Cómo cuidar un bonsái pino
En el mundo de los bonsáis, los pinos son un caso particular, pues se tratan tanto de una de las imágenes más típicas y emblemáticas cuando se habla de esta particular técnica de cultivo, como de unos de los habitualmente menos recomendados para principiantes.
Sin embargo, cuidar de un bonsái pino no es tan difícil y está al alcance de cualquiera dispuesto a aprender acerca de sus peculiaridades y necesidades específicas. Si quieres aprender a cultivar tu bonsái pino para conseguir una planta espectacular, acompáñanos en este artículo de EcologíaVerde donde te contamos cómo cuidar un bonsái pino.
Características del bonsái pino
A diferencia de lo que muchos ajenos al mundo de los bonsáis piensan, estos árboles en miniatura no son especies enanas específicas: un bonsái es un árbol común de su especie, al que se le aplican técnicas de poda, pinzado y formación para conseguir ese aspecto único reducido y poder cultivarlo en bandeja, con esta técnica de origen chino que más adelante los japoneses popularizaron.
Las particularidades del bonsái pino vienen dadas, sobre todo, por la forma de crecimiento de estos árboles. El pino tiene un crecimiento marcadamente vertical en sus primeras etapas, pero una vez el árbol es adulto suele crecer mucho más horizontalmente. Esto se debe a que el pino prioriza el crecimiento de sus ramas externas, que reciben más luz y aireación, dejando que las ramas internas y menos expuestas se vayan debilitando gradualmente hasta acabar por secarse.
Cuando hablamos de un bonsái pino es muy importante tener en cuenta este desequilibrio natural del crecimiento, que habrá que corregir para conseguir la estructura deseada, equilibrando su vigor y desarrollo.
Por lo demás, el bonsái pino es de follaje denso, con agujas muy pequeñas y corteza abotonada. En cuanto a las especies, deben evitarse el pino canario y el piñonero por el gran tamaño de sus agujas, siendo bastante adecuados los otros tipos comunes, como:
- Los pinos negro (Pinus thunbergii).
- Los pinos rojos (Pinus densiflora).
- Los pinos blancos japoneses (Pinus parviflora).
- El pino albar (Pinus sylvestris).
Ahora que ya conoces las características del bonsái, vamos a ver cómo cuidar un bonsái pino desde cero.
Ubicación del bonsái pino
Los pinos son árboles habituados a distintos tipos de entornos, pero casi todos ellos tienen algo en común: están expuestos a gran cantidad de horas de luz al día. Del mismo modo, tu bonsái pino necesitará toda la luz posible, como la de una terraza o un balcón sin sombra ni impedimentos para recibir el sol directo.
No ubiques tu bonsái pino en el interior de casa, ya que ni siquiera en condiciones de semisombra o interior iluminado podrá desarrollarse fuerte y sano, mucho menos aún en un entorno sombrío.
También es importante que el árbol esté expuesto a los cambios de tiempo de la estación fría. Los pinos están preparados para soportar bastante bien las temperaturas bajas, y de hecho las necesita para entrar en reposo vegetativo y poder brotar con energías renovadas cuando vuelva el calor en primavera. Si no pasa por una temporada de frío, tu bonsái pino dará nuevos brotes antes de tiempo, que serán débiles y finos.
Riego del bonsái pino
¿Cuántas veces se le echa agua a un bonsái? Los pinos son resistentes a la sequía gracias a las largas raíces que desarrollan naturalmente para alcanzar la humedad bajo el suelo. En el caso de un bonsái, lógicamente, el pino no podrá usar este recurso, por lo que es importante no dejar que el sustrato se seque por completo.
Además, el pino tiene unos requisitos concretos en el pH de su sustrato, por lo que no debes regar nunca con agua del grifo o calcaría. Usa:
- Agua de lluvia
- Agua destilada
- Agua mineral
También es básico, como con tantas plantas, evitar encharcamientos. Una cosa es mantener el sustrato húmedo y otra anegado: si haces lo segundo las raíces de tu bonsái no lo soportarán.
Te dejamos este otro artículo sobre Cómo regar un bonsái para que tengas más detalles sobre el tema.
Sustrato para el bonsái pino
El sustrato de tu bonsái pino debe ser muy ligero para ofrecer un drenaje lo mejor posible, además de tener un pH un poco ácido. Puesto que las necesidades de los bonsáis son tan concretas, lo mejor es recurrir a mezclas específicas para las plantas cultivadas con esta técnica, en este caso mezclando kiryuzuna y akadama, o kiryuzuna con pomice, a partes iguales.
Trasplante del bonsái pino
El trasplante es habitual en muchos bonsáis, pero con el pino hay que tener especial cuidado al hacerlo, sobre todo con sus raíces. Estos árboles son muy sensibles a la poda de raíces, por lo que nunca debe retirársele más de la mitad del cepellón. Además, las raíces del pino dependen en gran medida de sus hongos asociados, por lo que tampoco deben lavarse nunca al realizar el trasplante, o corremos el riesgo de que el árbol no soporte el cambio.
Pinzado del bonsai pino
También llamada metsumi, la técnica de pinzado de los pinos es diferente de la del resto de árboles. Se trata de un pinzado en tres fases:
- La primera fase: consiste en pinzar las nuevas yemas con los dedos y en retirar, con cuidado y con unas pinzas, las agujas o acículas de la base de las yemas, dejando solo unas pocas.
- La segunda fase: consiste en cortar las velas, por la base, cuando empiecen a desplegar las acículas. Debemos cortar todas las velas que no estén débiles y, de nuevo, dejar sólo unas pocas acículas por vela.
- Finalmente, en la tercera fase: el mekiri, se quitan a pinza aquellos brotes de crecimiento vertical, tanto hacia arriba como hacia abajo.
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