidos, calcio, fósforo, hierro, zinc y potasio, además de gran cantidad de vitaminas, todo ello muy beneficioso para el desarrollo de las plantas. Contiene también fertilizantes NPK en menor medida, que son los macronutrientes esenciales que toda planta necesita para crecer y estar sana. Te recomendamos leer también este otro post sobre Cómo hacer fertilizantes orgánicos caseros.
• Al usar este producto aportas almidón de arroz para plantas. El almidón es un azúcar que las plantas sintetizan mediante la fotosíntesis y que almacenan para cuando necesitan nutrientes, por lo que darle a la planta un aporte extra de este le facilitará mucho las cosas.
• Del mismo modo, los hidratos de carbono que el almidón contiene son un alimento muy valioso para las bacterias beneficiosas del suelo, que ayudan a descomponer la materia orgánica que este contiene en elementos que las raíces de las plantas pueden asimilar.
• Al mantener a la planta fuerte y una población bacteriana sana, se promueve también un entorno mucho más resistente a la aparición de plagas, que tendrán menos posibilidades de imponerse en el cultivo.

Hay varias formas de usar el agua de arroz para regar las plantas y fortalecerlas, aunque en todos los casos hay un punto muy importante que no se debe pasar por alto: no eches sal al agua para hervir el arroz si vas a usar el agua de arroz para tus plantas. La sal es un elemento muy perjudicial para la mayoría de cultivos, que añadida al agua de riego, no solo anularía las propiedades beneficiosas del agua de arroz, si no que perjudicaría gravemente la salud de tus plantas y de la tierra. Puedes añadir la sal después, directamente sobre tu arroz ya cocido para comértelo, si no quieres renunciar a su agua. Sigue estos consejos para preparar agua de arroz para las plantas:

• Hierve el arroz, pero sin sal ni aceite o especias añadidas, y retíralo cuando esté cocido a tu gusto, conservando el agua aparte.
• Lo importante es conseguir un agua de arroz muy bien filtrada y libre de impurezas. Puedes colarla con un colador de tela fina o tamizador una vez hervido el arroz, de forma que puedas usarla para tus plantas.
• También debes tener en cuenta que debes dejar que el agua de arroz se enfríe a temperatura ambiente, ya que caliente podría dañar las plantas.
• Del mismo modo, si la dejas reposar demasiado perderá todas sus propiedades beneficiosas, con lo que no sirve para almacenarla, debes utilizarla el mismo día que hierves el arroz.
• Una de las formas de usar el agua de arroz es pulverizarla sobre tus plantas en forma de riego. Para esto, es especialmente importante que la hayas filtrado bien para que no atasque el pulverizador. Diluye dos partes de agua de arroz en una parte de agua, añádelas al pulverizador, y ya puedes rociar las plantas con ella, tanto desde arriba como por el envés de sus hojas y la superficie del suelo, preferiblemente a primera o a última hora del día, que no dé un sol fuerte.
• Otra forma de usar el agua de arroz es por el método del riego de fondo o riego por inmersión, que evita que las plantas que no toleran la humedad en su parte aérea sufran. Coloca la maceta en un recipiente mayor, al que hayas añadido suficiente agua de arroz como para que esta esté unos pocos centímetros por encima del nivel de los agujeros de drenaje de la maceta. De esta forma, el agua penetrará por debajo, siendo absorbida por las raíces y la tierra. Tras unos 20 minutos, retira la maceta, deja que elimine el agua sobrante, y devuélvela a su ubicación habitual.

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